Cómprame un café
Autores
Literatura de juan pablo villalobos
fiesta en la madriguera (libro)
A Tochtli le gustan los sombreros, los diccionarios, los samuráis, las guillotinas y los franceses. Pero Tochtli es un niño y ahora lo que quiere es un nuevo animal para su zoo
la invasión del pueblo del espíritu (libro)
Una novela desternillante sobre el miedo a ser invadidos. Una historia sobre dos amigos, un barrio y unas cuantas teorías conspiranoicas. Trece mil ochocientos millones de años
no voy a pedirle a nadie que me crea (libro)
«No voy a pedirle a nadie que me crea», nos advierten con frecuencia los distintos narradores y personajes de esta historia, en la que lo corriente se transforma en un delirio
peluquería y letras (libro)
Esta podría ser una novela picaresca, aunque, según las recepcionistas de la clínica de gastroenterología donde al protagonista le practican una colonoscopia, bien podría ser u
si viviéramos en un lugar normal (libro)
En los años ochenta en Lagos de Moreno, un pueblo donde hay más vacas que personas y más curas que vacas, una familia más bien pobre intenta sobreponerse a los estrambóticos pe
te vendo un perro (libro)
En un ruinoso edificio de la ciudad de México, un grupo de ancianos pasa los días entre rencillas vecinales y tertulias literarias. Teo, el narrador y protagonista de esta hist
fiesta en la madriguera (libro)
A Tochtli le gustan los sombreros, los diccionarios, los samuráis, las guillotinas y los franceses. Pero Tochtli es un niño y ahora lo que quiere es un nuevo animal para su zoológico privado: un hipopótamo enano de Liberia. Su padre, Yolcaut, un narcotraficante en la cúspide del poder, está dispuesto a cumplir todos sus caprichos. No importa que se trate de un animal exótico en peligro de extinción. Porque Yolcaut siempre puede. Tochtli vive en un palacio. Una madriguera recubierta de oro en la que convive con trece o quizá catorce personas: matones, meretrices, «dealers», sirvientes y algún político corrupto. Y además está Mazatzin, su profesor particular, para quien el mundo es un lugar lleno de injusticias donde los imperialistas tienen la culpa de todo. «Fiesta en la madriguera», una excelente y más que prometedora primera novela, es la crónica de un viaje delirante para cumplir un capricho. Cabezas cortadas, ríos de sangre, restos humanos, montañas de cadáveres. La madriguera está en México y ya se sabe: México a veces es un país magnífico y a veces es un país nefasto. Las cosas son así. La vida, al fin y al cabo, es un juego y una fiesta.
subir
la invasión del pueblo del espíritu (libro)
Una novela desternillante sobre el miedo a ser invadidos. Una historia sobre dos amigos, un barrio y unas cuantas teorías conspiranoicas. Trece mil ochocientos millones de años después del nacimiento de nuestro Universo, en una ciudad del poniente, dos amigos inmigrantes enfrentan una crisis vital. Max acaba de perder su restaurante porque el propietario no le ha renovado el contrato de alquiler; Gastón debe dormir a su perro, Gato, diagnosticado con una enfermedad terminal. Max se encierra en el local del restaurante a vegetar, mientras Gastón deambula por las páginas de esta novela intentando rescatarlo. El cierre del restaurante no es más que otro signo de la imparable transformación del barrio, que inquieta y subleva a los aborígenes contra los lejanorientales, los nororientales y los proximorientales. Pero Gastón y Max, aunque viven desde hace más de treinta años ahí, también llegaron de fuera, de las antiguas Colonias del lejano oeste. Por llegar, llegan además el padre de Max, en fuga de la justicia por un asunto de corrupción, y el hijo de Max, Pol, un científico que viene desde la Tundra hablando sobre bacterias, semillas, colonizaciones e invasiones de otros planetas… Estos y muchos otros personajes protagonizan una trama en la que las pequeñas historias de un barrio cualquiera se entrecruzan con las más rocambolescas teorías de la conspiración. Una novela que destila fina ironía, escrita contra el odio y que nos habla de la amistad, de la paternidad, de la herencia, de la familia y del amor. «¿Estamos solos?», se pregunta el autor, y, como el agente Fox Mulder, parece sugerir: «No estamos solos».
subir
no voy a pedirle a nadie que me crea (libro)
«No voy a pedirle a nadie que me crea», nos advierten con frecuencia los distintos narradores y personajes de esta historia, en la que lo corriente se transforma en un delirio sin que uno sepa muy bien cómo, en la que lo raro acaba siendo normal y en la que no podemos hacer otra cosa que reírnos, porque todo es hilarante, cotidiano y surrealista a la vez, como la vida misma. Todo empieza con un primo que ya de chico apuntaba maneras de estafador, y que ahora mete al protagonista —un mexicano que viaja a Barcelona acompañado de su novia para estudiar literatura, y que además se llama como el autor de la novela— en un lío monumental: un «negocio de alto nivel» que convierte su estancia en la ciudad en una especie de novela negra de humor también negro, una de esas que a él le gustaría escribir. Por estas páginas desfila una variopinta fauna de personajes impagables: mafiosos peligrosísimos —el licenciado, el Chucky, el chino—; una novia que se llama Valentina y que lee Los detectives salvajes y está al borde de la indigencia y no se entera de nada; una chica llamada Laia cuyo padre es un político corrupto de un partido nacionalista de derechas; un okupa italiano que se ha quedado sin perro; un pakistaní que simula vender cerveza para no levantar sospechas… Y para complicarlo todo un poco más aparece una segunda Laia, que es mossa d’esquadra y pelirroja; una perra que se llama Viridiana; una niña que recita versos de Alejandra Pizarnik y hasta la propia madre del protagonista, melodramática, orgullosa y chantajista como en una buena telenovela mexicana. Juan Pablo Villalobos escribe como actuaba Buster Keaton: te arranca la carcajada manteniéndose impávido, sin mover un músculo. En sus anteriores novelas ya había ido construyendo un mundo propio con personajes entrañables y excéntricos a los que les sucedían cosas extrañas y divertidísimas. Y ésta lo consagra como un escritor imprescindible. En ella, y a través de la odisea de un hombre normal que se ve envuelto en peripecias de lo más rocambolescas, nos habla de la realidad y la ficción, o sea de la importancia de la literatura en nuestras vidas, y del papel fundamental del humor.
