Literatura de profesor hasley
base sakchent número 1 (libro)
EL corazón de los hombres del «Tritón Volador» latía aceleradamente. La astronave había realizado perfectamente la maniobra de inmersión y luego, con toda la potencia de sus mo
cuarta dimensión (libro)
A los oídos de Alan llegaba la música que provenía del amplio ratón donde se celebraba la fiesta. Alan había huido del salón, hastiado de tanta diversión insulsa y de tan insus
el bosque petrificado (libro)
Ocho días habían pasado desde el momento en que el «Sagitario Z» abandonase la Tierra, en medio del terrible espectáculo de destrucción y de muerte que ninguno de todos los nav
el ejército sin alma (libro)
LA inesperada salida de la base “Cielo Cubierto” y el hecho de que se cerraran las pesadas compuertas que cegaban el túnel de entrada había congregado a todos los trabajadores
el enigma cósmico (libro)
LA Sección Americana del Alto Estado Mayor de Defensa y Protección de la Tierra, se encontraba representada por la mayor parte de sus miembros en la cabina receptora de mensaje
el enigma de c.o.e. (libro)
El centinela fue tajante en su orden. ¡Alto, o disparo! Aquel pequeño hombre que se había acercado a las alambradas con gesto indiferente, se detuvo en el acto. —¡Pronto! Cuerp
el extraño profesor addintong (libro)
Buck observó durante un rato la llameante puerta de su casa. Si hubiera retardado medio segundo su acción de tirarse al suelo hubiera sido su cuerpo en llamas el que provocara
el fin de la base titán (libro)
La noche era tranquila y el estado del mar no presentaba ninguna dificultad al avance de la embarcación. Dan maniobraba con el timón según las instrucciones que le daban Hauer
el hombre de ayer (libro)
DESPUÉS de la aparición del extraño emisario, que fue recibido por el Estado Mayor norteamericano en el Polígono de Tiro de Nueva York, el Gobierno de los Estados Unidos no pud
el intruso sideral (libro)
El denominado 'Proyecto Luna Amiga' tiene como objetivo el realizar el primer viaje interplanetario de los terrestres hacia el satélite lunar. Pero la irrupción sorpresiva de u
el mundo subterráneo (libro)
El terror y el asombro hicieron enmudecer durante unos minutos al pequeño grupo. Instintivamente se habían agrupado en un reducido espacio y dirigían sus ojos hacia aquella con
el mundo sumergido (libro)
William y los demás hombres de la expedición «Luna Amiga» vieron, entre sorprendidos y alborozados, cómo aquellos providenciales salvadores, despejaban de enemigos aquel recint
el túnel trasatlántico (libro)
Hacía tiempo que la rápida y aplanada lancha discurría sobre las aguas rojizas. Una gran extensión del mar estaba teñida con aquel tinte terroso y Mark Freeman oteaba la lejaní
energía «z» (libro)
El «Sagitario Z» atravesó los espacios durante varios días, sin que ningún nuevo incidente viniese a turbar la alegría de los expedicionarios. Sólo el rostro de Karima se veía
eratom 225 (libro)
Tras un viaje espacial estimado en cuatro o cinco años, unos viajeros espaciales regresan a una Tierra postatómica que han cambiado mucho durante su ausencia: extensos territor
intriga en el año 2000 (libro)
Aquel hombre pequeño, de avanzada edad y pelo blanco, caminaba con aire distraído por la gran avenida, Sus ojos eran como los de un niño que fuera descubriendo a cada paso mara
la gran amenaza (libro)
EL general Mc. Millan tenía ante sí a su primer ayudante, el hombre que acababa de entrar al despacho del general y esperaba en actitud respetuosa las órdenes de éste. — Corone
la revancha de zamok (libro)
En lo más hondo de la conciencia de Jesse comenzó a brillar una luz en la que parecía quedar suspendida la frágil trama de su existencia. Un deslumbrador torbellino iba adueñán
la sinfonía cósmica (libro)
Los dos hombres estaban inclinados sobre la complicada mesa de control: Varios de sus ayudantes miraban con sumo interés las caras de los dos, pues, aunque no sabían a ciencia
la última batalla (libro)
La revelación que hiciera Bendy dejó ano nadados a sus dos compañeros. Ilina se había convertido para ellos en algo tan ligado a sus propios destinos que no se resignaban fácil
los hombres de alfa (libro)
