Vidas marcadas por un pacto y destinos unidos por el hilo rojo. Cuenta una leyenda japonesa, que existe un hilo invisible que nos une a aquellos con quien estamos destinados a encontrarnos. Pero… ¿Podrá el pacto de los hermanos Richards (Anna y Daniel) cambiar el curso de los acontecimientos? Quizás no, aunque engendrará adulterio y lujuria. Un amor ciego que viajará a través del tiempo dejando traiciones y mentiras por el camino. La pasión prohibida tejerá el destino de la familia Dalmau, en la Barcelona de principios del S.XX , y las historias de los protagonistas se entrelazarán para mostrarnos si el amor incondicional es capaz de evitar que el hilo rojo del destino se rompa para siempre.

Si quieres pasar un rato divertido no te pierdas esta bonita historia de humor, amor y amistad, donde las adversidades se convertirán en sucesos increíbles gracias a Jana , Ada, Fiona y Carla; un grupo muy ecléctico. Carla es una depredadora de hombres, siempre dispuesta a pasarlo bien. Ada es todo lo contrario; tímida hasta la médula y con muchos problemas para relacionarse con el sexo contrario. Fiona en cambio es extremadamente alocada, muy divertida y sin complejos. Y Jana… Bueno, ella tiene un don. La vida de estas «Locas de Remate» está a punto de dar un giro radical, aunque ellas todavía no lo saben…

Esta es la historia de Ling Su, una mujer valiente que descubrirá que el secreto de la libertad es el coraje, que sin decisión los sueños nunca se cumplen, y que la mejor forma de honrar a los que nos aman, y amamos, es siendo feliz. También es la historia de Adam, un hombre noble que enseñará a Ling Su el valor del amor, que el primer beso jamás se da con la boca, sino con los ojos, y que amar no es solo querer, es sobre todo comprender. Disfruta de una novela romántica a caballo entre la china milenaria y el Londres moderno. Una historia de superación personal en la que los celos se solucionan a base de patadas de Kung Fu y el amor crece sorbiendo té. Una lucha entre Dragones en la que parece que nada va a salir bien porque… Los Dragones Nunca se enamoran. ¿O quizás sí?