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Literatura de john lack
3er grado (libro)
MISS Dorothy Gleymour quiso correr, chillar... pero el terror había paralizado todos sus miembros, y con los ojos desmesuradamente dilatados y el bello rostro descompuesto por
affaire interpol (libro)
El agente de la Interpol Carl Holborn es asesinado en el cumplimiento del deber. Su hermano Tom, también agente de la misma agencia, es encargado de investigar su muerte y de c
ataque al fiord (libro)
Un submarino yanqui se acercaba a las costas septentrionales de Noruega, no muy lejos del fiord de Vestfjord. El piloto dirigía la nave con toda clase de precauciones. El capit
captura sensacional (libro)
El joven, pues no pasaría de los treinta años, inclinóse de nuevo sobre el informe, con un gesto de contrariedad. Eran cerca de las diez de la noche y aún tenía para más de med
con él llegó la muerte (libro)
El viejo «Cantimplora» detuvo el rítmico movimiento del cedazo, pendiente de los tres hombres que, al paso de sus cansados caballos, bordeaban el otro lado de la barranca. Iban
confesión (libro)
La populosa ciudad rusa de Kiev parecía dormir dulcemente mecida en las tranquilas aguas del Dnieper. Quizá contribuía poderosamente a dar aquella impresión la casi total ausen
coraje y plomo (libro)
EL perro levantó la cabeza, estiró el cuello y las orejas, venteó y gruñó. El chiquillo volvió la cabeza hacia él. Luego siguió disparando piedrecitas contra los patos, que ten
decisión antes del amanecer (libro)
Llegué a Corea con el VIII Ejército, destacado por el «Herald News» en momentos harto aciagos para las pocas fuerzas americanas y las maltrechas unidades del Presidente Rhee, r
el 12 de marzo en trieste (libro)
JAMES PECK tomó con marcada indiferencia el telegrama que acababa de entregarle el botones del Hotel Continental de Roma, dando una propina al muchacho, que desapareció, cerran
el millonario (libro)
Los dos caballistas estaban echados sobre los cuellos de los caballos y voceaban a los animales y les espoleaban, tratando de sacarles el máximo rendimiento. La amazona llevaba
el último reducto (libro)
El inspector Keller hizo dar media vuelta a su sillón giratorio, y se levantó con aire pensativo, aplastando el recién iniciado cigarrillo contra el fondo del cenicero de su me
espías en acción (libro)
El inspector Grant hizo una seña con la mano en la semi oscuridad nocturna, y, respondiendo a la llamada, tres sombras se destacaron en la esquina formada por las calles Donver
espías en la city (libro)
Los faros de dos coches rasgaron un momento, con dificultad, la densa niebla que envolvía la londinense Sloane Avenue, para detenerse en la esquina de Fulham Road. Del interior
espionaje internacional (libro)
El profesor Erving levantó la vista de la mesa de trabajo y, distraídamente, se quedó mirando el ir y venir del grotesco pájaro. Un momento después reanudó sus complicados cálc
fango en el canal de suez (libro)
TEDDY Barclay sonrió satisfecho de sí mismo, mientras erguía el atlético busto con cierto aire de importancia, al atravesar la entrada ojival del Museo de Antigüedades Egipcias
hervor subterráneo (libro)
En la ciudad de Tanger, sede de aventureros sin escrúpulos, cuyos corazones, juguetes de deseo y ambiciones turbios cristalizan en el crimen.
la amazona negra (libro)
Los parroquianos de aquel saloon de Amarillo, al norte de Texas, no podían asombrarse por la llegada de dos forasteros. En realidad todos eran más o menos forasteros en aquella
la gran estampida (libro)
ustin Lennox hizo una seña con el brazo a los conductores de los dos carromatos y los hombres tiraron de las riendas. Lennox iba a caballo y volvió grupas. —Desvíense por esa v
la heredera (libro)
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984
la nieve es roja (libro)
La puerta del “Komodie-Theatre”, en el Berlín occidental, se abrió lanzando a la calle el cálido aliento del interior, una bocanada de luz más intensa y a una elegante pareja.
