Literatura de jordi gracia
el intelectual melancólico (libro)
Al autor de este cuaderno, nacido en Barcelona en 1965 y profesor de universidad desde hace veinte años, le llegará un día u otro la hora de la melancolía. Mientras tanto, se p
josé ortega y gasset (libro)
Esta biografía narra numerosas batallas pero sobre todo dos: la primera es la de Ortega contra todos; la segunda es la de Ortega contra Ortega mismo. Las dos son fulgurantes y
la resistencia silenciosa (libro)
Contra todas las apariencias, el pasado sigue vivo de manera a veces dramática. El aliento de la revancha puede propiciar explicaciones simples y falsas del pasado español, per
miguel de cervantes. la conquista de la ironía (libro)
Esta biografía aspira a despojar a Cervantes de los 400 años de historia que le han caído encima para acercarnos a su dimensión humana y sentimental, a su condición de firme ho
el intelectual melancólico (libro)
Al autor de este cuaderno, nacido en Barcelona en 1965 y profesor de universidad desde hace veinte años, le llegará un día u otro la hora de la melancolía. Mientras tanto, se protege contra ella proponiendo una diatriba contra quienes leen en clave depresiva las transformaciones del presente. Pero ni la cultura humanística está en bancarrota, ni la literatura europea ha perdido el norte, ni las condiciones de posibilidad de una alta cultura han empeorado desde que nos ahogamos en Internet o nos movemos en AVE. Por eso es un panfleto: porque, a pesar de las razones para la inquietud, todavía al autor le estimula la alegría de la pluralidad y la multiplicación, y encuentra muchas más razones para la fecundidad futura, sin que vea en el horizonte nubarrones de indigencia más oscuros de lo habitual. Lo que sí ve son motivaciones superficiales para el desconcierto intelectual.
josé ortega y gasset (libro)
Esta biografía narra numerosas batallas pero sobre todo dos: la primera es la de Ortega contra todos; la segunda es la de Ortega contra Ortega mismo. Las dos son fulgurantes y en las dos pierde Ortega. Pero esa es su forma de convertirse en el pensador y ensayista más moderno, estimulante y perdurable de la España del siglo XX y el de mayor difusión en Europa. Sin el celofán académico, el Ortega de esta biografía es un héroe intelectual valiente, frágil, irritable, transgresor, ateo militante y ruidosamente jovial. El libro relata con nervio narrativo al hombre y al pensador porque las causas profundas del pensador están en los avatares del hombre: sus petulancias y sus desfallecimientos, sus coqueterías sentimentales y su autoestima desatada. Ortega solo será Ortega visto desde dentro y desde fuera. Y antes de que nadie tenga tiempo de preguntárselo, ser orteguiano hoy o no es nada o es lo que somos todos: partidarios de la racionalidad crítica, de la ética de la convicción y la libertad de la disidencia, de la imaginación como condición del pensamiento. Y aunque su megalomanía y su mesianismo confeso se prestan sin remedio a la ironía, lo relevante es que la España del siglo XX le debe un altísimo porcentaje de su mejor suerte. Nadie es orteguiano precisamente porque en Ortega están las raíces de una modernidad tan obvia, tan natural y evidente, que ha borrado por el camino todo rastro de Ortega. Es su último fracaso «la disolución anónima» y es, por supuesto, su éxito absoluto.
la resistencia silenciosa (libro)
Contra todas las apariencias, el pasado sigue vivo de manera a veces dramática. El aliento de la revancha puede propiciar explicaciones simples y falsas del pasado español, pero la democracia exige primero saber, después comprender, también juzgar, aunque ya no vengarse. El conocimiento es la única forma adulta de constatar ese infierno fascista que fue España en la posguerra. Una democracia debe pelear por la imprescindible verdad histórica sin medias verdades ni versiones amputadas: revisar el pasado es una virtud de la historiografía, aunque haya una forma de revisionismo culpable, la que olvida con quién estaba la razón en 1936. El relato de los años fascistas, sin embargo, todavía está tocado de esa circunspección que da el trato con enfermos contagiosos. Este libro se propone volver sin anteojeras sobre la actividad intelectual y cultural de los años treinta y cuarenta, pero atiende sobre todo a las reacciones de importantes escritores del período ante la peligrosísima propagación del virus fascista desde los años treinta. Lo padecieron todos, pero no todos se comportaron igual. Durante la guerra civil, en un bando estuvieron Baroja, Azorín, Ortega y Gasset, Eugenio d’Ors, Josep Pla, Ramón Pérez de Ayala o Gregorio Marañón, sin que casi ninguno llegase a hacerse fascista, y en el otro estuvieron gentes liberales más enteras, como Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Carles Riba, Luis Cernuda, Jorge Guillén, Américo Castro o Pedro Salinas. Después, mientras la geografía dispersa del exilio se poblaba de cabezas formidables, en España surgieron intelectuales que fueron rotunda o complacientemente fascistas, dispuestos a construir el nuevo Estado de Franco: Rafael Sánchez Mazas, Dionisio Ridruejo, Pedro Laín Entralgo, Gonzalo Torrente Ballester, José Luis L. Aranguren, Giménez Caballero o Camilo José Cela. Estos nuevos fascistas se quedan sin nervio ideológico desde finales de los cuarenta, aunque no lleguen a cambiar de ideas hasta mucho más tarde, cuando sus jóvenes cachorros se alejan del fascismo y empiezan a construir, con nuevo impulso y razón histórica, una resistencia silenciosa, mientras subsiste, pese a todo, la memoria de la tradición liberal. Y con ella aprenden a hacerse adultos, en los años cuarenta y cincuenta, jóvenes intelectuales como José María Valverde, Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite, Manuel Sacristán, José María Castellet. Antonio Vilanova o Esteban Pinilla de las Heras. Con su fe en la palabra racional y antirretórica, reanudarán una ley de modernidad que el franquismo había obstruido sin lograr aniquilarla. La razón moderna y la fe en la cordura sin aspavientos delirantes había resistido silenciosamente bajo la chatarra fascista de los primeros quince años de posguerra. Y aunque la actualidad las oculte, ingrata o descuidadamente, allí están, afirma el autor, las raíces del presente.
miguel de cervantes. la conquista de la ironía (libro)
Esta biografía aspira a despojar a Cervantes de los 400 años de historia que le han caído encima para acercarnos a su dimensión humana y sentimental, a su condición de firme hombre de armas e inagotable hombre de letras, al escritor único y a su vitalidad arrebatada, a su defensa de la mujer y a su afán por entender la existencia como nadie la había entendido hasta entonces: en la encrucijada moderna de la ironía. Esa ha acabado siendo su mejor intimidad. Ni desvalido ni predestinado, Cervantes logró escapar de su tiempo para plantarse en el centro del nuestro porque sólo los clásicos viven como auténticos modernos. Pero ninguno lo es tanto como Cervantes en el Quijote, cuando ya la edad le encorva la espalda, sigue entera la alegría y nada le amarga el ánimo. La ironía y el ideal se dan la mano por primera vez en una novela imposible en su tiempo y tan genial hoy como entonces. Algunas de las razones para ese sortilegio están en esta biografía escrita con impulso narrativo, a pie de calle, fidedigna y renovadora. Se cumplen 400 años del fallecimiento de Cervantes, conmemoración clave de 2016 en España. Después del aniversario, en 2005, de la publicación de El Quijote, en 2016 las celebraciones se centrarán en torno a la figura del escritor. Es el momento idóneo para esta biografía renovadora, que realmente se centra en retratar a Cervantes como hombre y como escritor.