Literatura de alan parker
asesinato en el hipódromo (libro)
Al inspector Hopkins le pasaron la comunicación cuando se disponía a ir a tomar el té. —¿Sí? —Inspector, soy la señora Mason. Estoy muy preocupada por mi marido. —Cálmese, seño
cada hoyo un muerto (libro)
El primer asesinato ocurrió del siguiente modo: El campeón italiano de golf Guido Veloso, llegó a París el día 24 de abril para participar en un torneo. Guido era un tipo muy s
carrera hacia la muerte (libro)
La famosa marca de automóviles Arrow presumía de tener una de las mejores escuderías de Fórmula 1 del mundo. Y era cierto. Últimamente la Arrow estaba cosechando grandes triunf
charcos en el camino (libro)
Una historia de niños pequeños que crecen en medio de una guerra muy grande. «Wib no daba crédito a sus ojos cuando vio lo que las bombas habían hecho en la calle Paxton. La ex
come, querida, come... (libro)
Patrick Worcester tenía cincuenta y cinco años. Era inmensamente rico y estaba casado con una bella joven de veinticinco llamada Linda. Worcester tenía grandes pasiones; una de
cortadores de cabezas (libro)
La Compañía se llamaba pomposamente Zodiac Air, pero en realidad solo se trataba de un par de viejos aviones que, desde una pequeña base en Belanga, cerca de Manila, transporta
detective privado, siglo xxiii (libro)
Bolsilibro de la colección Héroes del Espacio Nº 146 escrito por Alan Parker.
dos hombres, una mujer y un tesoro (libro)
Red Cameron tenía treinta años y era profesor de historia en la universidad de Sidney, Australia. Se trataba de un tipo bastante apuesto, de cabello rojizo y piel bronceada. Te
drogas y… ¡gol! (libro)
El vestuario del London Eagles1 era una especie de hervidero humano; murmullos y gritos que se mezclaban con algún que otro taco, carcajadas y voces altisonantes. Era el mismo
el secreto de la esmeralda (libro)
Me encontraba en una miserable cama de un miserable hotelucho de la miserable ciudad de Toktu (a cuarenta kilómetros de Hawái) y durmiendo una no menos miserable mona después d
el sótano (libro)
Un ventrílocuo desquiciado, unos niños secuestrado...
el submarino pirata (libro)
El comandante Karl Luth estaba en el puente de su U-119 dejándose acariciar por la suave brisa del Pacífico. Pronto el sol se pondría detrás de la azulada y lejana línea del ho
el tour de la droga (libro)
Faltaban tan solo cuatro días para que comenzara el Tour de Francia y René Chabrol, director del equipo Martell, ya lo tenía todo previsto para llevar a su equipo a la victoria
k. o. mortal (libro)
El día del combate, mi padre estaba más contento que unas pascuas. Claro que ignoraba lo que iba a ocurrir después, poco antes de subir al ring. Recuerdo que todo comenzó del m
la amante del fantasma (libro)
La primera vez que vio la mansión, de la que surgía su poderosa arquitectura entre las negras sombras de la noche, fue al apearse de su automóvil después de que éste hubiese su
la guerrilla (libro)
Reinaldo Cortés era el terrateniente más poderoso de San Miguel, un país de Centroamérica que casi no figura en el mapa y donde sus habitantes son explotados por los más ricos.
