Elisa es una adolescente que vuelve a Galicia después de muchos años de estar escondida, para enfrentarse con un pasado que le aterra. La amnesia le ha borrado la memoria y ella necesita recordar, pero lo que allí encuentra supera la peor de sus pesadillas. Dos chicos están a su lado, guapísimos, misteriosos, no sabe lo que siente por ellos, lo que sienten por ella, si son buenos o malos, pero todo es tan extraño y sucede tan rápido, que no tiene otra opción que dejarse llevar.

Elisa despierta del hechizo y lo hace en el pasado, en el lugar peligroso donde el Bastardo y los Señores la están esperando dispuestos a todo, con tal de que ella recuerde donde está escondido el tesoro que les han robado. Elisa sigue estando indefensa y asustada, pero poco a poco va a ir tomando conciencia de quien es, de su fuerza para poder enfrentarse a todos, sabe que hay muchas cosas que la están ocultando y no se va a rendir hasta descubrir el origen del entramado sangriento que la rodea, de ella depende que se haga justicia a los muertos y que se detengan para siempre las matanzas. En este pasado al que regresa también están los dos chicos, ya no está tan confundida acerca de lo que siente hacia ellos, cada vez lo tiene más claro y a pesar del riesgo, de que no sabe todavía si son de los malos, va a cerrar los ojos para dejarse llevar. Pero su valentía ante lo que viene no la va a salvar de su destino. No tiene ni idea de lo que aguarda oculto entre las sombras.

Elisa se une al Bastardo y a su ejército obligada por un descubrimiento inesperado que lo cambiará todo. Emprende un viaje sin retorno hacia el infierno y será con las cenizas de su inocencia con las que arme su venganza. Elisa se adentra en una espiral de odio y de nuevo no está sola, los dos chicos están junto a ella, los tres siguen jugando pero la partida está a punto de terminar y uno va a quedar fuera. A veces los buenos no lo son tanto...