Literatura de andrés felipe solano
corea, apuntes desde la cuerda floja (libro)
Desde 2013, el escritor colombiano Andrés Felipe Solano vive con su esposa Soojeong Yi en el populoso barrio de Itaewon, en Seúl, donde se cruzan viejas familias coreanas, sold
gloria (libro)
Es un luminoso sábado de primavera: 11 de abril de 1970. El célebre cantante argentino Sandro va a convertirse en el primer latinoamericano en actuar en el Madison Square Garde
los días de la fiebre (libro)
En marzo de 2020, Corea del Sur se convirtió en un ejemplo de cómo frenar el Covid-19 y eso podría justificar que este libro fuera un recuento de las medidas que tomaron para l
los hermanos cuervo (libro)
Despuntan los años noventa y en Bogotá truenan bombas. La gente vive de espaldas a la calle y pasa los días con los oídos pegados a la radio. En medio de la extrañeza general,
salario mínimo (libro)
En 2007, Andrés Felipe Solano decidió dejar de ser quien era, un periodista con un buen sueldo y la existencia aparentemente resuelta, para vivir durante seis meses bajo la fal
corea, apuntes desde la cuerda floja (libro)
Desde 2013, el escritor colombiano Andrés Felipe Solano vive con su esposa Soojeong Yi en el populoso barrio de Itaewon, en Seúl, donde se cruzan viejas familias coreanas, soldados norteamericanos, prostitutas del sudeste de Asia, musulmanes y matrimonios mixtos, como el suyo. En este libro, dividido en cuatro estaciones —Invierno, Primavera, Verano, Otoño—, Solano da cuenta de sus trabajos y sus días en Corea a lo largo de todo un año, y registra su vida en un mundo que está en las antípodas de su lugar de origen. Con una mirada que nunca pierde la elegancia, a veces con la actitud de un plácido flaneur, otras con la de un hombre desasosegado, habla aquí de su insólito trabajo como locutor en una radio coreana, de las infinitas y extrañísimas clasificaciones que tiene el sexo pago en aquel país, de los avatares de la relación de pareja, de los amigos y la familia que quedaron en Colombia y que se desdibujan de a poco, hasta construir un mural fascinante y magnético que se lee como un diario de vida y, también, como una crónica desde el centro mismo de un país tan lejano como desconocido.
gloria (libro)
Es un luminoso sábado de primavera: 11 de abril de 1970. El célebre cantante argentino Sandro va a convertirse en el primer latinoamericano en actuar en el Madison Square Garden y Gloria será una de las afortunadas asistentes al mítico concierto. A sus veinte años recién cumplidos, la joven recorre las eléctricas calles de Nueva York, que invitan a olvidarlo todo y aprenderlo de nuevo. Tiempo habrá para que lleguen las decepciones, pero no hoy: hoy debería durar para siempre y ser, tal vez, el día perfecto, si es que Gloria logra sacarse de la cabeza las perturbadoras imágenes que vio en los laboratorios fotográficos de AGFA, donde trabaja; si consigue no pensar demasiado en su padre asesinado cuando era niña, o si al irascible e impuntual Tigre le da por aparecer. Tal vez. Cinco décadas más tarde, un hijo se asoma a los años de iniciación de su madre y repara en que sus juventudes, marcadas por el paso por Nueva York exactamente a la misma edad, no son tan distintas. Ese hijo es Andrés Felipe Solano, quien con una mirada resplandeciente pero no exenta de oscuridad, y una prosa tan sincera como sofisticada, rememora en Gloria el momento en que su madre descubrió que el amor es un interminable juego que consiste en balancearse para no caer por el precipicio. Un libro cargado de emociones que concede al lector el privilegio de presenciar el inicio y todos los futuros posibles de una mujer a partir de un día en su vida.
los días de la fiebre (libro)
En marzo de 2020, Corea del Sur se convirtió en un ejemplo de cómo frenar el Covid-19 y eso podría justificar que este libro fuera un recuento de las medidas que tomaron para lograrlo; un reportaje sobre las restricciones lúcidas o polémicas del país que nunca mirábamos —el mismo de Parásitos— o un ensayo sobre todo aquello que los asiáticos hacen diferente. Podría ser un texto especulativo sobre el futuro de la sociedad y sobre cuáles son los límites de la privacidad frente al bien común. Podría ser todo eso, sí, y tal vez lo sea, pero ante todo es un testimonio literario de alguien que vio perplejo cómo su mundo se sacudía durante cien días febriles. Es decir, un libro sobre lo que hemos sentido todos y sobre las preguntas que demoraremos años en responder. Las plagas medievales nos pusieron a pensar de una forma diferente en Dios, nos plantearon por primera vez la duda sobre su existencia. Este nuevo virus, ¿qué pregunta nos hace? ¿Serán las brigadas de desinfección los nuevos bomberos? ¿Cómo nos relacionaremos emocionalmente a través de las mascarillas? ¿Cómo será la soledad compartida en compañía de veinte personas en una sala de conciertos habilitada para trescientos? Andrés Felipe Solano se detiene en lo cercano, lo doméstico, lo cotidiano, para contarnos el nacimiento de un mundo nuevo, de un mundo desprovisto de sombras.
los hermanos cuervo (libro)
Despuntan los años noventa y en Bogotá truenan bombas. La gente vive de espaldas a la calle y pasa los días con los oídos pegados a la radio. En medio de la extrañeza general, dos hermanos adolescentes se inscriben por primera vez en un colegio. Sus misteriosas vidas pronto generan todo tipo de teorías: que son hermafroditas, que se fugaron de un orfanato, que descuartizan terneros en la casona donde viven con su abuela. Pero la realidad, descubre Nelson, un compañero de clase, resulta más apabullante: detrás de sus espectrales rostros se esconde la historia de una familia marcada por el desarraigo, historia que se remonta a las heroicas arengas de un locutor radial de ciclismo, a un tricampeón de la Vuelta a Colombia y a una joven fugitiva que se rebela contra su férrea madre. Por partes iguales novela de aprendizaje, crónica deportiva y relato de carretera, Los hermanos Cuervo nos arroja, con ímpetu, a descubrir los secretos de una genealogía tan insólita como el país donde tiene lugar esta ficción.
salario mínimo (libro)
En 2007, Andrés Felipe Solano decidió dejar de ser quien era, un periodista con un buen sueldo y la existencia aparentemente resuelta, para vivir durante seis meses bajo la falsa identidad de un obrero en la ciudad de Medellín, Colombia. Partió de Bogotá un día de marzo con apenas tres mudas de ropa, champú, jabón y desodorante y, en Medellín, alquiló una habitación en un barrio popular con un pasado violento y empezó a trabajar en una fábrica textil. Las reglas eran rígidas: nadie podía saber cuál era su verdadera identidad ni lo que estaba haciendo, no podía recurrir a ayuda monetaria de ningún tipo, y debía subsistir sólo con lo que le pagaran, el salario mínimo de 484.500 pesos por mes. Así, de un día para otro, ingresó en un mundo en el que el dinero era tan escaso que, en ocasiones, tenía que decidir entre comprar hojas de afeitar o un remedio para la gripe porque no le alcanzaba para ambas cosas. Trabajó diez horas por día de pie, sin más descanso que los quince minutos del almuerzo, ambicionando cosas tan simples e inalcanzables como un churro relleno o un viaje en taxi. Medio año después, cuando regresó a Bogotá, arrasado por esta experiencia en la que se había embarcado sin más expectativa que la de contar una buena historia, era otra persona.