El grave atentado sufrido por el cónsul de Francia en 1957 altera la calma de Larache, importante ciudad del norte de Marruecos durante los años del Protectorado, donde conviven de forma apacible las tres culturas. «Mi vida por la suya», suplica a Dios la adolescente ante la mirada aviesa de su madre. El triángulo amoroso que conforman, el cónsul, la adolescente, y su madre (una antigua actriz de teatro), es el telón de fondo de una investigación llevada a cabo por el cónsul, con ayuda de la legendaria duquesa de Guisa, que destapa asuntos terribles y pone en serio peligro la vida de los protagonistas… Mientras tanto, la proclamación de la independencia amenaza la pluricultural existencia de esa sociedad modélica… A la violencia de ese mundo que se hunde, se une la interna de unos personajes que navegan por aguas cenagosas, bajo los focos de la hiriente claridad de África…

Clara proyecta abandonar a su marido para ir en busca, del que ella considera, “el amor de su vida”, al que dejó en la vieja Europa cuando emigró a Canadá cuatro años atrás, pero se encuentra atascada entre su profundo sentido del deber, la culpabilidad, y el impulso irresistible del amor… En ese país de invierno, a la vez que descubre un mundo y un modo de vida diferentes, Clara tratará de resolver su conflicto. Allá conocerá a personas singulares y vivirá situaciones que romperán sus moldes y que la llevarán a coquetear con la muerte. Aprenderá también, sobre todo, el arduo, pero irrenunciable camino, hacia la libertad…