Literatura de frank ford
balas para los canallas (libro)
Turk Miller acabó de limpiar y engrasar sus armas. Era un hombre alto, de caderas estrechas y anchas espaldas, característica de los hombres que pasan la mayor parte de su vida
las ardientes arenas del tchad (libro)
Jules Moreau sorbió una parte del «Martini» que tenía sobre la pequeña mesa del Club «Papillon». El joven se encontraba muy satisfecho, sobre todo si se tenía en cuenta que aca
balas para los canallas (libro)
Turk Miller acabó de limpiar y engrasar sus armas. Era un hombre alto, de caderas estrechas y anchas espaldas, característica de los hombres que pasan la mayor parte de su vida sobre la silla de sus caballos. La nota más sobresaliente de sus facciones, correctas, la daban sus pálidos y penetrantes ojos en su tez morena. Clenn Hetch, a su lado, acabó también de limpiar y engrasar sus armas. Un pesado rifle 'Sharp' y dos 'Colts' de calibre 45. Clenn tenía bastante más edad que su compañero. Su rostro, extremadamente alargado, mantenía siempre la expresión más lúgubre que pueda imaginarse.
las ardientes arenas del tchad (libro)
Jules Moreau sorbió una parte del «Martini» que tenía sobre la pequeña mesa del Club «Papillon». El joven se encontraba muy satisfecho, sobre todo si se tenía en cuenta que acababa de cobrar el importe de su último trabajo fotográfico para la revista «Stampa». Aquel reportaje sobre los «tuaregs» le había salido de maravilla... Una ráfaga de suave perfume le anunció la llegada de su novia. Dos años de relaciones y cada vez que la veía se le encandilaban los ojos. En el mundo debía haber muchas chicas guapas, pero él no la cambiaba por ninguna. La larga cabellera rubia, cayéndole en cascadas sobre los hombros, la naricilla levemente respingona, los ojos azules en cuyo fondo brillaba siempre una chispa de picardía y el tipo esbelto, de senos firmes y líneas bien dibujadas, constituían atractivos más que suficientes para alterar la sangre de cualquier hombre.