subir
peluquería y letras (libro)
Esta podría ser una novela picaresca, aunque, según las recepcionistas de la clínica de gastroenterología donde al protagonista le practican una colonoscopia, bien podría ser una novela negra, con misterios intrincados, accidentes macabros, pruebas incriminatorias y dos sospechosos nada comunes: una peluquera bretona de pasado oscuro y un vigilante de supermercado obsesionado con escribir el testimonio de sus experiencias en la vida. Lo peor es que el protagonista ni se lo imagina, porque está demasiado preocupado por las consecuencias de la felicidad, ese sopor embriagador tan agradable que le hace temer haber caído en la trampa del aburguesamiento. Suele repetirse que no hay literatura después de un final feliz, que la «buena literatura» no es una literatura feliz. La felicidad es banal, superficial, frívola, carece de conflictos. Y sin conflicto, se dice, no hay literatura. ¿Será de verdad imposible escribir una novela feliz sobre la felicidad? ¿Una novela profunda y al mismo tiempo frívola, trascendental y banal, un relato gozoso que no sea pura evasión egoísta? El protagonista de esta historia no está seguro e intenta descubrirlo con la ayuda de su familia; en cuanto al autor de estas páginas, sospechamos que necesita creer que sí. Juan Pablo Villalobos despliega su característico humor inteligente, su perspicacia de observador, su capacidad para descubrir lo extraño en lo cotidiano. Y escribe una novela a la luz de la alegría, la ternura o el optimismo. Una novela sobre el amor, la vida familiar, el dinero, el éxito profesional, la rutina, el futuro, la salud y el sentido y la utilidad de la literatura en tiempos de resentimiento y odio.
subir
si viviéramos en un lugar normal (libro)
En los años ochenta en Lagos de Moreno, un pueblo donde hay más vacas que personas y más curas que vacas, una familia más bien pobre intenta sobreponerse a los estrambóticos peligros de vivir en México. El padre, profesor de civismo filohelénico, se obstina en practicar el arte del insulto, mientras la madre prepara cientos de quesadillas para atender a los manoteos de su numerosa prole: Aristóteles, Orestes, Arquíloco, Calímaco, Electra, Cástor y Pólux. Confinados en una precaria casa, presencian la revuelta de los cristeros contra el PRI y su enésimo fraude electoral. Éste es el punto de partida de las aventuras de Orestes y su hilarante cruzada contra el aburrimiento pueblerino y la tiranía de su hermano mayor. Todo cabe y todo vale en honor del disparate: vacas inseminadas, toros coleados, inmigrantes polacos, peregrinos sanjuaneros, naves espaciales, botoncitos milagrosos, sandías psicodélicas y muchas, muchas mentadas de madre.
subir
te vendo un perro (libro)
En un ruinoso edificio de la ciudad de México, un grupo de ancianos pasa los días entre rencillas vecinales y tertulias literarias. Teo, el narrador y protagonista de esta historia, tiene setenta y ocho años y un apego enfermizo a la Teoría estética de Adorno, con la que resuelve todo tipo de problemas domésticos. Taquero jubilado, pintor frustrado con pedigrí —hijo de otro pintor frustrado—, sus mayores preocupaciones son llevar la cuenta de las copas que toma al día para extender al máximo sus menguantes ahorros, escribir en un cuaderno algo que no es una novela y calcular las posibilidades que tiene de llevarse a la cama a Francesca —presidenta de la asamblea de vecinos— o a Juliette —verdulera revolucionaria—, con las que constituye un triángulo sexual de la tercera edad que «le habría erizado la barba al mismísimo Freud». La vida rutinaria del edificio se rompe con la irrupción de la juventud, encarnada en Willem —mormón de Utah—, Mao —maoísta clandestino— y Dorotea —la dulce heroína cervantina, nieta de Juliette—, en un crescendo de absurdos que arriba a un clímax para mojarse los pantalones. Concebida bajo el dictado de Adorno, que afirma que «el arte avanzado escribe la comedia de lo trágico», entrelazando fragmentos del pasado y del presente, esta novela recorre el arte y la política del México de los últimos ochenta años, marcados en la historia familiar por la sucesión de perros de la madre del protagonista, en un intento por reivindicar a los olvidados, los malditos, los marginales, los desaparecidos y los perros callejeros.
subir