Literatura de friedrich christian delius
el paseo de rostock a siracusa (libro)
En el verano de 1988, Paul Gompitz, camarero de Rostock, zarpó con su velero hacia Dinamarca dejando atrás Hiddensee, isla norteña de la, por entonces, República Democrática Al
retrato de la madre de joven (libro)
Un sábado de enero de 1943 una joven alemana recorre las calles del centro de Roma en dirección a la iglesia luterana, donde tiene previsto asistir a un concierto.De ella solo
el paseo de rostock a siracusa (libro)
En el verano de 1988, Paul Gompitz, camarero de Rostock, zarpó con su velero hacia Dinamarca dejando atrás Hiddensee, isla norteña de la, por entonces, República Democrática Alemana.Había esperado una noche propicia y unos vientos favorables para franquear por mar la frontera de la RDA y alcanzar las costas occidentales como hicieron otros muchos antes de él.Sin embargo, el caso del camarero de Rostock gozó de cierta repercusión en la prensa occidental porque, a diferencia de sus compatriotas fugados, Gompitz no manifestaba la intención de huir hacia la libertad de Occidente. A Gompitz no le resultaba insoportable la vida en el Este. Su temeraria travesía, planeada durante años, debía llevarlo a Trieste, y en último término a Siracusa, emulando el viaje que su adorado Seume inmortalizó en el Paseo a Siracusa en el año 1802.
retrato de la madre de joven (libro)
Un sábado de enero de 1943 una joven alemana recorre las calles del centro de Roma en dirección a la iglesia luterana, donde tiene previsto asistir a un concierto.De ella solo conocemos sus pensamientos, que fluyen en un crescendo emotivo hasta perfilar a la perfección el retrato de una joven inocente de veintiún años, embarazada de ocho meses y recién llegada a la capital italiana en busca de su marido, un oficial de la Wehrmacht repentinamente movilizado a África.Página tras página, las reflexiones de la protagonista y las callejuelas de Roma se entrelazan hasta confundirse, y la mente reconstruye sus sueños y esperanzas por el niño que está a punto de nacer. La ingenuidad de las primeras reflexiones da paso a preguntas más profundas e inquietantes sobre el futuro de la guerra y de Europa. Solo la fe y la música de Bach, en este atardecer romano, parecen sugerir una respuesta, haciendo vacilar las débiles certezas de la protagonista. El narrador de este paseo por las calles de Roma no es otro que el propio hijo de la protagonista, quien consigue con una extraordinaria habilidad narrativa unir historia y sentimientos.