máscara de oro (libro)
Tony Lamota miró a su alrededor y sintió náuseas. Estaba en una habitación de mala muerte en un miserable hotel del Bronx pomposamente llamado «Palace». No tenía nada mejor. To
muerte en el circuito (libro)
Dos hermanos, uno famoso piloto de carreras de coches, el otro, teniente de policía. El primero muere en un accidente cuando competía. El segundo sufre la muerte violenta de su
sangre y diamantes (libro)
John Malcom había sido un desgraciado toda su vida. A sus treinta y cuatro años había recibido tantos golpes que en su cuerpo ya no cabían las cicatrices. Fue eso lo que le dec
viaje usted con la muerte (libro)
Esta historia podría comenzar como un cuento de hadas… Aunque les aseguro que no lo es. Había una vez un caballero muy rico y excéntrico llamado Antón Werner. No era ni muy alt
y morirán uno a uno… (libro)
El sargento paracaidista Jack Kowalski, se lo estaba pasando demasiado bien en Londres como para pensar en la guerra. Con su paga y unos pocos ahorros que tenía, era el hombre
¡¡pesadilla!! (libro)
El señor Eneas Wilson era un respetable padre de familia de treinta y seis años. Tenía una hermosa mujer llamada Carolina y un hijo de siete años de nombre David. Tenía también
¿muñecas? ¡no, gracias! (libro)
Se refería a la preciosa muñeca ataviada como a principios de siglo y con unas mejillas coloradotas que ella había ganado en el Club 46 al responder acertadamente a la pregunta
asesinato en el hipódromo (libro)
Al inspector Hopkins le pasaron la comunicación cuando se disponía a ir a tomar el té. —¿Sí? —Inspector, soy la señora Mason. Estoy muy preocupada por mi marido. —Cálmese, señora Mason. Dígame qué le ocurre. —Esta mañana, al levantarme, he encontrado una nota de mi marido en la que se despedía de mí. Al principio no le he dado excesiva importancia, pero... —Un momento, señora Mason —cortó el inspector Hopkins—. ¿Por qué no le ha dado excesiva importancia? —Inspector, preferiría que viniera usted a mi casa... —dijo la mujer.
cada hoyo un muerto (libro)
El primer asesinato ocurrió del siguiente modo: El campeón italiano de golf Guido Veloso, llegó a París el día 24 de abril para participar en un torneo. Guido era un tipo muy seguro de sus posibilidades y estaba convencido de vencer sin ninguna dificultad a los participantes de aquel torneo incluido naturalmente su peor enemigo, el canadiense Fred Corben. Guido y Fred se odiaban.
carrera hacia la muerte (libro)
La famosa marca de automóviles Arrow presumía de tener una de las mejores escuderías de Fórmula 1 del mundo. Y era cierto. Últimamente la Arrow estaba cosechando grandes triunfos en todas las competiciones en las que intervenía. El último había sido en el circuito holandés de Zandvoort, donde Clive Power se había impuesto a los Lafitte, Nelson Piquet, Reutemann, etc. Si Guss Scopelli, el presidente de la Arrow, estaba orgulloso de su escudería, no lo estaba menos de su corredor Clive Power.
charcos en el camino (libro)
Una historia de niños pequeños que crecen en medio de una guerra muy grande. «Wib no daba crédito a sus ojos cuando vio lo que las bombas habían hecho en la calle Paxton. La explosión había dejado un agujero en medio de la calzada, capaz de tragarse un autobús de dos pisos. También se había tragado el juego de saltar pintado con tiza, y arrancado la fachada entera de las casitas en hilera.»
come, querida, come... (libro)
Patrick Worcester tenía cincuenta y cinco años. Era inmensamente rico y estaba casado con una bella joven de veinticinco llamada Linda. Worcester tenía grandes pasiones; una de ellas era amasar dinero, la otra la taxidermia. Le gustaba disecar todo tipo de animales.
cortadores de cabezas (libro)
La Compañía se llamaba pomposamente Zodiac Air, pero en realidad solo se trataba de un par de viejos aviones que, desde una pequeña base en Belanga, cerca de Manila, transportaban pasajeros y carga general a las innumerables islas del Pacífico. Los propietarios de la Zodiac Air eran un par de expertos pilotos llamados Alan Gilmore y Pierre Lacroix. Su amistad era tan grande que quienes les conocían les llamaban «los hermanos».
detective privado, siglo xxiii (libro)
Bolsilibro de la colección Héroes del Espacio Nº 146 escrito por Alan Parker.
