Después de ser testigo de un asesinato, Laura acepta regresar al lugar de los hechos con dos policías de incógnito para intentar localizar a los asesinos. Mientras no los detengan, su vida no podrá volver del todo a la normalidad. Lo que no podía imaginar era que el inspector Hugo Casas removería algo en su interior de manera explosiva.Por su parte, Hugo tampoco esperaba que la joven a la que debe proteger despertara en él una pasión que no ha sentido nunca.El problema: los dos están comprometidos y a punto de casarse con otras personas. Por lo tanto, a pesar de las chispas que saltan entre ellos, ambos niegan sus sentimientos. Pero cuando el caso se complica de manera inesperada, se verán obligados a enfrentarse a lo que sienten.

Un solo baile es suficiente para que dos desconocidos se enamoren perdidamente.   Carol Boutella nunca había conocido a ningún hombre que la cautivara como el desconocido con el que baila durante la gala de los O’Sullivan. Cada célula de su cuerpo le pide rendirse a él... pero entonces descubre que es un policía. Uno de los policías que está investigando a su familia por unos oscuros delitos que ella desconocía. Creyendo que su interés sólo forma parte de la investigación, se aleja de él. Olvidarlo ya es otra cuestión. La noche que Jake Mulligan conoce a la joven y dulce Carol, su mundo acaba patas arriba. Es una Boutella. Es una sospechosa. Pero, por más que intenta evitarlo, no puede dejar de pensar en ella. Carol ocupa todos sus sueños y todos sus pensamientos, despierta en él una pasión que no había sentido nunca. Y es una criminal. Mientras la vida fácil e inocente de Carol se desmorona, no puede quitarse de la cabeza al policía que considera culpable de todo. Lo mismo le sucede a Jake, que ve cómo los principios que lo llevaron a hacerse policía se resquebrajan. ¿Qué estaría dispuesto a hacer por ella? A pesar de todo, los dos saben que deben mantenerse bien lejos el uno del otro, pero la casualidad y las circunstancias tienen otros planes para ellos. Y es que amarse era lo último que debían hacer.

Una periodista y un policía que se pasan el día discutiendo. Obligados a colaborar, tanto sus corazones como sus vidas correrán un grave peligro.Marina siempre ha sabido que Adam era un rompecorazones sin remedio, por lo que hace muchos años que enterró los sentimientos que despertaba en ella. Y Adam… Adam siempre ha tenido claro que no caería en las garras de ninguna relación. Así que directamente evita a las mujeres que podrían provocarle una molesta adicción. Como Marina.Como consecuencia, hace años que Marina y Adam se llevan como el perro y el gato. Cada vez que coinciden, lo mejor que le puede pasar al mundo es que se ignoren el uno al otro.Sin embargo, cuando desaparece un hombre que facilitaba información a Marina para unos artículos de denuncia, Adam es la única persona a la que puede recurrir para que le ayude a encontrarlo de forma discreta.Tener que trabajar juntos será un auténtico reto para ambos. ¿Conseguirán ponerse de acuerdo? ¿Y qué hacer con la fuerte atracción que sienten el uno por el otro y que intentan esconder?Pero con su trabajo, Marina ha puesto en el punto de mira de la justicia a gente dispuesta a llegar muy lejos para evitar ser capturados. Adam y ella no tardarán en descubrir que están en peligro tanto sus corazones como sus vidas.

Un encuentro inesperado. Una vieja llama. Una venganza por cumplir. Cuando Sara se reencuentra con el hombre que le rompió el corazón doce años atrás, no puede imaginar que alguien acabará intentando matarla por su culpa… Sara viaja sola a Providenciales con la esperanza de cargar las pilas y resolver su fuerte crisis personal. Sin embargo, el destino no se lo piensa poner tan fácil: allí coincide con él, con Javi. Él asegura que no es el hombre que ella cree, que es otro Javi. La verdad es que dice eso porque no puede confesar su verdadera identidad, porque hacerlo podría ponerlos en peligro a ambos. Pero la prudencia de Javi deja de ser necesaria cuando alguien de su pasado reaparece dispuesto a cumplir una venganza pendiente. Obligados a huir juntos, y mientras una vieja e inconfesable pasión renace, Sara y Javi deberán emprender una investigación que amenaza con sacar a la luz oscuros secretos del pasado. Y hay alguien que no quiere que eso suceda

Un policía de moral intachable. Una sospechosa tan tentadora como misteriosa. El inspector de policía Samuel Schwartz es un perfeccionista que nunca permitiría que nada se interponga entre él y su trabajo. Absolutamente nada, ni siquiera una mujer. Esto es hasta que tiene que investigar el asesinato de un poderoso empresario y conoce a su hijastra, Valeria Aguilar. Valeria Aguilar, dulce, caótica, tentadora… y enigmática. Samuel sabe que ella esconde secretos, pero no logra frenar la atracción que lo empuja irremediablemente hacia ella. ¿Será Valeria Aguilar su perdición? Valeria Aguilar lleva muchos años guardando secretos relacionados con su padrastro. Por necesidad, ha aprendido a esconder verdades y sentimientos. Es muy buena en ello. Hasta que entra en su vida un irresistible policía de ojos azules, Samuel Schwartz, que parece ser la única persona capaz de ver más allá de lo que ella muestra al mundo. Valeria quiere contarle la verdad, pero no puede. Son secretos inconfesables, secretos peligrosos que pueden acabar con la carrera de Samuel, que amenazan con romperles el corazón en mil pedazos a ambos y que ponen en peligro la vida de Valeria…

Él no la quiere como ayudante. Ella no se dejará pisotear. ¿Será el fin del mundo o el inicio de algo inesperado? CarlaSi el aspecto físico fuera un reflejo de nuestro interior, mi jefe sería un ogro de piel verde, orejas raras y más feo que un mono narigudo. Pobres monos narigudos, ahora los he insultado.En fin, que parece que mi jefe vaya todo el día con un limón en la boca. Y ahora me piden que yo sea su asistente durante unas semanas. No estoy en el mejor momento de mi vida y será todo un reto, pero resistiré. Puede que él sea un borde de mucho cuidado, pero yo… yo no me dejo pisotear por nadie. HéctorLa asistente de dirección que me han puesto es… es… Me da igual que sea de forma temporal, ¡es insufrible! Es respondona, ruidosa, se burla de mí y esas zapatillas moradas que siempre viste gritan rebeldía a pleno pulmón. Una rebelde, eso es lo que es. ¡Y no puedo despedirla! Seguro que me escupe en el café.Pero pasan las semanas y descubro que Carla esconde algo debajo de toda esa energía y descaro. Y me temo que ella también me está descubriendo a mí.Debemos tener cuidado. ¿Hasta dónde llegará esto? Ambos nos hemos hecho promesas para no volver a sufrir, pero, a este paso… No, no podemos permitir que suceda.