Literatura de rüdiger safranski
el mal o el drama de la libertad (libro)
Tras la publicación, en 1998, de la excelente biografía dedicada a Martin Heidegger, Un maestro de Alemania (Andanzas 311), y preparando ya la edición española de su libro sobr
nietzsche (libro)
La vida de Friedrich Nietzsche fue tan soberbia en el terreno intelectual como solitaria y trágica en el personal. Safranski elabora en esta obra el apasionante recuento de ese
schopenhauer y los años salvajes de la filosofía (libro)
Llama el autor «años salvajes de la filosofía» —incurriendo en la confusión de la filosofía con la filosofía alemana, tan habitual que ya casi no es defecto— al siglo XIX, dura
tiempo: la dimensión temporal y el arte de vivir (libro)
El tiempo es un tema de reflexión tan apasionante como escurridizo. Si no nos lo preguntan, todos sabemos qué es, pero, como advirtió san Agustín, si tratamos de definirlo, aca
un maestro de alemania: martin heidegger y su tiempo (libro)
Martin Heidegger es, sin duda, el filósofo más influyente del siglo XX. Pero también es una herida abierta en la filosofía alemana. Las controversias en torno a este pensador q
el mal o el drama de la libertad (libro)
Tras la publicación, en 1998, de la excelente biografía dedicada a Martin Heidegger, Un maestro de Alemania (Andanzas 311), y preparando ya la edición española de su libro sobre Nietzsche, que en el 2000 conmemorará el centenario de la muerte de este autor, sacamos ahora a la luz este estudio sobre el problema del mal, su historia filosófica y su inquietante pervivencia. Efectivamente, tarde o temprano, con mayor o menor intensidad, y desde una u otra posición, todos acabamos teniendo que afrontar la experiencia del mal en nuestra vida. Safranski plantea su investigación en torno a dos ejes fundamentales: de dónde surge el mal y por qué. La primera es la pregunta acerca del origen; y tanto en los relatos bíblicos como en las teogonías griegas aparece la sospecha de que el caos, la violencia y la destrucción no sólo son el principio de todas las cosas, sino que siguen ahí, latentes en la civilización. La segunda es la pregunta acerca del porqué del mal, y aquí nos vemos enfrentados al tema de la libertad y al hecho de que el hombre es, como se ha dicho, el «animal no fijado», el que tiene la posibilidad de elegir. Como en todos sus ensayos y biografías, Rüdiger Safranski muestra de nuevo su enorme talento para convertir la historia de una idea en un viaje apasionante a lo largo de la literatura y la filosofía occidentales, las religiones y el arte de nuestra cultura.
nietzsche (libro)
La vida de Friedrich Nietzsche fue tan soberbia en el terreno intelectual como solitaria y trágica en el personal. Safranski elabora en esta obra el apasionante recuento de ese itinerario vital apoyándose en los pasajes más ilustrativos de su extensa correspondencia, al tiempo que, gracias a una inteligente lectura de numerosos esbozos y fragmentos, desvela la génesis y la clave de ideas tan fundamentales como el eterno retorno, la voluntad de poder o la concepción dionisiaca de la existencia. Desde su publicación original en Alemania, la crítica ha considerado este libro como uno de los textos de referencia para comprender el pensamiento del genial filósofo alemán. No en vano, Rüdiger Safranski obtuvo en 2000 el Premio Nietzsche por esta extraordinaria biografía intelectual.
schopenhauer y los años salvajes de la filosofía (libro)
Llama el autor «años salvajes de la filosofía» —incurriendo en la confusión de la filosofía con la filosofía alemana, tan habitual que ya casi no es defecto— al siglo XIX, durante el cual la cultura germana no solamente conoce un desarrollo sin precedentes del pensamiento en los medios académicos y extraacadémicos —es la época de Fichte, Schelling, Hegel y Humboldt, pero también la de Schopenhauer, Marx y Nietzsche—, sino una formidable explosión de creatividad artística, poética, literaria, musical —es igualmente el tiempo de Goethe, de Beethoven y de Hölderlin—; por si esto fuera poco, los años fueron también «salvajes», sangrientos y apasionados en el campo de los acontecimientos políticos con los que Napoleón sacudió Europa derribando y fundando naciones, desplazando fronteras, ensanchando territorios y creando nuevos horizontes en todo el continente e incluso más allá de él. Safranski ofrece una perspectiva de esta edad de creación y destrucción europea desde la mirada antipática, endurecida, perspicaz, obstinada, algo extraviada y siempre ensimismada de Schopenhauer, un «pensador privado» (según la expresión de Nietzsche para contraponerle a los «pensadores funcionarios» de la universidad) que a punto estuvo de quedarse en mero «individuo privado», ausente de la historia pública por la cual sentía tan poco aprecio. La peripecia personal del filósofo, que Safranski dibuja con trazos bien medidos y eficaces, entrega la figura de un hombre tan intensamente desgraciado que sólo consiguió defenderse de su infelicidad construyéndose una barrera de insensibilidad y ascetismo. La descripción de los años de formación está sabiamente enhebrada en los movimientos socioeconómicos que atraviesan el comercio de los Schopenhauer, que oscila en el espacio y en el tiempo con las fluctuaciones políticas, hasta llegar al punto crucial en que el joven Arthur se somete formalmente al destino familiar y, a cambio de un largo viaje por Europa, renuncia al espíritu en beneficio