Cuando tenía catorce años, maté por primera vez. Ese día aprendí que la crueldad no sólo habitaba dentro de las paredes de las que habíamos escapado. No ha sido fácil crecer en medio de la guerra. Una lucha para encontrar refugio. Luchando por proteger nuestros cuerpos contra la corrupción de las calles. Nadie se preocupaba por los niños de las calles, quienes tenían que mendigar y robar para comer. Ahora somos The Portland Street Kings. Una familia forjada a través de lealtad, no de sangre. Para sobrevivir a través de esta vida de sueños rotos, nos hicimos fuertes, insensibles y despiadados. Hacemos lo que hay que hacer para mantener a nuestra familia a salvo, vamos a lastimar a todos los que están en nuestra contra. Lo teníamos todo, temidos y respetados por todos en las calles. Entonces ella colisionó en mi mundo Y con ella arribaron los demonios de mi pasado, regresando para atormentarnos a todos.

El pasado de Mackson King es un abismo oscuro y lleno de horror que podría tragarse a los hombres más duros y peligrosos. Un miembro de los notorios Portland Street Kings, es imposible de intimidar, pero puede ser herido. Aprendió de la manera difícil, gracias a ella. Lana. La única mujer capaz de aliviar sus pesadillas y de calmar a sus demonios, era la misma que destrozó su corazón. Ella tomó todos sus tormentos solo para convertirse en uno de ellos. Nacida en una familia que perdió el camino mucho antes de su llegada, Lana Scavello ha aplicado cuidadosamente un interior de acero que protege su corazón de todo daño. Pero eso no significa que no pueda llorar, y ha derramado por Mackson King más lágrimas de las que él alguna vez mereció. Encontró a Lana en su momento más vulnerable, salvándola cuando se sintió la más invisible, él excavó en sus defensas para tallar su propia puerta personal a su alma. Solo para diezmarla, junto con todo lo que ella alguna vez conoció. Ahora, años más tarde, el destino los unió una vez más. El dolor, desgarramiento y traición vuelven a la superficie como una explosión, dejándolos abiertos, doloridos y expuestos. Y ahí es cuando comienza la verdadera historia de amor.