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Literatura de guillermo cabrera infante
así en la paz como en la guerra (libro)
En estos relatos vemos, tanto los modos de vida en la ciudad de La Habana de la época como retazos autobiográficos del autor o las denominadas «viñetas» por Guillermo, esas bre
cine o sardina (libro)
En estas páginas está el mejor Cabrera Infante, el memorioso, el fanático del cine capaz de mezclar la ficción con la vida; la mirada, unas veces tierna, siempre irónica, de qu
cuerpos divinos (libro)
Las revoluciones son el final de un proceso de las ideas, no el principio, y es siempre un proceso cultural nunca político. Cuando interviene la política —o mejor los políticos
delito por bailar el chachachá (libro)
«Los tres cuentos de este libro están hechos de recuerdos. Dos ocurren en el apogeo del bolero, el tercero después de la caída en el abismo histórico. El tiempo es por supuesto
ella cantaba boleros (libro)
Ella cantaba boleros es producto de las recomendaciones de dos escritores y amigos de Guillermo Cabrera Infante: Mario Vargas Llosa y Javier Marías. El primero le aconsejó que
escritos de cine (libro)
Las tres colecciones de artículos sobre cine de Guillermo Cabrera Infante en un estuche que se disfruta como una función. Director de la cinemateca de Cuba y crítico de cine en
la habana para un infante difunto (libro)
«La Habana para un infante difunto» (1979). Es la iniciación amorosa y erótica de un niño en una ciudad, en blanco y negro, que termina coloreándose a medida que se hace elegía
la ninfa inconstante (libro)
La ninfa inconstante narra la aventura sentimental de un crítico de cine y una adolescente, recorriendo La Habana. Ella huye de su casa, él de su matrimonio. Ella, Estela, es u
mapa dibujado por un espía (libro)
Entre los textos inéditos dejados por Guillermo Cabrera Infante al morir, está «Mapa dibujado por un espía». Se trata de una autobiografía novelada en la que el autor narra su
mea cuba (libro)
«Mea Cuba» es un sostenido «Yo acuso» sin ser Zola para exorcizar a los malos espíritus políticos con un «¡Sola vayas!». Lo encomiendo ahora a los buenos espíritus políticos y
puro humo (libro)
Holy Smoke , un título usurpado ahora por otros, fue publicado en Londres y Nueva York en 1985 y republicado en ediciones diferentes en ambas ciudades en 1997. No sólo Holy Smo
todo está hecho con espejos (libro)
Los diecisiete relatos del libro se vinculan entre sí por la presencia constante de una voz narrativa en primera persona, por su común espacio cubano y habanero (salvo en un ca
tres tristes tigres (libro)
Tres tristes tigres es la novela más audaz del llamado «boom» hispanoamericano de los años sesenta, un hito esencial en la narrativa hispánica y una de sus mayores muestras en
tres tristes tigres (edición montenegro-santí) (libro)
Tres tristes tigres es la novela más audaz del llamado boom hispanoamericano de los años sesenta, un hito esencial en la narrativa hispánica y una de su mayores muestras en la
un oficio del siglo xx (libro)
Caín nació, qué dicha, en la ducha y fue el único crítico preparado para el cine odorante que tanto temió Chaplin. Sentada a su lado una de sus muchas muchachas, al par que mir
vidas para leerlas (libro)
Siguiendo el espíritu de que «toda biografía aspira siempre a la condición de historia» Guillermo Cabrera Infante realiza en este libro un apasionante recorrido literario por l
vista del amanecer en el trópico (libro)
Posicionado entre la historia y la poesía en prosa, Guillermo Cabrera Infante repasa los avatares de su Cuba natal desde los tiempos en que la isla surgió del océano hasta los
así en la paz como en la guerra (libro)
En estos relatos vemos, tanto los modos de vida en la ciudad de La Habana de la época como retazos autobiográficos del autor o las denominadas «viñetas» por Guillermo, esas breves narraciones que tanto gustaban al autor.Guillermo escribe, muchas veces (hay quien dijo que demasiadas) en «cubano» en esa lengua escrita tal como se habla que tanto usan las clases populares en la América de habla hispana y que algunos escritores han reflejado en sus libros. Este uso de la lengua «tal como se habla» siempre ha supuesto un acercamiento a lo popular y, sobre todo, refleja con mucha más fidelidad el ambiente, la forma de ser de los personajes, las diferentes personalidades que nos vamos encontrando en sus historias. Así, poco a poco, Cabrera nos va explicando la vida prerrevolucionaria en La Habana e introduciendo los inicios de la revolución en su pueblo, Guillermo, como uno de los escritores implicados que fue, intenta enseñar a su pueblo (y al mundo poco después) qué significa ser libre (o todo lo contrario).
