Los Hermanos Cynfell encarnan el pecado: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y orgullo. Josephine, amante del notorio mujeriego Dante Cynfell, anhela más que una vida de indulgencia. Sus pinturas atraen a un rico mecenas, desencadenando el deseo de amor, matrimonio y respetabilidad. Cuando Josephine pone fin a su acuerdo, Dante, desconcertado por lo que más podría querer, está decidido a recuperarla y demostrar su compatibilidad. Un Cynfell envidioso no debe subestimarse, y Josephine está a punto de descubrir hasta dónde llegará para recuperar su corazón.

«Ningún buen partido quiere casarse con una sabihonda... y menos aún con esas horribles hermanas Chadwick». - Lady Jersey, patrona de Almacks. La afición de Amelia por la escritura solía meterla en líos, de ahí que finalmente hubiera adoptado un seudónimo. Parece, sin embargo, que una vez más va a verse en apuros debido a su necesidad compulsiva de volcarlo todo sobre el papel. Después de que sus hermanas la convencieran de que la única forma de superar su amor por lord Nicholas Wentworth era escribir sobre él, Amelia dedicó horas y horas a escribirle cartas. Pero esas cartas no debían llegar nunca a manos de Nicholas. ¿Cómo iba a confesarle lo que sentía por él sabiendo perfectamente que seguía enamorado de su hermana, ahora casada? Para ahorrarse esa humillación —y mantener el secreto de su seudónimo literario—, Amelia ha de encontrar la forma de recuperar las cartas desaparecidas y, en caso de que no lo consiga, convencer a Nicholas de que ha sido todo una broma pesada y de que ella no es en absoluto A. Hardwick, una escritora tan escandalosa que, si la verdad saliera a la luz, causaría la completa ruina de todas las hermanas Chadwick.

Estaba dispuesta a todo para escapar de su prometido. Aunque tuviese que planear su propio secuestro… Grace Beaumont estaba desesperada. Obligada a casarse en un matrimonio organizado con un hombre depravado, se le acababan las opciones. Su último recurso era recurrir al Club Secuestros, un grupo de hombres esquivos especializado en ayudar a mujeres a escapar de situaciones difíciles. No se le ocurrió que pudiese acabar sintiendo una atracción irremediable por el libertino que la iba a secuestrar. Y sin embargo… está… Lord Nash Fitzroy no creaba vínculos emocionales. Con nadie. Y menos todavía con las mujeres a las que rescataba. Era su protector, su defensor y, en ocasiones, un hombro en el que llorar. Nada más. Pero cuanto más tiempo pasaba en compañía de la avispada Grace, más esfuerzo le costaba mantener la distancia profesional que necesitaba para hacer su trabajo y proteger su corazón… Ella estaba en peligro. Él era un vividor con problemas propios. No buscaban amor. Pero ¿qué harían Grace y Nash cuando el amor los encontrara a ellos?

Solitarias y bribones rara vez se llevan bien... La señorita Chloe Larkin está completamente segura de ello. En especial cuando dicho bribón es un miembro de la familia Waverley, los responsables de una enemistad que se remonta prácticamente al principio de los tiempos. Sin embargo, este bribón llega ofreciendo un trato. La secular enemistad entre los Larkin y los Waverly se ha cobrado su precio. Brook Waverly quiere que esta pelea se resuelva. Y ahora. Su anciano padre no puede soportar mucho más estrés y está decidido a que el problema se resuelva antes de que Brook pueda heredar. Por lo tanto, él necesita la ayuda de la señorita Larkin... Chloe desconfía del señor Waverly, y con razón. No sólo es su enemigo de toda la vida, sino que tiene una reputación que haría sonrojar a la más experimentada de las mujeres. Y vaya si hace sonrojar a esta alhelí. Sin embargo, la joven no tiene mucho interés en continuar con esta tonta disputa y, dado que su hermano pequeño está a punto de heredar algún día y que la salud de su padre está empeorando, cuanto antes acabe todo, mejor. La cooperación con el apuesto y siempre encantador Sr. Waverly para conseguir que sus padres lleguen a un acuerdo es... interesante. Especialmente cuando este parece menos preocupado por poner fin a la disputa y más interesado en ella. ¿Puede Chloe realmente confiar en él o es sólo otra forma de que la familia de Brook se vengue de la suya? Si te gustan los enemigos que se convierten en amantes y los bribones con corazón de oro, ¡compra hoy mismo Casada con el bribón!