Hacía largo tiempo que los dos hombres permanecían silenciosos. Eran dos hombres jóvenes, al menos en el sentido que en aquellos momentos se daba a la juventud. Hacía muchos añ
los muertos atacan (libro)
Los tres hombres mostraban en sus rostros las huellas del cansancio. Durante las últimas cuarenta horas no se habían tomado ni un solo momento de descanso y sus cinco sentidos
más allá de plutón (libro)
Aquella tarde del año 2.100, tenía un matiz suave y apacible y nada hacía prever que una gran catástrofe se cernía sobre los hombres y las cosas que poblaban aquel lugar. Una i
operación cefeida (libro)
Quizás causó alguna sorpresa a los distraídos radioescuchas que seguían la emisión nocturna de Radio Universal. En realidad no parecía tener importancia. Los programas de notic
topo-k (libro)
En el cielo azul que, como una inmensa cúpula se cernía sobre el Estado de Wyoming, tres pequeños y brillantes puntos fueron alcanzando gran altura. —No parecen aparatos de nue
viaje hacia la muerte (libro)
El año mil novecientos ochenta había traído para Bert Sterling una serie de importantes acontecimientos. Su labor como escritor había sido reconocida por todos los públicos del
¡entropía! (libro)
Jamás el pueblo de Togur había atravesado tan difíciles circunstancias, como las que atravesaba en aquellos momentos. La fracasada invasión de los hombres de Alfa había conduci
¡karima! (libro)
E l inmenso convoy navegaba sobre el mar apacible, rumbo a las costas de África. El océano Atlántico mostraba su serena inmensidad y una brisa muy débil apenas si rizaba su sup
base sakchent número 1 (libro)
EL corazón de los hombres del «Tritón Volador» latía aceleradamente. La astronave había realizado perfectamente la maniobra de inmersión y luego, con toda la potencia de sus motores, había emergido del fondo del mar, para lanzarse al infinito en un poderoso salto, cuyo objetivo sería la Tierra. Todos los hombres del equipo habían respondido admirablemente al realizar la difícil maniobra. La atmósfera de Atomón iba quedando atrás, sacudida por la terrible convulsión de la tempestad magnética que habían desencadenado los hombres de la Confederación Sakchent, en su preludio de guerra contra la confederación de Samá. Durante varios minutos todos los hombres de la expedición atendían cuidadosamente a sus obligaciones Jansen y Brown hacían cálculos rapidísimos ayudados por dos cerebros electrónicos que pasaban rápidamente a Dic y William, los cuales ordenaban en consecuencia la maniobra a realizar.
cuarta dimensión (libro)
A los oídos de Alan llegaba la música que provenía del amplio ratón donde se celebraba la fiesta. Alan había huido del salón, hastiado de tanta diversión insulsa y de tan insustanciales charlas. Desde la altísima terraza del edificio, dominaba una fantástica perspectiva de la ciudad. Nueva York se extendía bajo su mirada como un ser animado por múltiple vida. La ciudad, había crecido descomunalmente en los últimos años. Aquella noche, la última de 1994, abría su misterio sobre la gran urbe, donde 25 millones de seres se dedicaban alegremente a despedir el año. Las luces de las calles rasgaban el velo nocturno de la ciudad y de vez en cuando llegaba a sus oídos el penetrante silbido de los automóviles propulsados por turbinas de gas, o el confuso rumor de las gentes que expresaban su alegría de la manera más desaforada
el bosque petrificado (libro)
Ocho días habían pasado desde el momento en que el «Sagitario Z» abandonase la Tierra, en medio del terrible espectáculo de destrucción y de muerte que ninguno de todos los navegantes del espacio podría olvidar.Para todos había sido dolorosa aquella partida, pero muy especialmente para Richard, el cual no podía apartar de su mente el dulce rostro de Karima ni la dramática situación en que la viera por última vezEn su cerebro se iluminaba tercamente la aterradora escena: Karima yacía en el suelo, a pocos metros del «Sagitario Z», y un descomunal cerco de fuego la aprisionaba, envolviéndola en su terrible abrazo de millones de grados.
el ejército sin alma (libro)
LA inesperada salida de la base “Cielo Cubierto” y el hecho de que se cerraran las pesadas compuertas que cegaban el túnel de entrada había congregado a todos los trabajadores en la pequeña plaza donde estaba el cuerpo de guardia.