la voz del invisible (libro)
Una voz siniestra, propia de los infiernos, era el único distintivo del más sanginario de los espías. Sus hombres actuaban con precisión matemática en contra de la seguridad na
labor de zapa (libro)
Dos compañeros de trabajo y amigos del Consulado General británico, salen del trabajo y antes de separarse, para ir cada uno a su casa, Quincey le dice a su amigo te veo inquie
los calloway (libro)
BART Calloway dejó descansar el hacha y se limpió con la manga de la camisa de franela a cuadros el sudor que empapaba su rostro, curtido por el sol y el cortante viento proced
los pasatiempos de ivette (libro)
El «Boeing» de la «T. W. A.» había tomado tierra y rodaba por la pista número dos del aeropuerto parisino de Orly. Un joven de unos veintiséis años, embutido en un jersey negro
minas de… plomo (libro)
¡Tramposo, fullero! Ronald White se puso en pie violentamente al pronunciar aquellas palabras. La silla en que estaba sentado salió disparada hacia atrás. El tahúr se quedó bla
misterio escarlata (libro)
ALEXANDRA Micholenko aceptó el ramo de flores que le ofrecía galantemente el hombre, y lo envolvió en una amplia sonrisa de agradecimiento. Los «flashs» de los reporteros se en
new charleston (libro)
Era domingo. El reloj del Ayuntamiento marcaba las diez y media. Los habitantes del poblado ganadero de Glenrock estaban reunidos sin apenas excepciones en la iglesia. Un domin
ojos en la niebla (libro)
Los faros de dos coches rasgaron un momento, con dificultad, la densa niebla que envolvía la londinense Sloane Avenue, para detenerse en la esquina de Fulham Road. Del interior
orgia de plomo (libro)
EN 1874, la ciudad de Ada, a escasas millas al sur de la curva más meridional del río Canadian, al pie de los montes Arbuckle, en Oklahoma, distaba mucho de tener la importanci
revólver solitario (libro)
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984 Brent Hayes tiró las botas y metió los pies en el agua. Puso car
sabotaje aéreo (libro)
El capitán no excedería de los treinta y un años, siendo completamente rubio, de nariz ligeramente respingona y facciones enérgicas y agradables. El único defecto que se le pod
secuestros científicos (libro)
Un trust de espías se dedican a secuestar a científicos, para que trabajen para ellos y luego vender al mejor postor sus ideas. Un agente de la C.I.A., se hace pasar por cientí
señorita x (libro)
Señorita X. La más bella, hábil y seductora agente secreto del Central Intelligence Agency es encargada por sus superiores, para la empresa más arriesgada que imaginarse pueda.
sobre lacrado (libro)
Era la mediana estatura y ancho tórax que le hacía aparecer más bajo. Su nariz corta y aplanada y los salientes pómulos, así como los abultados labios le conferían aspecto de m
sombras en la noche (libro)
Tenían la impresión, el presentimiento de que ante él se abría una nueva fase llena de misterio, intriga y tal vez de violencia en su vida tan apacible y normal hasta entonces.
traficantes en sangre (libro)
Un hombre alto, escuálido, de andar desgarbado y aspecto anglosajón descendió las escaleras del Consulado de los Estados Unidos en Casablanca. Llegado a la puerta, se apoyó en
tres caminos a elko (libro)
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984
ultimátum (libro)
Peter Fleig era un hombretón de unos treinta años, que no bajaría de un metro ochenta de altura, siendo de fuerte complexión y cuerpo proporcionado a su estatura. Dada la celeb
un tal fremstedt (libro)
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984
voz de sangre (libro)
El viejo cementerio del Sur, o de Montparnasse, estaba sumido en un tétrico silencio, cual corresponde a la mansión de los muertos, aquella noche de mediados de septiembre, de
¡alarma! (libro)
Fred Hasting, el más valeroso agente de la División de Choque del C. I. A., es encargado por sus superiores para descifrar un singular misterio.
