Alexei Nikolaev. Bendecido con el rostro de un Adonis. Maldecido con unos ojos más fríos que el Ártico y un pasado del que no puede escapar. Su historia es tan trágica como un cuento de Dostoievski. Lleva años en el radar del FBI, pero siempre se las ha arreglado para estar un paso por delante y fuera de su alcance. Cuando me veo obligada a trabajar con él, el fuego se enciende y las cosas se descontrolan. A pesar del deseo que siento por su cuerpo apetitoso y cubierto de tatuajes, la desconfianza entre nosotros es profunda. Sin embargo, a menos que aprendamos a trabajar juntos y a confiar el uno en el otro, ambos estaremos muertos.

Cassio King. Mi salvador. Mi enemigo. El hombre que acechaba en las sombras de mis sueños. Se suponía que se casaría con mi prima. Sin embargo, aquí estoy yo... tomando su lugar. He odiado a la familia King desde que tengo memoria. Ciertas cosas son imperdonables. Pero hay más de Cassio de lo que muestra a simple vista. ¿Podré encontrar mi felicidad para siempre y vengar el daño que su familia nos había hecho a mí y a mi padre?

Vasili Nikolaev. Peligroso. Mortal. Y, sobre todo, devastador. Es el rey de New Orleans. Gobernante de la mafia rusa, guapísimo, hermano mayor de mi mejor amiga. Le di todo en la noche de Halloween de mi último año en la universidad. Mi cuerpo. Mi corazón. Mi alma. Con los primeros rayos del amanecer quemó todo en el olvido. Lección aprendida. Seguí adelante. Ahora, cinco años después, tengo novio y una carrera que amo, pero Vasili ha vuelto a mi vida. Una tentación que no necesito. Una cosa es segura: Nikolaev siempre ajusta cuentas. Destruirá todo y a todos, incluyendo a mi novio. La pregunta es... ¿Cuál es el juego final de Vasili? ¿Me destruirá de nuevo o seré el fénix que resurja de las cenizas que dejó? ¿Tomaré lo que siempre he querido? A él.

Luca King. El notorio mujeriego. Un maestro de las aventuras de una noche. Mi sombra constante. Dondequiera que fuera, siempre estaba allí. Hasta que dejó de estarlo. Una noche salvaje en una fiesta de disfraces fue todo lo que tomó. Quedé embarazada, rompí mi compromiso y le fallé a mi familia. Lo peor de todo… no tenía ni idea de quién era el padre de mi bebé. Solo tenía una pista. Un piercing Príncipe Alberto. No es exactamente una evidencia. Mis padres me desheredaron después de que me negara a casarme con los prospectos que me presentaron. No fue mi culpa que me volviera tímida. Los últimos cuatro hombres que conocí terminaron muertos. Era más seguro tener este bebé por mi cuenta. Nuestro mundo era peligroso. Y sin la protección de mi familia... se me estaba acabando el tiempo. Así que no me quedó más remedio que desaparecer, sin dejar rastro de a dónde fui. Eso fue hasta que Luca King me encontró en mi punto más bajo. Tal vez debería haberme esforzado más por permanecer oculta, porque él seguramente sería mi destrucción.

Luciano Vitale. Cruel. Desalmado. Despiadado. Un criminal. Un monstruo. Un asesino. Bellas y Mafiosos nunca estuvieron destinados a estar juntos. Y todavía me enamoré de él, solo para ser destrozada. Lección aprendida. Escapé con nada más que la ropa que llevaba puesta y mi mejor amiga a mi lado. Nos escondimos a simple vista y comenzamos una nueva vida. Justo cuando la vida volvía a la normalidad, nos encontraron. Y fui arrastrada de vuelta al inframundo. Esta vez lo que está en juego es mucho más. Fallar no es una opción. Si tan solo él no fuera mi perdición.

Nico Morrelli. Mi chantajista. Un mentiroso. Le robé. Y cuando vino a cobrar, el dinero ya había desaparecido. Lo utilicé para tratar de salvar a alguien que amaba, pero aun así, no fue suficiente. Ahora Nico Morrelli me está chantajeando por el dinero que tomé. Es despiadado e implacable. El lobo en traje de Armani. El hombre hace que anhele someterme a él. Sin embargo, puede costarnos todo a mí y a mis hijas. Cuando me obligó a entrar en el bajo mundo, destruyó los sacrificios que mi familia hizo para mantenerme a salvo. No puedo convertirme en una herramienta para su venganza. Porque lo que está en juego es mucho más importante. A medida que se revelan mis secretos, ya no estoy segura de en quién confiar. Si tan solo mi corazón no lo deseara tanto.

Raphael Santos. Un criminal. El diablo. El hombre era definitivamente sexy y carismático. La forma en que me miraba me hacía temblar, pero sus ojos sacudían algo muy dentro de mí. Lo odiaba con cada fibra de mi ser. Su familia destruyó la mía. Su padre inició una reacción en cadena que nunca podíadeshacerse. La dinastía Santos dominaba el bajo mundo de Florida. Eran poderosos, violentos y despiadados. La mía una vez gobernó D.C. Él podía tener secretos, pero yo también tenía los míos. Un niño inocente al que protegería con mi último aliento. Mi hijo. Raphael diseñó un plan para conseguir lo que ambos queremos, y sin más opciones, acepté a regañadientes. Incluso sabiendo que habrá consecuencias independientemente del resultado. Sin embargo, en su oscuridad, un fuego ardía con más fuerza. La pasión se volvió más ardiente. El amor se hizo más fuerte. Ahora, no teníamos otra opción que terminar esto. Juntos.

Sasha Nikolaev. El mafioso desquiciado. Engendro de Satanás con pálidos ojos azules. Le hice una promesa hace años. Ciertamente, solo lo hice para que me besara. Pero fue una promesa hecha de todos modos. Así que esperé. Y esperé un poco más. Jamás regresó para cobrarla. Por lo tanto, seguí adelante con mi vida. Nunca hubiera pensado que lo vería el día que caminé hacia el altar. Excepto que allí estaba, esperándome en los bancos de la iglesia. Sasha Nikolaev. Cuando me raptó en medio de la ceremonia, para que todo el mundo lo viera, las cosas se complicaron. Aseguró que yo tenía una deuda que pagar. Mi familia juró venganza. Mi prometido hizo lo mismo. Y ahora, nada volvería a ser igual.