de los negocios. La temprana muerte del padre le libera de este compromiso y le franquea el camino a la universidad, pero también lo coloca frente a su madre, y comienza entonces una segunda navegación en Weimar, en el círculo de Goethe, donde desarrollará una discreta carrera literaria. El joven que nunca se sintió querido por esta mujer se convertirá poco a poco en un adulto incapaz de amar a otras mujeres y en el solterón cascarrabias que oculta su dolor bajo la sonora máscara del mal humor. Esta máscara le acompaña desde muy pronto en su escasa y nefasta vida social. Entregado a la filosofía, empieza a estudiar a Platón y a Kant y a forjar un curioso kantismo platonizado en el cual el mundo fenoménico ya no es la naturaleza mecánica sino el «velo de Maya» tras el cual se agazapa la cosa-en-sí, transfigurada en la irracional, impersonal, musical e incondicional voluntad. Su entusiasmo le lleva a la recién fundada universidad de Berlín, regida por el que se proclama heredero del legado kantiano, Johann Gottlieb Fichte; en sus clases sufrirá, empero, la primera gran decepción de la academia: la filosofía teórica del idealismo le parece errónea, pretenciosa y oscura, y su filosofía práctica le produce la misma repugnancia que despertarán en él las ideas patrióticas y nacionalistas que harán fortuna en las guerras antinapoleónicas; mientras la historia se apodera de los hombres, y los filósofos «oficiales» se apresuran a proporcionarle su sanción especulativa, Schopenhauer se declara asqueado por este drama, se niega a participar en su justificación y se retira fuera de escena. Entre 1813 y 1818 escribe su tesis doctoral en filosofía, «Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente», y su libro principal y, de alguna manera, total, «El mundo como voluntad y representación», con plena conciencia de que se trata de la obra mayor de toda su vida. Así, a los treinta años, cuando emprende otra vez viaje a Italia, en cierto modo ha culminado su tarea filosófica; recibe en Roma las pruebas de imprenta de la publicación y sólo tiene que esperar a que llegue el reconocimiento de la humanidad. Pero la humanidad va a retrasarse: estaba mal dispuesta para el pesimismo schopenhaueriano, y sólo tenía oídos para quienes anunciaban la llegada del domingo final de la historia tras la penosa jornada laboral de las campañas europeas; los estudiantes se matriculan masivamente con Hegel en Berlín, dejando solo a Schopenhauer, y allí donde presenta éste su solicitud obtiene siempre la misma respuesta: nadie ha oído hablar de su trabajo. La historia, entrada en años revolucionarios, amenaza incluso con confiscarle la herencia de la que vive, y por eso, durante las revueltas de 1848, abre su casa a los soldados austríacos para que disparen desde su balcón de Fráncfort contra la «canalla soberana» sublevada en la calle. Sólo a partir de 1853 —cuando él ya está entonando su despedida y la humanidad está escarmentada del optimismo histórico y mejor dispuesta para la metafísica del pesimismo, la ética de la compasión y la estética de la contemplación— sus escritos menores de «filosofía mundana» (las paradójicas recetas de un hombre desdichado para hacer soportable su infortunio) lo convertirán en una celebridad y abrirán paso a una apreciación más general de su obra y, sobre todo, de esa genial luz filosófica que sedujo a lectores como Nietzsche, Wittgenstein o Mann. «Una filosofía —dijo en sus últimos años— en cuyas páginas no se escuche el espantoso estruendo del crimen universal de todos contra todos no es una filosofía»; la suya, de acuerdo con ese criterio, lo es plenamente.
tiempo: la dimensión temporal y el arte de vivir (libro)
El tiempo es un tema de reflexión tan apasionante como escurridizo. Si no nos lo preguntan, todos sabemos qué es, pero, como advirtió san Agustín, si tratamos de definirlo, acabamos enredados en complejas paradojas. Nuestra vida se mueve en una leve franja de tiempo presente, con un pasado, que ya no es, a sus espaldas, y un futuro, que aún no es, por delante. Proust elogió la capacidad del arte para resucitar momentos pretéritos de nuestra vida; los existencialistas alabaron la conciencia de nuestra finitud como forma de autenticidad; los biólogos hablan de un tiempo interno que regula funciones vitales sin nuestra intervención consciente y Albert Einstein definió el tiempo como la cuarta dimensión. Safranski explora de forma atractiva y accesible la multiforme experiencia humana del tiempo y descubre en su inexorable transcurso un rasgo esencial de la condición humana.
un maestro de alemania: martin heidegger y su tiempo (libro)
Martin Heidegger es, sin duda, el filósofo más influyente del siglo XX. Pero también es una herida abierta en la filosofía alemana. Las controversias en torno a este pensador que, por razones filosóficas, se acercó al nacionalsocialismo y a quien estas mismas razones alejaron de este movimiento, han impedido que su obra se lea sin prejuicios. Rüdiger Safranski consigue algo excepcional: cerrar la herida. «La historia de la vida y del pensamiento de Heidegger vuelve a ser la historia de Fausto», escribe el autor. Y, de hecho, la trayectoria vital y espiritual de este filósofo se funde con la fáustica y abismal historia del siglo XX. Así pues, Safranski no sólo sigue los pasos de la vida y la obra de Heidegger, sino que guía al lector por la epopeya filosófica e histórica de una época crucial.