3er grado (libro)
MISS Dorothy Gleymour quiso correr, chillar... pero el terror había paralizado todos sus miembros, y con los ojos desmesuradamente dilatados y el bello rostro descompuesto por el pánico vio acercarse a tres individuos de silenciosos movimientos, de elevadas estaturas y caras cubiertas por sendos pañuelos, que empuñaban afilados y curvos puñales, cuyas aceradas hojas lanzaban siniestros destellos al ser heridas por la distante luz de un farol...
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affaire interpol (libro)
El agente de la Interpol Carl Holborn es asesinado en el cumplimiento del deber. Su hermano Tom, también agente de la misma agencia, es encargado de investigar su muerte y de continuar con la misión que llevaba acabo.
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ataque al fiord (libro)
Un submarino yanqui se acercaba a las costas septentrionales de Noruega, no muy lejos del fiord de Vestfjord. El piloto dirigía la nave con toda clase de precauciones. El capitán no se movía del periscopio: estaban atravesando una zona de minas, que, ocultas entre las aguas, se mantenían prestas a estallar al menor choque, o a adherirse a los cascos de los buques por la atracción magnética. Toda la tripulación se miraba consternada, esperando la explosión fatal.
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captura sensacional (libro)
El joven, pues no pasaría de los treinta años, inclinóse de nuevo sobre el informe, con un gesto de contrariedad. Eran cerca de las diez de la noche y aún tenía para más de media hora de trabajo. Aquello había trastocado todos sus planes. Ofelia, malhumorada por su tardanza, le había telefoneado su decisión de cenar sola, si no iba a buscarla antes de las diez y media. Y todo por el maldito capricho de Charles Felt, el director de la Empresa…
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con él llegó la muerte (libro)
El viejo «Cantimplora» detuvo el rítmico movimiento del cedazo, pendiente de los tres hombres que, al paso de sus cansados caballos, bordeaban el otro lado de la barranca. Iban en fila india. Era rarísimo ver a nadie por aquellos parajes barrancosos, calizos y estériles, pese a la proximidad del río San Pedro, cuyas aguas discurrían a media milla escasa. El sol apretaba de firme aunque no estaba muy avanzada la primavera. El fofo corpachón de Joe Perkins rezumaba sudor por todos sus poros, y tenía los calzoncillos y la camisa de franela pegados a la carne.
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confesión (libro)
La populosa ciudad rusa de Kiev parecía dormir dulcemente mecida en las tranquilas aguas del Dnieper. Quizá contribuía poderosamente a dar aquella impresión la casi total ausencia de lugares de diversión nocturna, y también la semioscuridad de las calles, desiertas a aquellas horas de la noche, a excepción de las patrullas de Policía que, en número considerable, velaban por el orden de la ciudad.
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coraje y plomo (libro)
EL perro levantó la cabeza, estiró el cuello y las orejas, venteó y gruñó. El chiquillo volvió la cabeza hacia él. Luego siguió disparando piedrecitas contra los patos, que tenían sumo cuidado en no nadar cerca del muchacho. El perro se puso a ladrar, salió disparado por entre los juncos, bordeando el estanque, cruzó el agua en un estrechamiento de la balsa, y desapareció por entre los matorrales, sin dejar de ladrar. Esto distrajo un momento al chiquillo. Retrocedió, intentando ver al perro, y como no lo conseguía, salió disparado, ascendiendo a un pequeño montículo. Desde allí oteó la llanura, utilizando la palma de una mano como pantalla.» —¿A quién ladra «Thick»? — preguntó una voz de mujer.
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decisión antes del amanecer (libro)
Llegué a Corea con el VIII Ejército, destacado por el «Herald News» en momentos harto aciagos para las pocas fuerzas americanas y las maltrechas unidades del Presidente Rhee, reducidas a la cabeza de puente de Fusan y abocados a ser arrojados al mar por las desbordadas hordas norcoreanas, como consecuencia de su avasallador y fulminante empuje de los primeros tiempos. Participé en el audaz y afortunado desembarco en Inchón, en la conquista de Seúl y en la gigantesca ofensiva que, en unos dos meses, nos condujo a la vista del río Yalu, en la frontera manchuriana, dejando atrás a millares y millares de norcoreanos muertos, heridos prisioneros, pese a su suicida fanatismo.
