Literatura de lara siscar
flores negras (libro)
Berta Martos es locutora de radio en un programa nocturno. Está acostumbrada a que las llamadas de sus oyentes hablen de soledad y desamor, pero la de esta noche es diferente:
la vigilante del louvre (libro)
Diana es vigilante en el Louvre y cada día pasea por sus salas, rendida a la belleza de las obras que allí se exponen y con las que ha adquirido la costumbre de hablar y relata
flores negras (libro)
Berta Martos es locutora de radio en un programa nocturno. Está acostumbrada a que las llamadas de sus oyentes hablen de soledad y desamor, pero la de esta noche es diferente: al otro lado de la línea telefónica un disparo interrumpe la conversación que mantiene con un desconocido que está a punto de hacerle una confesión. El escándalo estalla en las redes sociales, donde miles de personas culpan a la periodista de lo sucedido y exigen su cabeza para saciar su sed de justicia. Sometida a una excedencia forzosa, Berta decide refugiarse en casa de su madre, una famosa actriz retirada hace décadas que quiso aislarse de todo en un pueblo olvidado del mundo en una finca que alberga un inquietante jardín de flores tropicales. Un pintoresco lugar en el que los fantasmas del pasado no tardarán en unirse a los del presente y poner a prueba la coraza que Berta ha construido para sobrevivir.
la vigilante del louvre (libro)
Diana es vigilante en el Louvre y cada día pasea por sus salas, rendida a la belleza de las obras que allí se exponen y con las que ha adquirido la costumbre de hablar y relatarles los pormenores de una vida que se ha instalado en la rutina, muy a su pesar. Un día desembarca en el museo una exposición temporal sobre Courbet que provoca una fascinación inmediata y poderosa en ella. Pero Diana no está sola en esta obsesión, ya que junto a las obras del gran maestro del realismo llegan también visitantes novedosas para la vigilante del Louvre entre las que se encuentra Claudette, una enigmática rubia que, cargada con su violonchelo, asiste fiel a su cita diaria con «El origen del mundo», e Isabelle, una hermosa mujer de cabello rojo intenso, cuyo destino ha sido marcado en gran medida por la modelo retratada en dicho cuadro y de la que conserva su diario como su más preciada posesión.