Tal vez pienses que un pequeño grano de trigo no tenga nada importante que contarte. Sin embargo este entrañable libro de cuentos nos muestra que todo lo que nos rodea, por insignificante que parezca, puede regalarnos una enseñanza que merezca la pena. Entre sus páginas, además de las andanzas del vapuleado cereal, encontraremos los relatos de una trucha perdida, un extraterrestre en proceso de aprendizaje, una niña con problemas de insomnio y otras muchas historias cargadas de enseñanzas como las que ya vimos en Próxima estación... el Cielo, la primera obra del autor.

Puede que en la actualidad, con todos los últimos avances tecnológicos, ya no se cuenten tantos cuentos como antes. Por fortuna aún existen personas como Francisco García, maestro de la vieja escuela, que luchando contra esta desaparición nos obsequia con historias a la antigua usanza que gustarán por igual a mayores y pequeños. El presente libro contiene un buen puñado de cuentos originales y cargados de enseñanzas morales, didácticas y espirituales. Relatos como las travesuras del Martinico, los problemas del caracol en el paraíso e incluso un truco casi infalible para memorizar la tabla de multiplicar os esperan entre sus páginas.