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el 12 de marzo en trieste (libro)
JAMES PECK tomó con marcada indiferencia el telegrama que acababa de entregarle el botones del Hotel Continental de Roma, dando una propina al muchacho, que desapareció, cerrando la puerta tras de sí. La indiferencia dejó paso a la ansiedad en el moreno y simpático rostro del americano, cuando leyó el matasellos de Washington. Abrió el telegrama. Estaba en clave y a simple vista se trataba de la felicitación de un amigo que le mandaba recuerdos de otro residente en Salzburgo.
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el millonario (libro)
Los dos caballistas estaban echados sobre los cuellos de los caballos y voceaban a los animales y les espoleaban, tratando de sacarles el máximo rendimiento. La amazona llevaba una ligera ventaja, que su compañero trataba de neutralizar por todos los medios. Al galope tendido pasaron por entre los dos árboles que habían escogido como meta. Sofrenaron un poco más allá. Respiraban fatigosamente y parecían contentos. —Te he vuelto a ganar, Pecos. En vez de un caballo tienes una tortuga —dijo la muchacha triunfalmente. —No digas eso. Me has ganado por poco más de una cabeza. Si mi caballo es malo, el tuyo no es mucho mejor. Además, si me ganas siempre es porque soy caballero y te dejo entrar delante en la meta.
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el último reducto (libro)
El inspector Keller hizo dar media vuelta a su sillón giratorio, y se levantó con aire pensativo, aplastando el recién iniciado cigarrillo contra el fondo del cenicero de su mesa de despacho. Luego miró un instante con fijeza el rostro de Lawton W. Feller, y meneó su cabeza diciendo: —No acabo de comprenderle, Feller. Cuando se le cita en la orden del día por su heroico comportamiento en las filas de Interpol, y se habla extensamente de su expediente en este centro, que le han valido la entrada en el C. I. A., y además se le propone para un ascenso, me viene usted con la peregrina e irrevocable pretensión de darse de baja. En el C. I. A., nunca ha habido bajas.
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espías en acción (libro)
El inspector Grant hizo una seña con la mano en la semi oscuridad nocturna, y, respondiendo a la llamada, tres sombras se destacaron en la esquina formada por las calles Donver y Water de la Ciudad Baja neoyorquina, corriéndose pegados a la pared, sin apenas denotar su presencia hasta el portalón donde estaba el inspector.
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espías en la city (libro)
Los faros de dos coches rasgaron un momento, con dificultad, la densa niebla que envolvía la londinense Sloane Avenue, para detenerse en la esquina de Fulham Road. Del interior del primero, un magnífico «Packard», no se apeó nadie. Su único ocupante, una encantadora rubia de grandes y bellos ojos verdes claro, se arrebujó en su abrigo de visón y miró con inquietud los cinco negros bultos que, bajando del otro automóvil, cruzaban la amplia calzada de Fulham Road. Silenciosos, sin vacilaciones, como quien ha estudiado de antemano el menor de sus movimientos, los cinco hombres actuaron con rapidez. Al llegar frente al número 14, se detuvieron y uno de ellos lanzó por los aires el extremo, provisto de ganchos, de una escala de seda. Al cuarto intento, los garfios quedaron sujetos al balcón del primer piso.
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espionaje internacional (libro)
El profesor Erving levantó la vista de la mesa de trabajo y, distraídamente, se quedó mirando el ir y venir del grotesco pájaro. Un momento después reanudó sus complicados cálculos. Aquella noche estaba contento. Por fin, y tras arduos y laboriosos experimentos en la Universidad de Columbia, cuya cátedra de Física nuclear ostentaba, y en su propio laboratorio, había conseguido su sueño dorado: aplicar la energía atómica, por desintegración en cadena de deutones, como fuente de propulsión de los proyectiles-cohete dirigidos por radio.
