Literatura de paul lattimer
azar de pistolero (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. Eran muchos los hombres que, llegado aquel punto del recorrido, no sabían hacía dónde dirigirse. El p
bienvenido a casa, eddie (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. AL capitán Mills siempre le había caído bien aquel chico. Se llamaba Eddie Moore y la verdad es que n
charlatán, tramposo y pistolero (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. Benjamín Hartle había visto desde el principio. Realmente, aquel era un hombre que no pasaba desaperc
el año del diablo (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. LE gustaba la tierra. Era parte de sí. La conocía y ella le reconocía a él. No en vano la había labra
en pie como los árboles (libro)
AQUEL hombre entró en Colorado Springs una mañana de noviembre. Lo primero que hizo fue dirigirse a los campos de remolacha. Cosa rara en un hombre que parecía haber cabalgado
green-hill (libro)
EL otoño era precioso en aquella región de Satanta. Un lugar ideal para disfrutar de dinero, de mujeres y de todos los gozos de aquel montón de billetes que el jinete llevaba e
la noche de las furias (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. AQUEL maldito sol del mes de abril de 1865, calentaba los sesos de cualquiera. No era un sol intenso,
las aguas bajan turbias (libro)
EN Rock Springs, estado de Wyoming. Al norte, un magnífico territorio en donde muy pronto se descubriría la manera de extraer el carbón de las minas del estado. Al sur, pastiza
no te acerques a eva (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. El que le miraba desde el otro lado del mostrador había tenido hasta ese momento una de las sonrisas
rebelión (libro)
Sí de algo se preciaba Al Daugherty, era de conocer a un indio arapahoe. Lo hubiera hecho con los ojos cerrados, incluso guiándose por el olor que despedían. No en vano el capi
un hombre dentro (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez.
azar de pistolero (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. Eran muchos los hombres que, llegado aquel punto del recorrido, no sabían hacía dónde dirigirse. El paisaje, resultaba igualmente tentador por ambas partes. Viniendo del Sur, a un lado, quedaba la Reserva Owyhee, con el río del mismo nombre que descendía desde la cadena de las Tuscarora e iba a enriquecer las aguas del Snake, haciendo frontera con Idaho. Toda esta red tupida regaba la zona, convirtiéndola en una especie de vergel. Pero, entretanto, al otro lado quedaban los bosques. Los grandes bosques de Oregon, tras la llanura de Harney. Y resultaban una llamada mucho más incitante de lo que cualquier viajero podía pensar.
bienvenido a casa, eddie (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. AL capitán Mills siempre le había caído bien aquel chico. Se llamaba Eddie Moore y la verdad es que no tenía mucha idea de dónde era o cómo llegó allí. Sólo sabía que de las seis misiones que llevaba en su haber, no había fallado ninguna. Y, además y mucho más importante, que había entregado VIVOS a todos sus detenidos.
charlatán, tramposo y pistolero (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. Benjamín Hartle había visto desde el principio. Realmente, aquel era un hombre que no pasaba desapercibido. Todo manos y revólver. Delgado, escurrido de caderas y enseñando, bajo los faldones de una enorme chaqueta, un no menos tremendo colt.
el año del diablo (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. LE gustaba la tierra. Era parte de sí. La conocía y ella le reconocía a él. No en vano la había labrado cuando sólo era un esclavo. Pero sabía que aquellos hombres no estaban de acuerdo. Después de tres años de guerra, los hombres habían descubierto que nunca más volverían a estar de acuerdo. Norte y sur, blanco y negro, formaban una conjunción irreconciliable.
en pie como los árboles (libro)
AQUEL hombre entró en Colorado Springs una mañana de noviembre. Lo primero que hizo fue dirigirse a los campos de remolacha. Cosa rara en un hombre que parecía haber cabalgado tanto y llevaba un caballo tan cansado. Lo lógico hubiera sido ir directamente al saloon a refrescar el gaznate con un buen trago y, después, hacer ya lo que tuviera hacer en el pueblo. Pero el hombre de aquella mañana de noviembre, parecía tener mucha prisa.
green-hill (libro)
EL otoño era precioso en aquella región de Satanta. Un lugar ideal para disfrutar de dinero, de mujeres y de todos los gozos de aquel montón de billetes que el jinete llevaba en sus alforjas. El jinete, además, se llamaba Matt Pressman y venía de Nuevo Méjico, justo desde Nambe, un pequeño pueblecito que antes fue campamento indio y que se hallaba al lado de Santa Fe. Al jinete no le gustaba en absoluto Santa Fe, ni Nambe, ni siquiera Nuevo Méjico, que estaba lleno de marshalls, sheriffs y otros agentes del Gobierno, a los cuales no les tenía demasiadas simpatías. Si vivía bien era precisamente porque les huía. Se buscaba su existencia lejos de las estrellas prendidas sobre algún chaleco. De esta forma era más seguro. Cazar hombres reclamados no quería decir nada. Él no pertenecía a la ley, aunque, en cierto modo, la respaldase. En ocasiones, aquello era bueno. Muy bueno.
la noche de las furias (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. AQUEL maldito sol del mes de abril de 1865, calentaba los sesos de cualquiera. No era un sol intenso, pero sí persistente. Se iba introduciendo poco a poco en la mente, como si taladrase la corteza del cerebro y nublaba los sentidos, haciendo que ni siquiera la puntería fuese igual.
las aguas bajan turbias (libro)
EN Rock Springs, estado de Wyoming. Al norte, un magnífico territorio en donde muy pronto se descubriría la manera de extraer el carbón de las minas del estado. Al sur, pastizales. Enormes pastizales cubriendo toda la región del Green River, tanto que no había forma de ver otra cosa en muchas millas a la redonda. Y en medio de todo, el rancho Kelvey. Mitad rocas, mitad pradera. Punto de arranque para una historia sin final, cuando el primer Kelvey puso los naipes sobre el tapete y dijo: —Va la mitad de mi rancho. No era una mala apuesta.
no te acerques a eva (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez. El que le miraba desde el otro lado del mostrador había tenido hasta ese momento una de las sonrisas más amistosas que Nosa conoció desde que saliera de Arkansas. Y de repente, la sonrisa murió en su cara como estrechándose, metiéndose en el tajo rocoso de un rostro enjuto y gris.
rebelión (libro)
Sí de algo se preciaba Al Daugherty, era de conocer a un indio arapahoe. Lo hubiera hecho con los ojos cerrados, incluso guiándose por el olor que despedían. No en vano el capitán McNelly le había elegido para aquella misión, después de una selección cuidadosa. Y eso que McNelly no sabía ni la mitad de sus antecedentes. En realidad, nadie podía decir que supiera mucho sobre Al Daugherty.
un hombre dentro (libro)
Paul Lattimer es el seudónimo de la escritora María Teresa Nuñez Gonzalez.