el enigma cósmico (libro)
LA Sección Americana del Alto Estado Mayor de Defensa y Protección de la Tierra, se encontraba representada por la mayor parte de sus miembros en la cabina receptora de mensajes. El más vivo asombro se pintaba en la cara de todos ellos. — Sí, mi general — decía el encargado de esta cabina —, la llamada se está haciendo desde hace tres minutos. En efecto, sobre la pantalla descifradora se sucedía, sin interrupción casi, la señal de alarma. Raya roja, punto azul. Cada dos segundos volvía a reproducirse.
el enigma de c.o.e. (libro)
El centinela fue tajante en su orden. ¡Alto, o disparo! Aquel pequeño hombre que se había acercado a las alambradas con gesto indiferente, se detuvo en el acto. —¡Pronto! Cuerpo a tierra y con las manos en la cabeza. El hombre vaciló un segundo y luego obedeció la imperiosa orden del centinela. —Tú no tirar pequeño chino. Ser amigo. El centinela siguió encañonándole con su arma, a pesar de las palabras pacíficas del extraño visitante. Había dado la voz de alarma y estaba esperando la llegada de sus compañeros. De lejos se oían distintas voces que repetían la alarma, y pasos precipitados se iban aproximando.
el extraño profesor addintong (libro)
Buck observó durante un rato la llameante puerta de su casa. Si hubiera retardado medio segundo su acción de tirarse al suelo hubiera sido su cuerpo en llamas el que provocara la expectación que se mostraba en la cara de los transeúntes, que se detenían con una mirada interrogadora ante el edificio siniestrado. Aunque había recibido orden de abandonar aquel caso no podía apartarlo de su mente. Lucy estaba complicada en él, y ella era motivo más que suficiente para que Buck no pudiera perderlo de vista. Por otra parte, estaba convencido de que el Servicio de Contraespionaje enfocaba mal el asunto. El profesor Addington debía de dejarse totalmente al margen de la investigación y sin embargo Buck tenía el presentimiento de que podía ser una de las claves de aquel asunto. Si quería colaborar en el descubrimiento de aquella complicada trama, habría de hacerlo solo, e incluso tendría que arrostrar la posibilidad de verse tratado como un fuera de la ley. A pesar de todo estaba dispuesto a seguir adelante. Su misma conciencia se lo exigía.
el fin de la base titán (libro)
La noche era tranquila y el estado del mar no presentaba ninguna dificultad al avance de la embarcación. Dan maniobraba con el timón según las instrucciones que le daban Hauer y el profesor Kinley, improvisados navegantes de la arriesgada expedición. En la lejanía quedaba la ciudad de Nueva York, sumida en un profundo sueño bajo la niebla soporífera. Los hombres de Helikón continuaban su terrorífica tarea, intentando dar con los fugitivos; pero éstos navegaban con rumbo a la isla de Nantucket, alejados, por el momento, del peligro de muerte que se cernía sobre sus cabezas.
el hombre de ayer (libro)
DESPUÉS de la aparición del extraño emisario, que fue recibido por el Estado Mayor norteamericano en el Polígono de Tiro de Nueva York, el Gobierno de los Estados Unidos no pudo ocultar por más tiempo a la opinión pública la dramática situación que se le planteaba al mundo. El breve comunicado dirigido al pueblo de los Estados Unidos y a todos los gobiernos de la Tierra, decía así: «Un poderoso y desconocido enemigo amenaza a la Tierra. Su pretensión consiste en esclavizar a todos los pueblos, bajo la amenaza de producir un cataclismo general, en caso de que no accedamos a sus deseos. Este enemigo, cuyo pseudónimo es «El Hombre de Ayer»i dispone de poderosos y desconocidos medios de acción que han provocado serias catástrofes en el territorio de los Estados Unidos y en otros países de la Tierra. El Gobierno de los Estados Unidos, no puede ocultar la gravedad de la situación, y comunica al pueblo americano y a todos los gobiernos de la Tierra, que se siente incapacitado para aceptar toda la responsabilidad de una contestación al ultimátum recibido.
