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Literatura de alejandro zambra
bonsái (libro)
Condenado a la seriedad y a la impostura, Julio, el silencioso protagonista de este libro, acaba convenciéndose de que es mejor encerrarse en su cuarto a observar el crecimient
facsímil (libro)
A partir de la estructura de la Prueba de Aptitud Verbal que se aplicó en Chile desde 1967 hasta 2002 para el ingreso a la universidad, Alejandro Zambra construye un texto tan
formas de volver a casa (libro)
Formas de volver a casa habla de la generación de quienes, como dice el narrador, aprendían a leer o a dibujar mientras sus padres se convertían en cómplices o víctimas de la d
la vida privada de los árboles (libro)
Verónica tarda, Verónica se demora inexplicablemente y el libro sigue hasta que ella regrese o hasta que Julián esté seguro de que ya no volverá. Hacia el final, Julián quiere
literatura infantil (libro)
Aunque este singular e inclasificable libro de Alejandro Zambra se llama Literatura infantil, conviene advertir que incluye un magnífico cuento que gira en torno al lenguaje gr
mis documentos (libro)
«Mi padre era un computador y mi madre una máquina de escribir», apunta Alejandro Zambra en las primeras páginas de este libro de relatos, que bien puede leerse como una novela
no leer (libro)
La inconfundible voz de Alejandro Zambra se oye con fuerza y delicadeza en las páginas de este libro que, alentados por la paradoja del título, podemos comprender como un origi
poeta chileno (libro)
Durante buena parte de esta novela Gonzalo es un poetastro que quiere ser poeta y un padrastro que se comporta como si fuera el padre biológico de Vicente, un niño adicto a la
tema libre (libro)
Esta colección de ficciones, ensayos y crónicas puede entenderse como una fervorosa defensa de la creación literaria, o como un llamado a desobedecer las reglas del juego, o co
bonsái (libro)
Condenado a la seriedad y a la impostura, Julio, el silencioso protagonista de este libro, acaba convenciéndose de que es mejor encerrarse en su cuarto a observar el crecimiento de un bonsái que vagar por los incómodos caminos de la literatura. Es ésta, como dice el narrador, «una historia liviana que se pone pesada», un relato elíptico y vertiginoso marcado por la inquietante desaparición de una mujer. Jorge Luis Borges aconsejaba escribir como si se estuviera redactando el resumen de una obra ya escrita. Y eso es, precisamente, lo que ha hecho Alejandro Zambra en este libro que —del mismo modo que un bonsái no es un árbol— más que una novela corta o un relato largo es una novela-resumen o, justamente, una novela-bonsái. Bonsái supone el brillante debut narrativo del joven chileno Alejandro Zambra, poeta y crítico literario.
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facsímil (libro)
A partir de la estructura de la Prueba de Aptitud Verbal que se aplicó en Chile desde 1967 hasta 2002 para el ingreso a la universidad, Alejandro Zambra construye un texto tan lúdico como conmovedor.Bajo la forma de ejercicios de opciones múltiples −a veces oraciones para completar en apariencia simples pero igualmente contundentes; otras, un texto para analizar−, este libro habla del amor y las relaciones familiares en la clase media chilena, la ley, la idea de educación heredada de la dictadura, las formas y los dilemas de una sociedad obligada a hacer silencio, sumida por momentos en una comodidad inquietante. Historias que pueden ser leídas de tantas formas como opciones de respuesta se proponen y que otorgan así al lector un papel esencial en la construcción del relato final.Un libro peculiar y extremo, que combina la experimentación formal con una aguda reflexión y un estilo exquisito, de uno de los escritores más destacados de la literatura latinoamericana.
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formas de volver a casa (libro)
Formas de volver a casa habla de la generación de quienes, como dice el narrador, aprendían a leer o a dibujar mientras sus padres se convertían en cómplices o víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet. La esperada tercera novela de Alejandro Zambra muestra el Chile de mediados de los años ochenta a partir de la vida de un niño de nueve años. El autor apunta a la necesidad de una literatura de los hijos, de una mirada que haga frente a las versiones oficiales. Pero no se trata solo de matar al padre, sino también de entender realmente lo que sucedía en esos años. Por eso la novela desnuda su propia construcción, a través de un diario en que el escritor registra sus dudas, sus propósitos y también cómo influye, en su trabajo, la inquietante presencia de una mujer. Con precisión y melancolía, Zambra reflexiona sobre el pasado y el presente de Chile. Formas de volver a casa es la novela más personal de uno de los mejores narradores de las nuevas generaciones.
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la vida privada de los árboles (libro)
Verónica tarda, Verónica se demora inexplicablemente y el libro sigue hasta que ella regrese o hasta que Julián esté seguro de que ya no volverá. Hacia el final, Julián quiere escribir y no ser escrito, pero esperar es dejarse escribir: esperar es seguir una constante deriva de imágenes. Entonces la historia comienza mucho antes de esa noche última, tal vez una tarde de 1984, con la escena de un niño mirando televisión. Y termina con las inevitables conjeturas sobre la vida de Daniela, la hija de Verónica, a los veinte, a los veinticinco, a los treinta años, cuando ha pasado mucho tiempo desde que su padrastro le contaba historias sobre los árboles. ¿Por qué leer y escribir libros en un mundo a punto de quebrarse? Esta pregunta ronda cada página de La vida privada de los árboles, una novela que confirma a Alejandro Zambra como uno de los escritores más interesantes de las nuevas generaciones.
