Lourdes estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por su hijo Justin, así que ni siquiera duda cuando le ofrecen una indecorosa cantidad de dinero por sacar unas fotos comprometidas de Adley Barnett, un arrogante duque que no parece tener ni una mancha en su expediente pero lo que Lourdes no imagina que por una equivocación (o no tan equivocación), termina en el puesto de sirvienta a las ordenes de un espartano (y atractivo) jefe que no parece conocer la era moderna del nuevo siglo. La guerra no tarda en estallar entre los dos pero puede que Adley Barnett no sea exactamente como ella cree que es o no todo resulta de la manera que ella espera...