el intruso sideral (libro)
El denominado 'Proyecto Luna Amiga' tiene como objetivo el realizar el primer viaje interplanetario de los terrestres hacia el satélite lunar. Pero la irrupción sorpresiva de un nuevo astro en el sistema solar, obliga a cambiar el destino de la expedición. Uno de los integrantes de la tripulación, el capitán William Kennedy, se ve envuelto, antes del despegue, en una sucesión de misteriosos acontecimientos en los que se ve involucrada una bellísima y extraña mujer que acudirá providencialmente en su ayuda. Tras un accidentado viaje al planeta intruso llamado Atomón, cubierto en toda su superficie por un inmenso y profundo mar, los terrestres entraran en contacto con un pueblo hostil y tecnologicamente superior que les hará sus prisioneros. Condenados a muerte serán conducidos al terrible circo de los cangrejos sakchent, donde en el último momento y cuando todo parecía perdido, la oportuna intervención de unos comandos desconocidos al mando de la misteriosa mujer que ayudó a Wiliam en la Tierra, pondrá a salvo sus vidas.
el mundo subterráneo (libro)
El terror y el asombro hicieron enmudecer durante unos minutos al pequeño grupo. Instintivamente se habían agrupado en un reducido espacio y dirigían sus ojos hacia aquella constelación de puntos fosforescentes que pululaban en derredor suyo. Jamás seres algunos se habían visto envueltos por tan terribles circunstancias. La grieta por la que encontraron acceso a la enorme caverna se había cerrado sobre sus cabezas y estaban enterrados en las entrañas mismas de la Tierra, teniendo como losa sepulcral la ingente inmensidad del océano. La oscuridad era absoluta y en ella flotaban los puntos luminosos de aquellos ojos bestiales que parecían dirigirse hacia el lugar que ocupaban los desdichados seres.
el mundo sumergido (libro)
William y los demás hombres de la expedición «Luna Amiga» vieron, entre sorprendidos y alborozados, cómo aquellos providenciales salvadores, despejaban de enemigos aquel recinto diabólico. La gentil muchacha que había mandado aquella operación se lanzó ágilmente con un salto desde la muralla a la arena, en la cual se encontraban prisioneros de aquellas misteriosas algas, William y sus acompañantes. A una voz suya, varios hombres la siguieron y, a una seca orden de la muchacha, tres de los hombres dirigieron los rayos de sus armas hacia aquel montón informe de algas, procurando cuidadosamente no tocar con el haz de rayos a ninguno de los hombres allí aprisionados.
el túnel trasatlántico (libro)
Hacía tiempo que la rápida y aplanada lancha discurría sobre las aguas rojizas. Una gran extensión del mar estaba teñida con aquel tinte terroso y Mark Freeman oteaba la lejanía, esperando que apareciera, de un momento a otro, la cilíndrica torre de aluminio. Durante muchos años había estado preparándose para emprender la labor que se aproximaba. Casi desde su infancia había sido seleccionado para recibir una educación especial que le permitiera intervenir eficazmente en el más maravilloso proyecto que concibiera la mente humana, y se sentía orgulloso y contento de que, por fin, hubiese llegado el momento de demostrar que no habían sido vanos los desvelos que por él se tomaran en el Instituto de Preparación para el Proyecto Landers.
energía «z» (libro)
El «Sagitario Z» atravesó los espacios durante varios días, sin que ningún nuevo incidente viniese a turbar la alegría de los expedicionarios. Sólo el rostro de Karima se veía ensombrecido por los dolorosos recuerdos que dejaba a su espalda, donde su padre iba a librar la batalla de la cual dependía incluso el porvenir de la Tierra. Richard procuraba consolarla y no cabía la menor duda de que la sinceridad de su amor era un bálsamo qué aliviaba considerablemente la angustia que atenazaba el corazón de la muchacha.
eratom 225 (libro)
Tras un viaje espacial estimado en cuatro o cinco años, unos viajeros espaciales regresan a una Tierra postatómica que han cambiado mucho durante su ausencia: extensos territorios urbanos convertidos en selvas, supervivientes en refugios antiatómicos, infrahombres, mutantes con supercerebros…
intriga en el año 2000 (libro)
Aquel hombre pequeño, de avanzada edad y pelo blanco, caminaba con aire distraído por la gran avenida, Sus ojos eran como los de un niño que fuera descubriendo a cada paso maravillas inesperadas y desconocidas. Su frente era despejada y el brillo de su penetrante mirada indicaba que se trataba de un hombre de inteligencia despierta.A pesar de la gran cantidad de medios de transporte que existían en el país, la gran avenida se encontraba repleta, pues la tarde de primavera se mostraba brillante e invitaba al paseo.Por encima de su cabeza, a unos diez metros de altura, un gran río de pequeños automóviles aéreos discurría por las calles de la ciudad, pues hacía mucho tiempo que los vehículos que rodaban por la calzada habían desaparecido.Algo más arriba, a unos cien metros de altura, se deslizaban los aviones catalogados para la distancia de mil millas, y una tercera capa, a cinco mil metros de altura, servía de espacio libre para los cohetes intercontinentales.
