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Literatura de ottessa moshfegh
la muerte en sus manos (libro)
Mientras pasea a su perro por el bosque, Vesta Gul se topa con una nota manuscrita. «Se llamaba Magda. Nadie sabrá nunca quién la mató. No fui yo. Este es su cadáver.» Pero jun
mi año de descanso y relajación (libro)
En Mi año de descanso y relajación, Ottessa Moshfegh hace de Manhattan el epicentro de una civilización, la del año 2000, dominada por la apatía. Como una oscura bella durmient
mi nombre era eileen (libro)
Un thriller espeluznante, hipnótico y divertido. Una primera novela poderosa, que cautiva y perturba al lector. La voz de Ottessa Moshfegh irrumpe con fuerza en las letras nort
nostalgia de otro mundo (libro)
Hay algo siniestro y desconcertante que atraviesa los relatos de Ottessa Moshfegh, algo peligroso, fascinante y a veces irresistiblemente divertido. Sus personajes son seres in
la muerte en sus manos (libro)
Mientras pasea a su perro por el bosque, Vesta Gul se topa con una nota manuscrita. «Se llamaba Magda. Nadie sabrá nunca quién la mató. No fui yo. Este es su cadáver.» Pero junto a la nota no hay ningún cadáver. Vesta Gul, que acaba de mudarse tras la muerte de su marido y no conoce a nadie en su nuevo hogar, no sabe muy bien qué hacer con esta información. Comienza a obsesionarse con la figura de Magda y a elucubrar con las diversas maneras en que pudieron asesinarla, si es que efectivamente ocurrió tal cosa. Su aislamiento la conduce a una serie de ideas que comienzan a encontrar un reflejo en la vida real. De un modo emocionante y terrorífico, las piezas parecen encajar: a encajar entre sí y con las zonas más oscuras de su propio pasado. Solo hay dos opciones para resolver este misterio: una explicación banal e inocente o una causa profundamente siniestra.
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mi año de descanso y relajación (libro)
En Mi año de descanso y relajación, Ottessa Moshfegh hace de Manhattan el epicentro de una civilización, la del año 2000, dominada por la apatía. Como una oscura bella durmiente, la narradora de esta novela decide encerrarse durante un año en su piso de una de las zonas más exclusivas de Nueva York, asistida por una herencia ingente y por una gran cantidad de fármacos, para dedicarse a dormir y ver películas de Whoopi Goldberg y Harrison Ford. El inicio de un siglo supuestamente trepidante encuentra a nuestra protagonista durmiendo en el sofá con la tele encendida. Con mucho cinismo, series, películas comerciales y narcóticos, y a costa de cortar todo vínculo humano, cualquiera puede sobrellevar esta vida. Ahora bien, ¿lo que queremos es sobrellevarla?
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mi nombre era eileen (libro)
Un thriller espeluznante, hipnótico y divertido. Una primera novela poderosa, que cautiva y perturba al lector. La voz de Ottessa Moshfegh irrumpe con fuerza en las letras norteamericanas. Recuerda este nombre: Eileen. La Navidad ofrece muy poco a Eileen Dunlop, una chica modesta y perturbada atrapada entre su papel de cuidadora de un padre alcohólico y su empleo administrativo en Moorehead, un correccional de menores cargado de horrores cotidianos. Eileen templa sus tristes días con fantasías perversas y sueña con huir a una gran ciudad. Mientras tanto, llena sus noches con pequeños hurtos en la tienda local, espiando a Randy, un ingenuo y musculoso guardia del reformatorio, y limpiando los desastres que su padre deja en casa. Cuando la brillante, guapa y alegre Rebecca Saint John hace su aparición como nueva directora educativa de Moorehead, Eileen es incapaz de resistirse a esa milagrosa e incipiente amistad. Pero en un giro digno de Hitchcock, el cariño de Eileen por Rebecca la convierte en cómplice de un crimen.
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nostalgia de otro mundo (libro)
Hay algo siniestro y desconcertante que atraviesa los relatos de Ottessa Moshfegh, algo peligroso, fascinante y a veces irresistiblemente divertido. Sus personajes son seres inestables: anhelan un gesto de ternura y desean, a su manera, convertirse en mejores personas; aun así, todos parecen moverse guiados por los impulsos más primarios. Débiles, retorcidos, a menudo estúpidos y crueles consigo mismos y con los demás: de esta extraña materia prima Moshfegh consigue extirpar una belleza oscura y eléctrica y que, en ella, lo que veamos sea en realidad nuestro propio reflejo.
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