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cine o sardina (libro)
En estas páginas está el mejor Cabrera Infante, el memorioso, el fanático del cine capaz de mezclar la ficción con la vida; la mirada, unas veces tierna, siempre irónica, de quien no puede imaginar el mundo sin películas. La vida se puede concebir sin sardinas, nunca sin el cine. Es éste un libro de libros, el resumen de una vida que parece muchas vidas dedicadas a la pasión por el cine. Guillermo Cabrera Infante nos habla de cine profundizando en su propia experiencia cinéfila y en sus gustos a la hora de sentarse ante la pantalla, combinando erudición, crítica y humor. El resultado es una magnífica obra de divulgación cinematográfica y también la crónica de cómo el cine clásico podía marcar la vida de varias generaciones hasta el punto de configurar, como un elemento más, un marco de vivencias propias.
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cuerpos divinos (libro)
Las revoluciones son el final de un proceso de las ideas, no el principio, y es siempre un proceso cultural nunca político. Cuando interviene la política —o mejor los políticos— no se produce una revolución sino un golpe de Estado y el proceso cultural se detiene para dar lugar a un programa político. Guillermo Cabrera Infante retrata en Cuerpos divinos, el libro en el que estuvo trabajando casi toda su vida y que ahora finalmente ve la luz, los momentos previos e inmediatamente posteriores a la huida de Batista y la llegada de Castro al poder. Como él mismo afirmó, «quise escribir una novela y me salió una biografía velada».
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delito por bailar el chachachá (libro)
«Los tres cuentos de este libro están hechos de recuerdos. Dos ocurren en el apogeo del bolero, el tercero después de la caída en el abismo histórico. El tiempo es por supuesto diverso, pero el espacio, la geografía (o si se quiere, la topografía: todos los caminos conducen al amor) es la misma. Los personajes son intercambiables, pero en el tercer cuento el hombre es mas decisivo que la mujer en la única narración en primera persona, que no lo parece. A pesar de que sus reflexiones —mirándose vivir en un espejo dialéctico— son todas literarias o referidas a un solo libro. La ciudad es siempre la misma. ¿Tengo que decir que se llama La Habana?». Guillermo Cabrera Infante
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ella cantaba boleros (libro)
Ella cantaba boleros es producto de las recomendaciones de dos escritores y amigos de Guillermo Cabrera Infante: Mario Vargas Llosa y Javier Marías. El primero le aconsejó que publicara Ella cantaba boleros como narración independiente, en lugar de incluirlo en Tres tristes tigres a manera de hilo conductor. Por su parte, Marías le hizo notar que el último capítulo de La Habana para un infante difunto era perfecto y que debería publicarse por separado. Así pues, en este libro las dos narraciones se encuentran, en palabras de su autor, «juntas y revueltas», aunadas en última instancia por la inventiva, el humor y el erotismo característicos de su literatura.
