Desde niña mi vida siempre había estado planificada y ese error que cometí en una de las competiciones más importante del año, me costaría seguir en lo más alto de gimnasia artística. Ese día no solo le dije adiós a una de mis pasiones, en un abrir y cerrar de ojos también se llevó por delante mi futuro de la peor manera. Solo entonces, la insistencia de mi amiga Marian, me llevó a aceptar ir a Florida en busca de esas ganas de volver a empezar. Un compromiso al que no quería asistir logró que me tropezara con Blake Clark, y algo me dice que no será un chico cualquiera.