George Harving, gerente general de la compañía de seguros, que debió cubrir las pérdidas provocadas por la explosión de un camión blindado, en las afueras de Culver City hacía un año, en el cual habían muerto tres personas y se había “quemado” un millón de dólares, contrata al detective Fred Baker, para que investigue como pudo suceder. ¿Cómo pudo quemarse totalmente el dinero en una caja fuerte cerrada, y en la que no se encontró indicios de causa alguna? ¿Por qué tras un año Harving pretende reabrir el caso, que había sido caratulado como accidente? El gerente le entrega al detective un billete, cuya denominación figura en la lista del dinero supuestamente siniestrado, que acaba de llegar a sus manos, y Baker debe poner todo su esfuerzo para resolver el enigma.

Fred Baker, detective privado, reconoce que uno de los mayores aciertos de su vida, fue contratar a su eficiente y hermosa secretaria; pero cuando ésta hace ingresar a su oficina a la bella Mary Dinner, se le plantea un conflicto de intereses, que debe posponer cuando la muchacha lo contrata para que investigue el asesinato de su padre, un rico coleccionista de porcelanas antiguas, ya que no la satisface la velocidad de la investigación policial oficial. Ella misma fue quién ahuyentó al asesino, quién había destrozado muchas de las valiosas piezas, pero de las cuales no faltaba ninguna. Mientras Baker va resolviendo el caso, también va decantando hacia cual mujer se inclina su corazón.