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escritos de cine (libro)
Las tres colecciones de artículos sobre cine de Guillermo Cabrera Infante en un estuche que se disfruta como una función. Director de la cinemateca de Cuba y crítico de cine en su juventud, guionista de Hollywood en su madurez, Guillermo Cabrera Infante fue un apasionado cinéfilo toda su vida. El presente estuche reúne sus tres colecciones de ensayos sobre el tema: Un oficio del siglo xx, Arcadia todas las noches y Cine o sardina. En ellas brillan su espíritu lúdico y la fina ironía, que nos ayudan a comprender el sentido, el contexto y la factura del séptimo arte. De texto en texto y de mirada en mirada, Cabrera Infante repasa la obra de Orson Welles, Alfred Hitchcock, Howard Hawks, John Huston o Vincente Minnelli, así como una plétora de películas clásicas y modernas. Si el cine es el protagonista indiscutible, el crítico-escritor no deja de darle la réplica. Del diálogo entre la pantalla y la palabra surgen textos que no solo aportan una valiosa información, sino que se disfrutan como verdaderas funciones. Sobre el autor y la obra: «Para los que estudiábamos cine, Un oficio del siglo XX era un libro de cabecera.» Fernando Trueba «Ha convertido la crítica cinematográfica en un género literario gracias a su riqueza verbal y a su imaginación.» Mario Vargas Llosa «Cabrera Infante es casi una enciclopedia del cine hollywoodense.» Jacobo Machover, Revista de Libros
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la habana para un infante difunto (libro)
«La Habana para un infante difunto» (1979). Es la iniciación amorosa y erótica de un niño en una ciudad, en blanco y negro, que termina coloreándose a medida que se hace elegía y crónica del ayer. En el libro todo es parodia de principio a fin. Amor y humor recorren sus páginas haciendo burla de los besos, chistes de las copulaciones, en una búsqueda de la mujer interminable como los recuerdos de La Habana y los fracasos personales del buscador, con un erotismo que vive gracias al arte de la palabra, al enlace erótico de la escritura. Para Cabrera Infante la mujer es un ser fascinante digno de amor. «La Habana para un infante difunto» es un homenaje poético a lo femenino.
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la ninfa inconstante (libro)
La ninfa inconstante narra la aventura sentimental de un crítico de cine y una adolescente, recorriendo La Habana. Ella huye de su casa, él de su matrimonio. Ella, Estela, es una casi niña, huraña, arisca y de rara belleza. Obstinada, con una ferocidad erótica y un desapego sentimental suicida, que, unidos a un notable analfabetismo, contrastan con la pasión un poco incomprensible de él y, desde luego, con su lenguaje, cultísimo, lleno de referencias, de latines y de ingleses. Así que La ninfa... cuenta una historia disimétrica. En la edad, en los sentimientos, en la conversación, y precisamente la conversación es la que hace la novela: memoria de las palabras pronunciadas, por él, y nunca entendidas por ella; de los viajes de antro en antro, de los actos. Y actos quiere decir actos, pero el sexo, con ser el único motor de la historia narrada, no es lo más importante de la novela. Tiene una presencia fría, casi ajena: yo diría que es un pretexto (y literalmente lo es) para justificar ese largo soliloquio contado rigurosamente en primera persona. ¿Qué piensa Estela, Estelita? Eso se lo pregunta el narrador protagonista antes, durante y después de su relación amorosa, llamémosle así. Y que no nos lo cuente, sino sólo sus palabras anticlimáticas, habla de ese rigor del escritor respecto a su trabajo, monumento autónomo de palabras, pero mirada dentro de los límites del conocimiento real. ¿Cómo saber qué piensa Estela?, ¿cómo saber qué piensa nadie más que uno? Pues si no se sabe, no se cuenta. Pero ésta no es otra de esas historias de amor en la que un maduro intelectual queda atrapado por la belleza de una ingenua adolescente, porque Estelita tiene un plan que es de todo menos inocente. De fondo, música de bolero y una Habana ruidosa y sensual. Puro Guillermo Cabrera Infante. Pero era un secreto a voces que Cabrera Infante escribió durante sus últimos años una nueva novela que ampliaría su fresco de La Habana anterior a 1959, con numerosas pinceladas autobiográficas: «Según la física cuántica se puede abolir el pasado o, peor todavía, cambiarlo. No me interesa eliminar y mucho menos cambiar mi pasado. Lo que necesito es una máquina del tiempo para vivirlo de nuevo. Esa máquina es la memoria». La ninfa inconstante muestra a las claras todas las facetas del estilo de Cabrera Infante: los juegos de palabras que tanto fase a ese infatigable explorador del lenguaje, sus referencias cinematográficas y literarias, el gusto por las expresiones del habla popular y ese personalísimo y exquisito sentido del humor que puebla cada una de sus páginas.