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fango en el canal de suez (libro)
TEDDY Barclay sonrió satisfecho de sí mismo, mientras erguía el atlético busto con cierto aire de importancia, al atravesar la entrada ojival del Museo de Antigüedades Egipcias, instalado en el palacio de Kasr En Nil. En realidad, no es que fuese egiptólogo, paleontólogo ni cosa alguna que tuviese una terminación tan científica como el logos griego. Pura y simplemente era el hijo de un millonario americano que viajaba por placer, o, mejor dicho, por intentar aburrirse lo menos posible, cosa que resultaba de vital importancia para él.
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hervor subterráneo (libro)
En la ciudad de Tanger, sede de aventureros sin escrúpulos, cuyos corazones, juguetes de deseo y ambiciones turbios cristalizan en el crimen.
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la amazona negra (libro)
Los parroquianos de aquel saloon de Amarillo, al norte de Texas, no podían asombrarse por la llegada de dos forasteros. En realidad todos eran más o menos forasteros en aquella ciudad de paso en la gran Ruta de conducción de ganado hacia el gran mercado de Dodge City. Y la ciudad vivía en la Ruta y para la Ruta.
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la gran estampida (libro)
ustin Lennox hizo una seña con el brazo a los conductores de los dos carromatos y los hombres tiraron de las riendas. Lennox iba a caballo y volvió grupas. —Desvíense por esa vereda de la izquierda y vayan a situarse a final de aquellas filas de carros. —¿A dónde va usted, Lennox? —preguntó el conductor del primer vehículo. —Quiero hablar con el teniente Willoby. Él me informará de todos los pormenores. Somos viejos conocidos. —¿Cuándo estará de vuelta? —preguntó el otro conductor. —Sin mí no van a perderse —gruñó Lennox—. Posiblemente regresaré por la noche. —Me agradaría que nos acompañases y nos dejases ya instalados —dijo una joven que viajaba en el primer carromato, asomándose por encima del conductor y de una mujer de cierta edad que se sentaba a su lado. —Está bien, Bea. Síganme y dense prisa.
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la heredera (libro)
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984
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la nieve es roja (libro)
La puerta del “Komodie-Theatre”, en el Berlín occidental, se abrió lanzando a la calle el cálido aliento del interior, una bocanada de luz más intensa y a una elegante pareja. Ella —alta, esbelta y rubia— se cruzó más el cuello del abrigo de piel y hundió las enguantadas manos en los bolsillos. Él, de aventajada estatura, vestido impecablemente de negro, la cogió del brazo y se detuvo en el segundo peldaño de la escalinata, mirando con cierta inquietud a los coches blanqueados por la nieve.
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la voz del invisible (libro)
Una voz siniestra, propia de los infiernos, era el único distintivo del más sanginario de los espías. Sus hombres actuaban con precisión matemática en contra de la seguridad nacional. Todo el complot descubierto por un joven novelista norteamericano, que había acudido a Viena en busca de motivos literarios.
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labor de zapa (libro)
Dos compañeros de trabajo y amigos del Consulado General británico, salen del trabajo y antes de separarse, para ir cada uno a su casa, Quincey le dice a su amigo te veo inquieto y triste Bright. Después de ir mi casa, iré a la tuya y jugaremos unas partidas al ajedrez. Cuando va a verlo se encuentra, que a su amigo le ha sucedido un accidente...
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los calloway (libro)
BART Calloway dejó descansar el hacha y se limpió con la manga de la camisa de franela a cuadros el sudor que empapaba su rostro, curtido por el sol y el cortante viento procedente de los nevados montes Uinta, en cuyas estribaciones se hallaba talando pinos. Bart era el mayor de los Calloway. Tenía treinta y tres años y un cuerpo alto y delgado, de músculos apretados y endurecidos por la dura labor del campo en aquellas tierras fértiles, pero bravías, que ofrecían una tenaz resistencia a ser roturadas e incorporadas al progreso.
