Literatura de robert fossier
gente de la edad media (libro)
Este libro echa abajo los tópicos, ideas preconcebidas y errores en los que se suele caer al pensar en la Edad Media. Lejos del estudio erudito de la sociedad medieval, se econ
la edad media: t. i. la formación del mundo medieval, 350-950 (libro)
Este volumen echa por tierra la visión común que hace de la Edad Media una época de oscurantismo, violencia y desorden. En contraposición, se plantea como el período en que el
la edad media: t.ii. el despertar de europa, 950-1250 (libro)
Con el año mil se inicia el despertar de Europa: expansión demográfica, roturación y organización de los campos, asentamiento de los núcleos urbanos, nacimiento del sistema feu
la edad media: t.iii. el tiempo de las crisis, 1250-1520 (libro)
Los tiempos de prueba le llegarán a Europa en la segunda mitad del siglo XII. La Europa cristiana conocerá ahora el desfallecimiento económico y las tensiones sociales, y sufri
gente de la edad media (libro)
Este libro echa abajo los tópicos, ideas preconcebidas y errores en los que se suele caer al pensar en la Edad Media. Lejos del estudio erudito de la sociedad medieval, se economía y su historia cultural o artística, Robert Fossier se centra en la gente común de la época. El lector no encontrará en Gente de la Edad Media ricos mercaderes, monjes piadosos ni caballeros en armas, galería de personajes trillados y a menudo irreales que solo representan la parte más superficial de los rasgos de la época. La gente común, generalmente tratada como figurante, pasa a ser protagonista central de esta obra. El autor reconstruye el mundo de la gente vulgar, preocupada por la enfermedad, que le acecha, y la muerte, que le aterra. De esos hombres y mujeres que, como nosotros, viven en familia y en sociedad, se alimentan, se emparientan, aprenden, dudan… Tendemos a asociar el Medievo con una obstinada imagen de violencia, caos e incultura de la que es muy difícil deprenderse. Sin embargo, hoy esas facetas no nos son ajenas, y por eso es un buen momento para aproximarnos a esa gente de la Edad Media, sin duda más cercana a nosotros que los caballeros, los monjes o los señores. Fossier nos deslumbra con su profundo conocimiento de un mundo que nos sigue siendo tan afín y que redescubrimos con este esclarecedor libro. «A pesar de la convicción que manifiestan casi todos los historiadores medievalistas, estoy convencido de que el hombre medieval somos nosotros».
la edad media: t. i. la formación del mundo medieval, 350-950 (libro)
Este volumen echa por tierra la visión común que hace de la Edad Media una época de oscurantismo, violencia y desorden. En contraposición, se plantea como el período en que el hombre europeo aprendió a dominar su espacio, domesticó la naturaleza y se adueñó del tiempo y de la máquina. Es, ante todo, la época del nacimiento y consolidación de Europa como rectora del mundo.
la edad media: t.ii. el despertar de europa, 950-1250 (libro)
Con el año mil se inicia el despertar de Europa: expansión demográfica, roturación y organización de los campos, asentamiento de los núcleos urbanos, nacimiento del sistema feudal, aparición de los estados. Al propio tiempo, y con la eliminación del pensamiento primitivo, se organiza una sociedad cristiana tutelada intelectualmente por la Iglesia. Mientras tanto, en Oriente, a pesar del esplendor de su fachada, el Islam se cuartea por sus rivalidades internas, y los califas ceden la realidad del poder a los generales turcos, mientras en España se afirma un Estado musulmán autónomo, que desarrollará una cultura deslumbrante. Bizancio, arruinado por las disensiones intestinas, la rutina burocrática y la esclerosis económica, ve su cohesión territorial amputada en la periferia y confirmada la ruptura religiosa respecto del Occidente cristiano, si bien su civilización brilla con un último esplendor. A partir del siglo XII la relación de fuerzas ha cambiado definitivamente: la pequeña Europa refuerza su primacía y el Oriente se debilita. Cada vez más poblado, y necesitado de nuevas tierras para roturar, el espacio europeo se dilata hacia el este, hacia el norte o hacia el mar, aunque la aventura de las Cruzadas acabe en un fracaso. Es un auténtico salto hacia adelante: la explosión de los nuevos cultivos hace retroceder el hambre, el resurgir comercial se afirma, las ciudades renacen. Una normalización severa encuadra el mundo de las ideas: la jerarquía eclesiástica se refuerza y las desviaciones son aplastadas. La unidad engendrará ahora un arte universal, si bien la uniformidad conducirá al conformismo. Mientras tanto, el Islam pierde su primacía: si Egipto conserva su prosperidad, el Oriente Próximo, agredido por los cristianos, se divide en dos y el Magrib comienza una trayectoria independiente. Bizancio, entregada a los mercenarios, al desorden monetario y a la avidez de los mercaderes italianos, se debilita, hasta convertirse en una presa tentadora.
la edad media: t.iii. el tiempo de las crisis, 1250-1520 (libro)
Los tiempos de prueba le llegarán a Europa en la segunda mitad del siglo XII. La Europa cristiana conocerá ahora el desfallecimiento económico y las tensiones sociales, y sufrirá los efectos de las guerras, la peste y el hambre. La producción se estanca y los ejes comerciales se desplazan. Las confrontaciones de clase se traducen en revueltas campesinas y urbanas. Ante esta crisis general, las defensas tradicionales flaquean. Al debilitamiento del magisterio eclesial, sacudido por los cismas, se añade la aparición de nuevos protagonistas: notarios y abogados, ligados al Estado y a la ley; aventureros y soldados de fortuna, ligados a la guerra; prestamistas, comerciantes y especuladores, ligados a la coyuntura; bastardos y cortesanas, ligados a la liberalización moral. Es la edad de los excesos en las formas de vida, como en la literatura y en el arte. Mientras tanto, los mundos orientales se desmoronan: Bizancio se hunde y su herencia se refugia en Occidente; expulsado de España y de Sicilia, el Islam abre caminos nuevos hacia el África negra, a la vez que se desplaza, en Oriente, hacia el Océano Índico. En el siglo XV, sin embargo, Europa adquiere un segundo impulso y se dispone a conquistar el mundo. Las monedas se recuperan, la producción agrícola y artesanal recomienzan su ascenso. Se asientan las estructuras del capitalismo, mientras se produce una reestructuración social y el poder, del rey o de la ciudad, se refuerza. Occidente logra resistir a la amenaza turca y cobra una nueva imagen: rechaza lo viejo, lo «gótico», y redescubre la juventud del Mundo Antiguo. Con el humanismo adopta una cultura aristocrática y se equipa con un utillaje intelectual nuevo gracias al acceso directo a los textos sagrados y a la difusión de la imprenta. En todo se busca la novedad: una nueva salvación en el protestantismo, un nuevo horizonte en los descubrimientos y la expansión colonial, un poder nuevo en las monarquías absolutas, un beneficio nuevo en la explotación capitalista y la dominación económica del mundo.