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mapa dibujado por un espía (libro)
Entre los textos inéditos dejados por Guillermo Cabrera Infante al morir, está «Mapa dibujado por un espía». Se trata de una autobiografía novelada en la que el autor narra su retorno a Cuba unos años después de la Revolución para asistir al entierro de su madre. El libro gira al entorno de una Cuba redescubierta donde la revolución ha ido empobreciendo a la población y atemorizándola ante la represión política. El encarcelamiento de los homosexuales, el silenciamiento de los escritores críticos, el cierre de empresas y negocios particulares son muestra del deterioro de un país y una sociedad que tantos sueños había alimentado. La mirada lúcida y descarnada de Cabrera Infante pasa revista a una realidad que muchos en aquellos años y todavía décadas después se obstinaron en ignorar.
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mea cuba (libro)
«Mea Cuba» es un sostenido «Yo acuso» sin ser Zola para exorcizar a los malos espíritus políticos con un «¡Sola vayas!». Lo encomiendo ahora a los buenos espíritus políticos y literarios. Un crítico español dijo con ocasión de su salida que este libro es un panfleto. Recojo el guante para proclamar que sí, que es un panfleto —por la democracia y la libertad—. El más grande escritor cubano de todos los tiempos, José Martí, también fue acusado —y acosado— de panfletario en vida, y aun después de muerto, por las almas viles. Qué mejor maestro entonces en el arte de fustigar a los enemigos de Cuba de dentro y de fuera. Puedo repetir con mi Martí: Tolle lege. Que quiere decir: «Toma, lee».
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puro humo (libro)
Holy Smoke , un título usurpado ahora por otros, fue publicado en Londres y Nueva York en 1985 y republicado en ediciones diferentes en ambas ciudades en 1997. No sólo Holy Smoke sino Tres tristes tigres, Writes of Passage (el título inglés de Así en la paz como en la guerra) y Punto límite: cero (Vanishing Point) la película han sido robados descaradamente por el cine y editores amigos de lo ajeno. (Declara Cabrera Infante: «Si los títulos tuvieran copyright yo sería rico».) Holy Smoke fue celebrado en todas partes, pero sobre todo en Inglaterra y en USA. Dijo Anthony Burgess en su crítica de entonces: «Mr. Infante escribe un inglés extraordinario». Mientras Susan Sontag opinó: «Nos parece ahora en extremo extraordinario que alguien pueda escribir una prosa brillante en más de un idioma: nos maravillamos ante un Nabokov, un Beckett, un Cabrera Infante». Holy Smoke fue publicado en tierras diversas como Alemania y Grecia. Ahora aparece en español en una traducción no por demorada menos idónea —que no es una versión sino una reescritura que la lengua hace posible. Puro humo es varios libros a la vez: una historia del tabaco que empieza con su descubrimiento en 1492 por un marino de la nao capitana, Rodrigo de Jerez en Gibara, Cuba (Gibara es también la tierra en que nació el autor), es además una celebración del tabaco y del fumar esa hoja extraña —y una rapsodia en que intervienen el cigarrillo y la pipa. Pero es más que nada una crónica erudita de la relación entre el puro y el cine. No es por gusto que en la portada aparezca Groucho Marx en su sofá a la espera de su musa —o de un analista. En realidad Groucho sólo quiere que alguien le dé fuego a su habano. Este libro lo hace por él, para convertir al puro en fuego y ceniza.