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literatura infantil (libro)
Aunque este singular e inclasificable libro de Alejandro Zambra se llama Literatura infantil, conviene advertir que incluye un magnífico cuento que gira en torno al lenguaje grosero y un relato directamente lisérgico en que un hombre intenta, en pleno viaje terapéutico de hongos, volver a aprender el dificilísimo arte de gatear. En caso de que algún niño llegara accidentalmente a estas páginas, debería leerlas en compañía de un adulto, a pesar de que aquí son precisamente los niños quienes, a su manera, protegen a los adultos del desánimo, el egocentrismo y la dictadura del tiempo cronológico.
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mis documentos (libro)
«Mi padre era un computador y mi madre una máquina de escribir», apunta Alejandro Zambra en las primeras páginas de este libro de relatos, que bien puede leerse como una novela, o como once breves novelas archivadas en la carpeta Mis documentos. A veces parece que hablara un mismo personaje, trasunto del autor, que recuerda sus desventuras como estudiante y como profesor, o que registra su malhumorado intento de superar el tabaquismo («Qué cosa más absurda, realmente: querer vivir más. Como si fuera, por ejemplo, feliz»). Pero la ilusión de una vida propia, fomentada por la famosa carpeta de Windows, se rompe pronto: los documentos de uno son, en el fondo, los documentos de todos, parece decirnos Zambra, en especial si se habita un país que necesita indagar en el pasado. Con el fino sentido de la ironía y la precisión que ya le conocemos, con humor y melancolía, con espíritu paródico, con aliento lírico y a veces con rabia, Alejandro Zambra traza la anodina existencia de unos hombres que se repliegan en una idea antigua de la masculinidad, o el tránsito de unos seres pendulares que apuestan sus últimas fichas al amor. La incesante búsqueda del padre, la obsolescencia de objetos y de sentimientos que parecían eternos, el desencanto de los jóvenes de la transición («La adolescencia era verdadera. La democracia no»), la impostura como única forma de arraigo, y la legitimidad del dolor, son algunos de los temas que cruzan este libro. Mis documentos muestra a un autor que consolida y proyecta hacia lugares nuevos el personal estilo forjado en Bonsái (descrita por Junot Díaz en The New York Times como «un puñetazo en la mandíbula»), La vida privada de los árboles («Una obra sorprendentemente entera y resonante», según The Complete Review), y Formas de volver a casa, una novela sobre la cual la crítica ha sido elocuente: «Un magnífico lenguaje, a la sombra de Carver: precisión, tristeza, crueldad, ternura» (Joaquín Arnáiz, La Razón); «Una de las mejores novelas chilenas en mucho tiempo» (Tal Pinto, The Clinic); «Formas de volver a casa eleva a Zambra al lugar de los escritores vivos que simplemente debemos leer» (Clancy Martin, Bookforum); «Un talento asombroso» (Adam Thirlwell, The New York Times Book Review).
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no leer (libro)
La inconfundible voz de Alejandro Zambra se oye con fuerza y delicadeza en las páginas de este libro que, alentados por la paradoja del título, podemos comprender como un originalísimo elogio de la lectura. Inventario de filias, fobias y caprichos, delicioso álbum de citas, proyectos frustrados y declaraciones de amor –a las fotocopias, a la penumbra, a la palabra borrador, a la poesía chilena y a los orilleros del boom latinoamericano–, *No leer* es un libro apasionado, extraño, divertido y melancólico, de quien es uno de los escritores latinoamericanos más talentosos y reconocidos de los tiempos recientes.
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poeta chileno (libro)
Durante buena parte de esta novela Gonzalo es un poetastro que quiere ser poeta y un padrastro que se comporta como si fuera el padre biológico de Vicente, un niño adicto a la comida para gatos que años más tarde se niega a estudiar en la universidad porque su sueño principal es convertirse —también— en poeta, a pesar de los consejos de Carla, su orgullosamente solitaria madre, y de León, un padre mediocre dedicado a coleccionar autitos de juguete. El poderoso mito de la poesía chilena —un personaje secundario dice, aludiendo a los veredictos de la Academia Sueca, que los chilenos son bicampeones mundiales de poesía— es revisitado y cuestionado por Pru, una periodista gringa que se convierte en testigo accidental de ese esquivo e intenso mundo de héroes e impostores literarios. «La verdadera seriedad es cómica», decía Nicanor Parra, y esta novela sobre poetas que desprecian las novelas lo demuestra brillantemente. El laberinto masculino actual, los trágicos vaivenes del amor, las familias —o familiastras— fugaces, la omnipresente desconfianza en instituciones y autoridades, el deseo valiente y obcecado de pertenecer a una comunidad en parte imaginaria, el sentido de escribir y de leer en un mundo hostil que parece desmoronarse a toda velocidad… Son muchos los temas que este libro hermoso, contundente y desenfadado pone encima de la mesa.
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tema libre (libro)
Esta colección de ficciones, ensayos y crónicas puede entenderse como una fervorosa defensa de la creación literaria, o como un llamado a desobedecer las reglas del juego, o como el resultado de una obsesiva (y compulsiva) reflexión en torno de las palabras. O como todo eso a la vez, o como nada de eso, porque, como anuncia su título, este extravagante y delicioso libro apunta en múltiples direcciones, se resiste a ser una sola cosa.
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