dos hombres, una mujer y un tesoro (libro)
Red Cameron tenía treinta años y era profesor de historia en la universidad de Sidney, Australia. Se trataba de un tipo bastante apuesto, de cabello rojizo y piel bronceada. Tenía mucha aceptación entre las mujeres por lo que había tenido serios enfrentamientos con el director de la universidad a causa de ciertos devaneos con algunas de sus alumnas. Y lo bueno del caso era que Red distaba mucho de ser un conquistador. Era demasiado tímido.
drogas y… ¡gol! (libro)
El vestuario del London Eagles1 era una especie de hervidero humano; murmullos y gritos que se mezclaban con algún que otro taco, carcajadas y voces altisonantes. Era el mismo espectáculo de siempre poco antes de comenzar un partido, aunque, a decir verdad, aquel iba a ser un partido especial: ¡los Eagles iban a jugar la final de la Copa de Inglaterra! Pero había algo que era incluso más importante que el propio partido: se trataba de la reaparición de Joy Baxter, el fabuloso número ocho de los Eagles.
el secreto de la esmeralda (libro)
Me encontraba en una miserable cama de un miserable hotelucho de la miserable ciudad de Toktu (a cuarenta kilómetros de Hawái) y durmiendo una no menos miserable mona después de una miserable noche de juerga con una miserable individua de la que ni siquiera recuerdo su nombre, cuando alguien llamó de pronto a la puerta de mi miserable habitación. —¡Adelante! La puerta se abrió y penetró un elegante caballero que vestía totalmente de blanco; chaqueta, pantalones, zapatos y corbata, blancura que contrastaba poderosamente con su piel bronceada. Fumaba utilizando una elegante boquilla dorada y en su mano derecha lucía un grueso anillo con un sello azul.
el sótano (libro)
Un ventrílocuo desquiciado, unos niños secuestrado...
el submarino pirata (libro)
El comandante Karl Luth estaba en el puente de su U-119 dejándose acariciar por la suave brisa del Pacífico. Pronto el sol se pondría detrás de la azulada y lejana línea del horizonte y el cielo se cubriría de estrellas. Habría transcurrido un nuevo día que acercaría un poco más a su amada Alemania hacia la derrota final de la guerra. Karl Luth, con más de 200 000 toneladas de buques enemigos hundidas, con un récord de doscientos tres días en un solo crucero en el océano Indico y en posesión de múltiples condecoraciones entre las que se encontraba la Cruz de Caballero de Cruz de Hierro con hojas de roble, espadas y brillantes, estaba triste.
el tour de la droga (libro)
Faltaban tan solo cuatro días para que comenzara el Tour de Francia y René Chabrol, director del equipo Martell, ya lo tenía todo previsto para llevar a su equipo a la victoria. Se trataba de un individuo de cincuenta y tres años, excampeón de Francia, tres veces ganador del Tour y una del Giro. Había sido un gran corredor, con un fondo físico impresionante, que jamás había dado una carrera por perdida. Eso era al menos lo que todo el mundo sabía de él. Pero había algo más. Mucho más...
k. o. mortal (libro)
El día del combate, mi padre estaba más contento que unas pascuas. Claro que ignoraba lo que iba a ocurrir después, poco antes de subir al ring. Recuerdo que todo comenzó del modo siguiente: Mi padre se había estado entrenando duramente durante los últimos quince días para su combate contra el campeón londinense de los medios, Jack Silver. Nunca le había visto tan contento ni tan esperanzado. —Hijo... —me repetía una y otra vez—. Esta vez te vas a sentir orgulloso de mí.
la amante del fantasma (libro)
La primera vez que vio la mansión, de la que surgía su poderosa arquitectura entre las negras sombras de la noche, fue al apearse de su automóvil después de que éste hubiese sufrido una extraña e inesperada avería. La enorme edificación aparecía en lo más alto de la colina y su gigantesca silueta se recortaba contra la luz de la luna.
