Embargada... La vida de Kendall Havens se desmorona cuando es secuestrada de su hogar, una estación de combustible espacial, por unos maleantes quienes dicen tener el derecho de llevársela. Su padre, un apostador empedernido, la usó para cubrir sus pérdidas en la nave casino Larceny. Luego de ser drogada y tratada como carga, es vendida al mejor postor, la Corporación Novias Galácticas. Después de aterrizar en un primitivo planeta del otro lado de la galaxia, ella no tiene intención alguna de cumplir con el contrato de su padre; aunque incluya el casarse con un increíblemente guapo, sexy e intenso hombre bárbaro. Puede que sea una fantasía hecha realidad, pero él quiere algo más de lo que ella puede darle. Posesión... Lord Alec, el Duque Menor de Draig, no ha tenido suerte encontrando a su alma gemela. Resignado a una vida solitaria, asiste al Festival solo por cumplir con su deber familiar. Entonces, sucede lo imposible: Kendall. Nada sucede de acuerdo a la tradición, pero él no puede dejar que eso lo desanime. Ella es su única oportunidad para ser feliz, sin importar cuanto proteste, él no la dejará marcharse.

La heroína en potencia… Lo único que desea Aeron es continuar viviendo su larga y solitaria vida dentro de su pequeño cubículo de metal, escuchando transmisiones para la Milicia de la Federación. No es glamurosa, ni mucho menos encantadora, pero por lo menos es segura. No hay modo de salir lastimada. Pero no le queda otra opción que actuar, luego de interceptar una comunicación sobre el inminente genocidio de los Qurilixianos. Nadie de la Federación parece estar dispuesto a hacer algo, así que queda de parte de ella salvar a todo un planeta. Luego de reclutar a su degenerada hermana, Aeron se encuentra enlistada para convertirse en la nueva novia de uno de los bárbaros a los que intenta salvar. El hombre que no necesitaba ser salvado… Lord Bron, el Alto Duque de Draig, no está realmente emocionado por su séptimo intento de llevar a cabo su ceremonia matrimonial, pero, al posar sus ojos sobre la hermosa Aeron, se da cuenta que todos sus años de espera valieron la pena. Los dioses por fin lo han bendecido con una compañera de vida… ¿o no? Su nueva novia no para de insistir que no está aquí para contraer matrimonio, sino que tiene una misión. Queda de parte de Bron convencerla de que se quede con él, o enfrentarse a una vida de amarga soledad.