Literatura de l. york erskine
la senda del río (libro)
La escena era dulce y tranquila. Un escenario, además, brillante y luminoso, porque a la paz y la calma del ambiente de aquel final de otoño, se unía el encanto maravilloso de
un tejano en el canadá (libro)
Cuando Leslie Argent construyó su corral, a corta distancia de una buena corriente de agua, en la región del Big Bend (Gran Recodo), registró, ante todo, su marca y luego se ca
la senda del río (libro)
La escena era dulce y tranquila. Un escenario, además, brillante y luminoso, porque a la paz y la calma del ambiente de aquel final de otoño, se unía el encanto maravilloso de un día radiante y un sol de oro que lucía en un cielo sin nubes. Dos hombres acababan de llegar a un lugar, sito en la cima de una loma, a orillas del río, al que Ruggles llamaba «su estudio». Un lugar silvestre, con el río bravo y silencioso corriendo al pie de la colina, y rodeado por la gloria verde de los bosques grandiosos. El suelo estaba cubierto de un césped verde y tierno. Y la paz y la quietud del paisaje cándido y grandioso, parecía impregnar también a los hombres, tocados de majestad.
un tejano en el canadá (libro)
Cuando Leslie Argent construyó su corral, a corta distancia de una buena corriente de agua, en la región del Big Bend (Gran Recodo), registró, ante todo, su marca y luego se casó con la maestra de escuela de Yslita. Los vaqueros y rancheros de diecinueve equipos la habían cortejado por espacio de tres años, antes de que Argent llegase a la región, porque aquella maestra de escuela era una de las únicas muchachas casaderas de toda la comarca y también porque sus carcajadas eran sinceras y estaban dotadas de toda la alegría propia de quien nada teme. Les Argent obtuvo una gran ventaja sobre todos los demás, porque cogió a María O’Brien, la montó en la silla de su caballo, la llevó a Yslita y se casó con ella. El era así... rápido en sus decisiones y audaz en ejecutarlas. Se sonreía ante las resistencias, se alegraba de ellas y, por lo general, las vencía.