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los pasatiempos de ivette (libro)
El «Boeing» de la «T. W. A.» había tomado tierra y rodaba por la pista número dos del aeropuerto parisino de Orly. Un joven de unos veintiséis años, embutido en un jersey negro, de cuello alto, miró a otro hombre vestido con discreta elegancia que había a su lado, y murmuró:—¿Estás seguro, Louis?—Completamente. Lomel no se habría molestado en ponerme el cable.Guardaron silencio. A su alrededor hablaba una pareja en un inglés bronco, con acento alemán. Estaban en la terraza destinada al público que quería contemplar el movimiento del aeródromo.
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minas de… plomo (libro)
¡Tramposo, fullero! Ronald White se puso en pie violentamente al pronunciar aquellas palabras. La silla en que estaba sentado salió disparada hacia atrás. El tahúr se quedó blanco como la pared y llevó la diestra al bolsillo interior de la chaqueta, donde guardaba una «Derringer». Era rápido, pero lo era más Ronald. Un imponente colt del 45 apareció en su mano. —Devuélveme mi dinero, ¡pronto! —rugió, encañonándolo. El tahúr se pasó la lengua por los resecos labios y miró a uno de los que observaban la partida de póker, mientras decía con muy poco aplomo: —No hubo trampa, aquí no se hacen trampas. No quería levantar la voz para que los demás conductores que se estaban jugando el producto de la venta de su ganado no se enteraran. Y es que el hombre tenía más miedo a Watson, el dueño del bar, que al propio colt que le estaba encañonando.
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misterio escarlata (libro)
ALEXANDRA Micholenko aceptó el ramo de flores que le ofrecía galantemente el hombre, y lo envolvió en una amplia sonrisa de agradecimiento. Los «flashs» de los reporteros se encargaron de plasmar la encantadora sonrisa de la rusa blanca. Aquella misma noche y al día siguiente, millones de lectores de la prensa neoyorkina podrían admirar la extraordinaria belleza de la condesa Alexandra Micholenko, al recibir el ramo de bienvenida de manos de míster Provto, presidente de la Liga Americana de Polacos Libres, y podrían leer con caracteres más o menos sensacionales la gran aventura de la condesa rusa.
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new charleston (libro)
Era domingo. El reloj del Ayuntamiento marcaba las diez y media. Los habitantes del poblado ganadero de Glenrock estaban reunidos sin apenas excepciones en la iglesia. Un domingo normal, bastantes hombres habrían estado en los saloons o charlando al sol, pero aquel hasta los dueños de los establecimientos de bebidas estaban en la iglesia.
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ojos en la niebla (libro)
Los faros de dos coches rasgaron un momento, con dificultad, la densa niebla que envolvía la londinense Sloane Avenue, para detenerse en la esquina de Fulham Road. Del interior del primero, un magnífico «Packard», no se apeó nadie. Su único ocupante, una encantadora rubia de grandes y bellos ojos, verde claro, se arrebujó en su abrigo de visón y miró con inquietud los cinco negros bultos que, bajando del otro automóvil, cruzaban la amplia calzada de Fulham Road.
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orgia de plomo (libro)
EN 1874, la ciudad de Ada, a escasas millas al sur de la curva más meridional del río Canadian, al pie de los montes Arbuckle, en Oklahoma, distaba mucho de tener la importancia de hoy. La carretera nacional 77 y el ferrocarril de Oklahoma City a Dallas no estaban trazados, ni la comarca conocía el elevado grado de prosperidad alcanzado en nuestros días gracias al racional equilibrio de sus cultivos de cereales, sus plantaciones de algodón, su ganadería y sus pozos de petróleo.
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revólver solitario (libro)
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984 Brent Hayes tiró las botas y metió los pies en el agua. Puso cara de satisfacción y su compañero de viaje terminó de atar sus dos caballos de prisa. Fue hasta la margen, aguas arriba de donde estaba Brent y se tumbó a beber.