la gran amenaza (libro)
EL general Mc. Millan tenía ante sí a su primer ayudante, el hombre que acababa de entrar al despacho del general y esperaba en actitud respetuosa las órdenes de éste. — Coronel, es preciso ordenar inmediatamente un reconocimiento aéreo de la Base Flotante que tiene la Compañía de Electricidad en el Océano Indico. — ¿Cuántos aparatos deben hacerlo, mi general? — preguntó el coronel...
la revancha de zamok (libro)
En lo más hondo de la conciencia de Jesse comenzó a brillar una luz en la que parecía quedar suspendida la frágil trama de su existencia. Un deslumbrador torbellino iba adueñándose de su conocimiento y hacía girar en su vorágine una rápida sucesión de confusas ideas, las cua-les se mezclaban precipitadamente, desdibujando el preciso perfil de las cosas. A Jesse le parecía estar sumergido en un angustioso océano del que era preciso salir costase lo que costase, pero una oscura fuerza tiraba de él hacia las profundidades de un misterioso río de sombra, paralizando sus movimientos y haciendo inútil su desesperado intento.
la sinfonía cósmica (libro)
Los dos hombres estaban inclinados sobre la complicada mesa de control: Varios de sus ayudantes miraban con sumo interés las caras de los dos, pues, aunque no sabían a ciencia cierta de qué se trataba, estaban, sin embargo, convencidos de que algo de mucho interés sucedía. — Vuelva usted a comprobar el reductor magnético, Burton. El aludido comenzó una serie de operaciones matemáticas, auxiliado por un pequeño cerebro electrónico y luego fue cambiando sucesivamente una serie de conexiones eléctricas. Sin levantar los ojos de los complicados mecanismos que manejaba, murmuró: — No cabe la menor duda, profesor. Están en orden.
la última batalla (libro)
La revelación que hiciera Bendy dejó ano nadados a sus dos compañeros. Ilina se había convertido para ellos en algo tan ligado a sus propios destinos que no se resignaban fácilmente a verla morir. Ella no sufría lo más mínimo, pues su extraño estado psíquico la incapacitaba de todo punto para percatarse del grave peligro que la acechaba, pero no por ello dejaba de ser dolorosísimo aquel trance para los tres amigos. — ¡Es preciso hacer algo, Buck! — casi gritó Alan —. ¡No podemos verla morir ante nuestros propios ojos! — No podemos hacer nada, Alan — contestó el mecánico
los hombres de alfa (libro)
Hacía largo tiempo que los dos hombres permanecían silenciosos. Eran dos hombres jóvenes, al menos en el sentido que en aquellos momentos se daba a la juventud. Hacía muchos años que los progresos de la ciencia médica y las condiciones de vida de lo que fue la Tierra, habían permitido que una vida normal durase trescientos años. Aquellos dos hombres debían estar hacia la mitad del camino de su vida. Uno de ellos era hombre alto, moreno, de mandíbulas cuadradas, que revelaban su gran fortaleza de ánimo. El otro tenía quizás uno menos, de ojos azules y pelo rubio y también en la complexión de su cuerpo y la firmeza de su mirada se adivinaba al hombre de acción. El primero se llamaba Harry, y Chester el segundo. Aquel silencio entre los dos no era ninguna cosa extraordinaria. El largo viaje que habían emprendido aquellos dos hombres les había habituado a soportar con paciencia aquellos intervalos de silencio. Pero en esta ocasión flotaba en el ambiente una pesadumbre que diferenciaba este momento de otros pasados.
