En un antiguo monasterio de Albania se ha instalado una fábrica de alfombras con el único fin de ocupar a las esposas de los submarinistas chinos que hacen allí escala. A pesar de la enseñanza del librito rojo de Mao, como en todas partes del mundo, tan pronto como se reúne un cierto número de mujeres, se levantan los fermentos del odio y los celos. Para Hubert Bonisseur de la Bath, la situación presenta un extremo del misterioso caso en París, el otro extremo está en Albania, que aún no ha abierto sus fronteras

"Al darse cuenta de que no tenía una posibilidad entre mil de llegar con vida al camino, Hubert inmediatamente se dio la vuelta y aceleró hacia la orilla, se precipitó hacia el pontón y llegó al final en tres saltos y, sin una sombra de vacilación, se zambulló completamente vestido en las aguas negras del lago. Salió a la superficie a veinte metros de la orilla. Dos segundos después, una nueva detonación desgarró el silencio de la noche y el “flop” de una bala al hundirse en las olas levantó un pequeño chorro de agua a unos metros de donde se encontraba. Sus adversarios lo habían visto... Hubert se zambulló de nuevo."