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todo está hecho con espejos (libro)
Los diecisiete relatos del libro se vinculan entre sí por la presencia constante de una voz narrativa en primera persona, por su común espacio cubano y habanero (salvo en un caso, que tiene Londres por escenario), por su ejercicio del humor y por la creativa manipulación del lenguaje. Otros datos de carácter ideológico sirven también como nexo de unión: el antisocialismo y la denuncia de los efectos negativos en lo económico y en el ejercicio de la libertad de un sistema político opresivo. En fin, reiteradas alusiones o noticias relativas a la persona del autor (que no debe identificarse siempre con el yo narrador) dan a todo el libro un tono autobiográfico uniformador. La suma de estos detalles produce un efecto peculiar que tiene que ver con una característica de ciertos escritores que ha definido muy bien José Saramago a propósito de su obra. Se trata de una proximidad entre autor y lector cuya consecuencia consiste en que éste lee a aquel por encima del propio texto. También en el caso de Cabrera Infante predomina el escritor sobre las historias concretas que cuenta. O, en buena medida, las anécdotas funcionan como variantes de la personalidad global del autor constituida por unos cuantos rasgos: ideas polémicas y contundentes, desenfado anecdótico y expresivo, y jugueteo verbal. Variado, en fin, es el irregular grado de acierto de los cuentos. Uno de ellos desmerece del reto de creatividad exigible a todo escritor personal ("Madre no hay más que una" repite ese macabro chiste archisabido del que ingiere por error las cenizas de un pariente). Algún otro apenas tiene más mérito que el ingenio ("Listas"). Pero al lado, varios deslumbran por su inventiva verbal (los hechos a base de monólogos coloquiales) o por su intensidad sentimental ("La voz de la tortuga", "Josefina"). Y alguno alcanza esa cima de la pieza magistral. Véase, si no, la sabia mezcla de ritmo, ideas y emociones en "Delito por bailar el chachachá". Con este Cabrera Infante cuentista tenemos a un narrador versátil, mago de la palabra, satírico a veces y siempre ameno, sin detrimento de una hondura emocional y de un poso de amargura y tristeza que equilibran su frecuente y desgarrada comicidad.
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tres tristes tigres (libro)
Tres tristes tigres es la novela más audaz del llamado «boom» hispanoamericano de los años sesenta, un hito esencial en la narrativa hispánica y una de sus mayores muestras en la tradición moderna y posmoderna. Publicada en 1967, año clave en la historia del «boom» —coincide con Cien años de soledad—, representa dentro de ese cuerpo de por sí experimental un experimento mayor con el lenguaje, con las estructuras narrativas y con la imaginación literaria. El texto escrito, según Cabrera Infante, «en cubano», que no en español, se caracteriza por sus abundantes juegos de palabras que parten del relajo o humor típico del pueblo cubano. Tres tristes tigres es, en palabras de su autor, «una galería de voces, casi un museo del habla cubana, en la que generaciones por venir podrían oír hablar a sus ancestros». Una recreación nostálgica de La Habana de 1958, y en especial de su vida nocturna. Un canto a la ciudad, que recrea y mitifica, reescribiendo la «historia» de la cultura habanera.
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tres tristes tigres (edición montenegro-santí) (libro)
Tres tristes tigres es la novela más audaz del llamado boom hispanoamericano de los años sesenta, un hito esencial en la narrativa hispánica y una de su mayores muestras en la traducción moderna y posmoderna. Publicada en 1967, año clave en la historia del boom —coincide con Cien años de soledad—, representa dentro de ese cuerpo de por sí experimental un experimento mayor con el lenguaje, con las estructuras narrativas y con la imaginación literaria. El texto escrito, según Cabrera Infante, «en cubano», que no en español, se caracteriza por sus abundantes juegos de palabras que parten del relajo o humor típico del pueblo cubano. Tres tristes tigres es, en palabras de su autor, «una galería de voces, casi un museo del habla cubana, en la que generaciones por venir podrían oír hablar a sus ancestros». Una recreación nostálgica de La Habana de 1958, y en especial de su vida nocturna. Un canto a la ciudad, que recrea y mitifica, rescribiendo la «historia» de la cultura habanera.
