Lorena no imaginaba que su monótona existencia pudiera ir todavía a peor. Claro que no contaba con los designios de la inexorable Ley de Murphy. Cuando Álvaro la abandona por una joven modelo publicitaria a la que dobla la edad, precisamente el día de su cincuenta cumpleaños, se le cae el mundo encima. Pasado el momento inicial de estupor, rabia y desesperación, decide recuperarlo, recurriendo incluso a las dudosas artes de una pitonisa de tres al cuarto. Sin embargo, la ruptura es el detonante de una serie de acontecimientos que darán un giro a su vida y que, contados en clave de humor, demuestran que a veces no hay mal que por bien no venga.

James Valdray es un escritor de novelas de misterio atormentado por sus propios fantasmas, que un buen día decide romper con todo y explorar nuevos caminos. En consecuencia, se aísla en su mundo y consigue ser feliz hasta que una extraña familia viene a trastocarlo todo. Esta es una novela en la que la imaginación del lector sacará sus propias conclusiones, porque la historia que se narra permite diversas interpretaciones. ¿Todo es lo que parece? Tal vez sí, tal vez no. Llegando al desenlace, cabe en lo posible que pienses que será otra novela más de psicópatas, y en tu mente habrás creído adivinar quién y por qué lo hizo. Pero el final no es el que probablemente esperabas.

Han transcurrido unos años desde que Beatriz y William contrajeran matrimonio. En Londres, la vida de la joven pareja transcurre plácidamente, ella como psiquiatra y él como funcionario del Ministerio del Interior… hasta que William es reclutado por el MI5. En esta secuela de "Tormentta", los lectores que ya hayan leído la primera asistirán a la evolución de los protagonistas en un formato que se asemeja a un guión cinematográfico con secuencias cortas y algunos saltos temporales que le imprimen agilidad y cambios de escenario frecuentes durante un período de cuatro años. Esta no es una complicada trama de espionaje al uso, en la línea de John Le Carré o tantos otros maestros del género, sino una novela de espías que al lector le resultará fácil de entender porque cuando estás dentro, te das cuenta de que las cosas son más sencillas de lo que puedan parecer vistas desde fuera.

Un sacerdote con un pasado pendenciero. Una Virgen que de repente empieza a hacer travesuras para llamar la atención. Un pueblo donde hay más prejuicios de lo que parece a simple vista. Estos tres ingredientes se conjugan para llevar al lector a través de una historia en la que nada será imposible, incluido su sorprendente final.

Esta novela podría ser muy bien una obra de teatro en cuatro o cinco actos. Sus ingredientes: el misterio y el humor (en su versión más blanca o, por decirlo de otra manera: inglés).Tres hermanos, herederos de una empresa de pompas fúnebres, se ven envueltos en una situación tan siniestra como surrealista, en la que van apareciendo algunos otros personajes secundarios que se convierten, como ellos mismos, en protagonistas de una aventura disparatada e hilarante.Que os divirtáis leyéndola. Eso es lo único que me importa.¡