los muertos atacan (libro)
Los tres hombres mostraban en sus rostros las huellas del cansancio. Durante las últimas cuarenta horas no se habían tomado ni un solo momento de descanso y sus cinco sentidos estaban pendientes de los instrumentos que manejaban. Pero no era tan grande su cansancio como el profundo asco que sentían ante lo que estaban viendo. Los tres eran hombres de formidable temple y hechos a la dura vida de las armas, pero se sentían abatidos y jamás hubiesen podido sospechar que la misión que se les encargara dos días antes iba a tener aquellas características.
más allá de plutón (libro)
Aquella tarde del año 2.100, tenía un matiz suave y apacible y nada hacía prever que una gran catástrofe se cernía sobre los hombres y las cosas que poblaban aquel lugar. Una incesante actividad reinaba en la zona del observatorio del monte Palomar. Miles de trabajadores, bajo las órdenes de los capataces y técnicos, se afanaban en la inmensa tarea. El antiguo observatorio había sido desmontado casi por completo y la planicie de su emplazamiento considerablemente agrandada. La lente de cinco metros de diámetro fue transportada cuidadosamente a un nuevo y lejano destino y en su lugar, en un edificio circular construido expresamente, podía verse la lente fenomenal de doce metros, dispuesta para ser montada en el nuevo y maravilloso telescopio.
operación cefeida (libro)
Quizás causó alguna sorpresa a los distraídos radioescuchas que seguían la emisión nocturna de Radio Universal. En realidad no parecía tener importancia. Los programas de noticias, música, idiomas, conferencias, etc. se sucedían, como siempre, desde las nueve de la noche (hora americana), según los cauces previstos normalmente. Sólo de vez en cuando, entre dos piezas de música, o aprovechando la pausa de un orador, se oía la voz del locutor que decía, empleando el idioma internacional convenido para los asuntos de interés mundial.
topo-k (libro)
En el cielo azul que, como una inmensa cúpula se cernía sobre el Estado de Wyoming, tres pequeños y brillantes puntos fueron alcanzando gran altura. —No parecen aparatos de nuestros enemigos. —No, creó reconocer esas naves. Son aparatos de bombardeo atómico del tipo «Arizona». —Eso me había parecido, Dan Pero diría que tienen modificada la cola. —Has acertado, Guy. Lleva doble timón pata facilitar el vuelo vertical. Los dos hombres cruzaron una mirada de sorpresa. El ruido de los motores de los aviones les hizo abandonar su trabajo para encaramarse sobre aquel risco, desde el cual podían dominar una amplia extensión del paisaje.
viaje hacia la muerte (libro)
El año mil novecientos ochenta había traído para Bert Sterling una serie de importantes acontecimientos. Su labor como escritor había sido reconocida por todos los públicos del mundo y, actualmente, era el autor de moda. La rara habilidad que tenía para anticiparse a los acontecimientos, haciendo desfilar ante los ojos de sus millones de lectores lo qué habría de ser el mundo del futuro le había granjeado la simpatía del público y en poco tiempo había amasado una considerable fortuna.
¡entropía! (libro)
Jamás el pueblo de Togur había atravesado tan difíciles circunstancias, como las que atravesaba en aquellos momentos. La fracasada invasión de los hombres de Alfa había conducido a aquel milenario planeta a las postrimerías de su existencia. La Entropía había crecido desmesuradamente y la muerte total de aquel planeta se encontraba a pocas jomadas de camino. Pero era admirable como todos y cada uno de los hombres que constituían el pueblo de Togur había sabido aceptar la noticia con entereza y cada uno cumplía estrictamente con su deber, en un supremo esfuerzo para conseguir apartar de sí la muerte que se cernía sobre aquel pueblo.
¡karima! (libro)
E l inmenso convoy navegaba sobre el mar apacible, rumbo a las costas de África. El océano Atlántico mostraba su serena inmensidad y una brisa muy débil apenas si rizaba su superficie, produciendo una ligera ondulación de la misma, que para nada afectaba la marcha de los supertrasatlánticos. Como fabulosos cetáceos de acero, aquellos barcos de trescientas mil toneladas, con su preciosa carga de maquinaria y utillaje de toda especie, hendían las aguas impasiblemente. Eran veintiuna aquellas naves y transportaban, por orden del Gobierno Mundial, gran cantidad de materiales a África, continente que estaba en vías de una profunda transformación, pues era deseo de los hombres que dirigían los destinos de la Tierra convertirlo en un sitio tan civilizado como Europa y América.