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un oficio del siglo xx (libro)
Caín nació, qué dicha, en la ducha y fue el único crítico preparado para el cine odorante que tanto temió Chaplin. Sentada a su lado una de sus muchas muchachas, al par que miraba «Esplendor en la yerba», observó que olía a Heno de Pravia. Era el talco que usaba nuestro crítico. Si digo «nuestro crítico» es por espíritu generoso ya que Caín (cuyo nombre el mismo pronunciaba Cah-hin a veces y no pocas veces Kane, creyéndose un personaje de Welles en «All is Welles»), era mas bien avaro, que él, generoso, escribía siempre avaro, regalándonos el acento en la primera A. Pero Caín no murió en la ducha. Fue Janet Leigh quien hizo aguas letales en «Psicosis». Murió de psitacosis, que es la enfermedad favorita de lores y de loros. Recuerdo que me dijo: «Si te digo que tengo la psitacosis y te quedas como si tal cosa». Es verdad, lo confieso, que permanecí inmutable, pero siempre creí que la frase no era su frase final, sino otra salida de tono al entrar al cine. Pero tal vez murió en el agua después de todo. Una de sus escenas favoritas para producir metáforas era ese momento en que el «Titanic» comienza a hacer agua a babor (¿o es a estribor?) y el capitán cuenta, poco antes de hundirse con su barco, los botes salvavidas: no van a alcanzar. «¡Se soltó la metáfora!», anunció Caín a los náufragos —que no existían más que en su imaginación en la pantalla, la forma común de su imaginación. Nunca fui nada de Caín. Ni siquiera Abel Gance para este Napoleón crítico. Pero hay otra versión de su nacimiento dada por Casiodoro de Reina. Dijo Reina: «… y dio a luz a Caín (y) después dio a luz a su hermano Abel». Esta revelación genética no es apta para mayores porque fue el cine el que dio a luz a Caín. Fueron los hermanos Lumière, Caín y Abel del cinematógrafo, los que dieron luz al cine y al siglo. Pero basta de metáforas literarias y que comiencen las imágenes críticas. Consideren esta nota una flor en la solapa. GUILLERMO CABRERA INFANTE La crítica de cine ha sido —y es todavía— un ejercicio literario dudoso. Muchos expertos capaces de formular nociones estimulantes, resultan ilegibles, porque su prosa es pedestre, cuando no rupestre. Y muchos autores consagrados que publican recopilaciones de sus escritos sobre cine, acostumbran a ser ricos en estilo pero pobres en ideas. De ahí que el caso de Guillermo Cabrera Infante sea excepcional. «Un oficio del siglo XX», que recoge sus reseñas cinematográficas en la revista cubana «Carteles» firmadas como G. Caín, fue más que una revelación, un ejemplo. Porque el autor no sólo se expresa con la autoridad de un André Bazin y la pasión de un François Truffaut, escribe con una elegancia desenvuelta y un ingenio devastador, con el confiado aplomo de quien sabe que hasta algo tan subalterno como la recensión de una película es literatura. He leído y releído incontables veces desde entonces esas reseñas y pueblo asegurar que nunca un libro de cine me ha divertido tanto, ni me ha hecho aprender más. Pero «Un oficio del siglo XX» es algo mucho más original que una simple antología. Porque novelista a la vez que crítico, Cabrera Infante entabla con su alter ego un diálogo irónico, que transforma el libro en una ficción borgesiana, en un fascinante juego de espejos donde confraternizan gozosamente la biografía mítica (y burlona), la reflexión sobre el métier de la crítica, la defensa, ilustración y parodia de la cinefilia, entre mil otras cosas. Más que una memoria del crítico que fue, se trata de la afirmación del escritor que ya es. Una fiesta, en suma, para quienes aprecien los placeres del cine y la literatura. Otra buena noticia: los lectores de esta edición disfrutarán de dos textos inéditos, ausentes en las previas ediciones. JOSÉ LUIS GUARNER
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vidas para leerlas (libro)
Siguiendo el espíritu de que «toda biografía aspira siempre a la condición de historia» Guillermo Cabrera Infante realiza en este libro un apasionante recorrido literario por los autores que han marcado su vida, autores como Gastón Baquero, Jorge Carrera Andrade, García Lorca, Severo Sarduy, Alejo Carpentier, José Lezama Lima o Jorge Piñeira, entre otros.
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vista del amanecer en el trópico (libro)
Posicionado entre la historia y la poesía en prosa, Guillermo Cabrera Infante repasa los avatares de su Cuba natal desde los tiempos en que la isla surgió del océano hasta los años inmediatamente posteriores a la Revolución. Entre medias, el territorio entra en la historia de la mano de su primera tragedia, el descubrimiento y la conquista, y va dejando documentos de barbarie conforme avanza en la senda de la civilización. En imágenes nítidas y deslumbrantes como diapositivas, Cabrera Infante ofrece viñetas inolvidables de la colonización, la guerra de independencia, la exploración, la tiranía y la moderna lucha política.
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