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sabotaje aéreo (libro)
El capitán no excedería de los treinta y un años, siendo completamente rubio, de nariz ligeramente respingona y facciones enérgicas y agradables. El único defecto que se le podía encontrar era su exagerada seriedad, no siendo amigo de gastar ni admitir bromas de ningún género, en oposición al carácter alegre del resto de sus compañeros, quienes se jugaban la vida en la peligrosa profesión de pilotar las máquinas infernales, a medida que las inventaban los ingenieros, sin abandonar su buen humor, patrimonio de la juventud americana.
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secuestros científicos (libro)
Un trust de espías se dedican a secuestar a científicos, para que trabajen para ellos y luego vender al mejor postor sus ideas. Un agente de la C.I.A., se hace pasar por científico para logra introducirse en la organización...
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señorita x (libro)
Señorita X. La más bella, hábil y seductora agente secreto del Central Intelligence Agency es encargada por sus superiores, para la empresa más arriesgada que imaginarse pueda. John Lack sabe crear el clima adecuado, de tensión dramática, de creciente intensidad, graduada en escenas de indu¬dable emoción. Sus protagonistas son seres de carne y hueso, y así, sus hazañas y sacrificios interesan y llegan al lector, porque percibe el drama que late en cada uno de los personajes.
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sobre lacrado (libro)
Era la mediana estatura y ancho tórax que le hacía aparecer más bajo. Su nariz corta y aplanada y los salientes pómulos, así como los abultados labios le conferían aspecto de mestizo, impresión que desaparecía a la vista de su cutis lechoso y lleno de pecas y de su pelo azafranado, a lo cual debía hacer referencia el apodo de «Cocktail» con que le estaba nombrando Larry...
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sombras en la noche (libro)
Tenían la impresión, el presentimiento de que ante él se abría una nueva fase llena de misterio, intriga y tal vez de violencia en su vida tan apacible y normal hasta entonces. La citación oficial para que a las once de la mañana siguiente se entrevistase con el coronel J. B. Timpson en el Pentágono, era causa determinante de su inquietud y desasosiego.
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traficantes en sangre (libro)
Un hombre alto, escuálido, de andar desgarbado y aspecto anglosajón descendió las escaleras del Consulado de los Estados Unidos en Casablanca. Llegado a la puerta, se apoyó en el quicio, como si no se decidiera a exponer su blanco y fino cutis al ardoroso sol africano de mayo. Con aire distraído encendió un cigarrillo de su elegante pitillera, mientras escudriñaba, en todas direcciones, la importante Avenida del General Moinier.
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tres caminos a elko (libro)
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984
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ultimátum (libro)
Peter Fleig era un hombretón de unos treinta años, que no bajaría de un metro ochenta de altura, siendo de fuerte complexión y cuerpo proporcionado a su estatura. Dada la celebridad alcanzada, sin duda, habían tenido la consideración de no cortarle el cabello castaño y corto. Mientras se adentraba en el soleado patio, giraba sus negros ojos por el deprimente espectáculo de la población penal, harapienta en su mayoría, que se entretenía ya paseando, ya formando corrillos a la sombra para conversar, leer o jugar a los naipes o a los dados, pese a la prohibición de los carceleros, dos de los cuales charlaban en un rincón, sin preocuparse de los presos.
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un tal fremstedt (libro)
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984
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voz de sangre (libro)
El viejo cementerio del Sur, o de Montparnasse, estaba sumido en un tétrico silencio, cual corresponde a la mansión de los muertos, aquella noche de mediados de septiembre, de como dos sombras más de las proyectadas por los erectos cipreses, que asomaban sus tupidos cuerpos y cabezas por encima de la vieja tapia en forma de trapecio, dos hombres caminaban agazapados, pegados al muro en diagonal, por el bulevar Raspad.
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¡alarma! (libro)
Fred Hasting, el más valeroso agente de la División de Choque del C. I. A., es encargado por sus superiores para descifrar un singular misterio.
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