Literatura de hwang sok-yong
el huésped (libro)
El título de esta novela sobre la masacre de 1950 en Sinchon, Corea del Norte, es significativo de muchas maneras. Al llamarla «El huésped», nombre con que designan la ciruela
todas las cosas de nuestra vida (libro)
Jeongho tiene catorce años y mirada felina. Lo llaman Ojos Saltones. La escasez de ingresos de su madre les obliga a ambos a trasladarse a Nanjido, la Isla de las Flores, un in
el huésped (libro)
El título de esta novela sobre la masacre de 1950 en Sinchon, Corea del Norte, es significativo de muchas maneras. Al llamarla «El huésped», nombre con que designan la ciruela en la tradición coreana, el autor compara dos ideologías occidentales, catolicismo y marxismo, con una plaga nociva, causa de muchos conflictos mortales. En otro sentido, El huésped se refiere a los seres sin raíces que todavía deben hacerse autónomos y encontrar un sentido de pertenencia. Por primera vez en muchos años, el reverendo Ryu Yosop, que vive en Brooklyn, Nueva York, está a punto de regresar a su patria, Corea del Norte. Días antes de su partida, su hermano muere en su departamento de Nueva Jersey y Ryu Yosop sufre alucinaciones y pesadillas, Cuando sube al avión hacia Pyongyang con un pequeño hueso de su hermano incinerado, su fantasma aparece y así los dos se dirigen a su pueblo natal, en una jornada hacia la redención espiritual y liberación final de sus sufrimientos.
todas las cosas de nuestra vida (libro)
Jeongho tiene catorce años y mirada felina. Lo llaman Ojos Saltones. La escasez de ingresos de su madre les obliga a ambos a trasladarse a Nanjido, la Isla de las Flores, un inmenso vertedero al oeste de Seúl donde las orquídeas cedieron lugar a la basura y millares de personas malviven en chabolas engarzadas a las montañas de desperdicios. Una sociedad muy jerarquizada y codificada en la que todo, desde el trabajo a la ropa y la manutención, proviene del vertedero, y gana más quien consigue posicionarse mejor en la recuperación de la basura. Ojos Saltones encuentra en Trasquilón, un niño medio calvo, a un amigo que le irá mostrando los secretos de tan sórdido y nauseabundo lugar, donde el alcohol, el juego y la violencia son cotidianos. De la mano de Trasquilón y de una pandilla de jóvenes marginados acudirá al encuentro de los espíritus de los antiguos moradores cuando el lugar era un fértil terreno de cultivo donde se rendía culto a las tradiciones chamánicas. Un mundo invisible donde reina tanta harmonía como falta en el real. Ambientada en la Corea del despegue económico de los años setenta, marcada por la modernización deshumanizada y sin escrúpulos, Hwang Sok-yong nos descubre la otra cara del progreso, la de los marginados y excluidos, la de los desechos humanos que viven de los desechos de la sociedad de consumo. Hwang Sok-yong combina realidad, ficción y fantasía en una novela de tintes dickensianos que, pese a la dureza de la vida que describe, emana lirismo, emociones y buenas dosis de humor. Una novela optimista y esperanzadora que resalta la belleza de vivir, incluso en ambientes que no animan a ello.