la guerrilla (libro)
Reinaldo Cortés era el terrateniente más poderoso de San Miguel, un país de Centroamérica que casi no figura en el mapa y donde sus habitantes son explotados por los más ricos. Cortés poseía las plantaciones más importantes de café y de azúcar del pequeño país. Era un hombre inmensamente rico en contraste con la terrible pobreza de sus trabajadores a los que explotaba sin compasión. La Bestia, como se le conocía a Cortés entre su gente, era un hombre alto y flaco y de buena figura, con algunos cabellos blancos y ancho de hombros. Llevaba un sombrero de caña que caía sobre unos ojos astutos y fríos. Solía pasear a caballo por sus plantaciones llevando un látigo en una mano y un largo puro cubano en la otra y en su cintura un revólver. Y eso es lo que hizo aquella mañana...
máscara de oro (libro)
Tony Lamota miró a su alrededor y sintió náuseas. Estaba en una habitación de mala muerte en un miserable hotel del Bronx pomposamente llamado «Palace». No tenía nada mejor. Todo en su vida era malo. Había nacido con una maldición y lo más seguro era que muriese maldito. Se levantó de la cama, se duchó y bajó al bar de Popy. Tenía tiempo de sobra antes de llegar al gimnasio. Popy era un negro de un metro ochenta y cinco. Había sido luchador de los buenos. Se le conocía en la profesión con el nombre de «Látigo negro» por su costumbre de saltar al ring con un látigo en la cintura que, naturalmente, no podía utilizar aunque él lo había hecho en más de una ocasión para encender la sangre del incauto público. En las paredes del bar había muchas fotografías de Popy en plena acción. Las mejores eran las que correspondían a cuando ganó el campeonato del mundo del superwalter a «Indio» Arizona, un descendiente de los apaches.
muerte en el circuito (libro)
Dos hermanos, uno famoso piloto de carreras de coches, el otro, teniente de policía. El primero muere en un accidente cuando competía. El segundo sufre la muerte violenta de su esposa. Tantas muertes le hace sospechar al policía que la muerte de su hermano no ha sido accidental...
sangre y diamantes (libro)
John Malcom había sido un desgraciado toda su vida. A sus treinta y cuatro años había recibido tantos golpes que en su cuerpo ya no cabían las cicatrices. Fue eso lo que le decidió a abandonar la civilización y ocultarse en la soledad de las vastas llanuras de Sudáfrica; así que un buen día se largó de Nueva York a bordo de un carguero y, después de una interminable travesía, llegó a Ciudad del Cabo.
viaje usted con la muerte (libro)
Esta historia podría comenzar como un cuento de hadas… Aunque les aseguro que no lo es. Había una vez un caballero muy rico y excéntrico llamado Antón Werner. No era ni muy alto ni muy bajo, ni muy guapo ni muy feo. En una palabra, era un individuo del montón aunque cargado de millones.
y morirán uno a uno… (libro)
El sargento paracaidista Jack Kowalski, se lo estaba pasando demasiado bien en Londres como para pensar en la guerra. Con su paga y unos pocos ahorros que tenía, era el hombre más feliz del mundo. Había alquilado un pequeño y ruinoso apartamento en Chelsea. No era precisamente el palacio de Buckingham, pero tampoco estaba tan mal. Tenía todo lo que necesitaba en aquellos momentos, es decir, un techo bajo el que poder cobijarse y una cama donde poder dormir y hacer el amor con la chica de turno, si es que ésta estaba dispuesta a compadecerse de un pobre herido de guerra. Y hablando de chicas…
¡¡pesadilla!! (libro)
El señor Eneas Wilson era un respetable padre de familia de treinta y seis años. Tenía una hermosa mujer llamada Carolina y un hijo de siete años de nombre David. Tenía también una tienda de objetos fotográficos en la calle Riverside de la pequeña localidad de Colberstone, Arizona. Era una ciudad tan pequeña de apenas mil quinientos habitantes.
¿muñecas? ¡no, gracias! (libro)
Se refería a la preciosa muñeca ataviada como a principios de siglo y con unas mejillas coloradotas que ella había ganado en el Club 46 al responder acertadamente a la pregunta que le había hecho el animador: «¿Quién descubrió América?»