Pasar de vivaz belleza de sociedad a una solitaria viuda puede dejar a una dama con las ganas... Joanna Lockhart está atrapada en un lodazal de dolor y aburrimiento. Aún convaleciente de la repentina muerte de su marido, la bella viuda está harta de que la traten como a una frágil muñeca de porcelana. Sin embargo, cuando una grave enfermedad casi acaba con su vida, encuentra la salida perfecta para su vitalidad natural: una obra benéfica. Desgraciadamente, su repentino interés por todo lo filantrópico se ve empañado por la presencia de un tal Ambrose Creasey. Por alguna razón desconocida, este apuesto bribón ha decidido dejar a un lado su reputación para convertirse en mecenas de la caridad. Como conde de Newhaven, Ambrose ha disfrutado de una vida de delicioso libertinaje. Pero desde hace poco, el conde ha sentido el deseo de dedicarse a actividades más nobles. Una obra de caridad parece ser la salida perfecta para su nuevo deseo de ser algo más que un simple bribón. Y, por supuesto, no le importa la ayuda de una mujer hermosa y bien relacionada como Joanna... Especialmente cuando no puede resistirse a irritarla una o dos veces. Después de todo, ella está a la altura del desafío. Centrarse en su trabajo es más difícil de lo que ninguno de los dos pensaba. No se puede negar la atracción que existe entre ellos, pero ¿está Ambrose realmente dispuesto a dejar de lado su historia hedonista? E incluso si lo está, ¿está Joanna preparada para un nuevo amor?

Clamando por una fecha de boda que nunca llega, Augusta Snow, una joven introvertida, ha perdido toda esperanza después de años de espera. Dispuesta a todo con tal de ganarse la atención de su prometido, Henry, Augusta se arriesga a romper con su personalidad reservada. Pero en lugar de captar la atención de Henry, involuntariamente atrae al enigmático Miles Stanton, Vizconde de Ashwick. Miles, por su parte, solo desea la felicidad de Gus junto a su hermano Evan, y está decidido a protegerla de cualquier error. A medida que las emociones se agitan, Augusta empieza a cuestionarse si ha estado centrando sus esperanzas en el hermano equivocado desde el principio. En esta cautivadora novela de romance histórico, el destino y el amor se entrelazan en un juego de pasiones secretas y decisiones equivocadas

A Catherine solo le interesa observar las estrellas. Pero, por desgracia, su madre tiene otros planes. Ser la única hermana Chadwick que aún no se ha casado equivale a innumerables sombreros nuevos, vestidos y veladas en las que departir con codiciados solteros. La mayoría de las jóvenes debutantes lo consideraría una oportunidad estupenda, pero Catherine no. El matrimonio quizá sea para sus hermanas mayores, pero no es para ella. La llegada del flamante marqués de Thornefield, todavía soltero, no le facilita las cosas. La matriarca de la familia Chadwick está convencida de que su llegada es cosa del destino y de que el marqués se enamorará de Catherine, igual que otros aristócratas se han enamorado de sus hermanas. Por suerte para ella, al marqués no parece interesarle en absoluto. A fin de cuentas, ¿quién quiere casarse con un hombre tan severo y ceñudo? Catherine tiene cosas mejores en las que pensar. Cosas como sus brazos fornidos, su destreza con los caballos y… No, el marqués no la atrae lo más mínimo, y ni su madre —ni, al parecer, sus hermanas— podrán hacerle cambiar de idea, por más que se empeñen.

Lujuria, gula, codicia, pereza, ira, envidia y soberbia. Los hermanos Cynfell son la perfecta personificación de la existencia pecaminosa, pero ¿podría la mujer correcta cambiar eso? La ira Encerrado tras los muros de la mansión Lockwood, Julian Cynfell, marqués de Lockwood, pasa sus días escribiendo cartas airadas, bebiendo y durmiendo, y en ningún momento espera que su soledad se vea interrumpida por una descarada heredera estadounidense. Una heredera estadounidense que espera casarse. Viola Thompson no puede creer la suerte que tiene cuando el lord inglés con el que ha mantenido correspondencia durante casi todo un año le pide que vaya a visitarle. Eso seguro que significa una oferta de matrimonio, ¿no? Al fin podrá demostrarle a su familia y amigos que es más que una mujer malograda y sin futuro. Y eso sin mencionar que sabe que formarán un matrimonio por amor. Solo el hombre perfecto podría escribir unas cartas así de bonitas. Pero, cuando llega a la fría y gris Inglaterra para enfrentarse a un marqués con un genio de mil demonios y canoso (aunque de una forma atractiva), sus sueños de matrimonio no tardan en verse frustrados. ¿Podrá sacar al lord de sus maneras melancólicas? Y ¿acaso quiere quedarse en Inglaterra cuando alrededor de Lockwood circulan rumores sobre tres esposas muertas? Una cosa está clara, y es que esta heredera estadounidense jamás ha sido de las que se retirado ante un reto, especialmente cuando ni el océano Atlántico ha podido enfriar el deseo evidente que fluye entre ellos.

Lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia. Los hermanos Cynfell son la encarnación misma de una existencia pecaminosa. Pero, ¿podría la mujer adecuada cambiar eso? Gula Lord Jasper Cynfell: disoluto, canalla, un libertino de la más alta reputación. Pone a todos los libertinos de Inglaterra en vergüenza. Henrietta Foster: hija de un vicario y voluntaria en el orfanato del pueblo. Pocas mujeres pueden afirmar ser tan castas y rectas como la señorita Foster. Al menos, no a los ojos de Jasper. La señorita Foster, tan estirada, lo desconcierta en cada paso. La mujer tan recatada parece no querer dejarlo en paz, incluso en sus sueños. ¿Por qué esta mujer parece aparecer por todas partes donde él mira? ¿Y por qué hay algo inherentemente atractivo en ella? Hettie sabe que a Jasper no le agrada. Y ella tampoco le agrada a él. Pero después de la desaparición de su hermana rebelde Emma, ella necesita respuestas. Y por alguna razón, todos los caminos parecen llevar a Jasper, aunque ella preferiría ignorarlo. Sin embargo, después de que Hettie se ve obligada a aceptar la ayuda de Jasper para encontrar a su hermana, Hettie se encuentra inexplicablemente atraída hacia él. No puede ser porque sea tan guapo como el pecado o porque la haga sentir como una mujer por primera vez en su vida. Después de todo, la firme Henrietta Foster nunca dejaría que alguien como Jasper le diera vueltas la cabeza. ¿O sí?

Las segundas oportunidades no son fáciles... ni baratas... Rebecca Fortescue necesita enmendar sus errores. Con su padre prófugo, ella es la única que puede compensar a aquellos a los que hizo daño. Y, por desgracia, la forma de hacerlo es volver al lugar donde él causó el mayor daño: el hogar de su primer amor. Tuvo la mala suerte de que el joven que conoció se convirtiera en un canalla indomablemente malvado (y pecaminosamente atractivo). Aún más desafortunado es lo mucho que lo necesita ahora... Lord Leonard Moncrieff fue una vez lo bastante tonto como para perder su corazón. No es un error que pretenda repetir. Y menos ahora que su madre lo ha desterrado de Londres para escapar de un escándalo amoroso que ni siquiera fue obra suya. Pero entonces Rebecca vuelve a entrar en su vida y todo cambia... No pasará mucho tiempo antes de que Rebecca y Leo se den cuenta de que la atracción que una vez existió entre ellos sigue siendo tan poderosa como siempre. Pero ¿será lo suficientemente fuerte como para superar la amargura de su pasado y encaminarlos hacia la felicidad eterna?

Ella anhelaba una aventura… Lady Rosamunde Stanley nunca imaginó que le llegaría en forma de rapto. Bueno, casi un rapto. ¡El vil captor se llevó a la mujer equivocada! Pero pronto descubre que apuesto hombre de cabello oscuro no es el terrible villano que imagina y decide darle uso a su experiencia. Su tío ha desaparecido y nadie le cree cuando ella afirma que está en apuros. ¿Podrá convencer a Russell de que la ayude? Russell puede haberla raptado, pero no tiene intención de quedarse con ella. Aun si la atracción que siente le está haciendo perder la cabeza y la alocada familia de ella lo hace ansiar cosas que un huérfano aguerrido como él jamás debería desear. El abismo social entre ellos no es el único motivo para mantener la distancia. Rosamunde es una demente que esgrime navajas y ganzúas. Una demente demasiado atractiva… Él no es el único que lucha por contenerse. A Rosamunde también le está resultando muy difícil resistirse a la atracción que siente por él, a pesar de que sabe que es probable que su frondosa imaginación la esté llevando por ese camino. De algún modo, debe mantener la cabeza cuando está cerca del hombre más fascinante que ha conocido en su vida.

«Nunca creí que las pecas y el pelo rojo pudieran ser un aliciente, pero, estando tan bien relacionadas, las restantes hermanas Chadwick se han convertido en un partido codiciable para cualquier soltero de Londres. Aun así, me consuela saber que nunca encajarán del todo en la alta sociedad, con ese temperamento tan hosco y poco femenino que tienen». - Lady Hampton, duquesa de Bromley. Teniendo un duque y un vizconde por cuñados, Emma cada vez recibe más atenciones de los muchos solteros interesantes de la alta sociedad, lo que es una novedad para esta pelirroja pecosa y con inquietudes intelectuales que preferiría estar haciendo cualquier cosa antes que bailar con caballeros a los que solo les interesa por sus contactos. El matrimonio no es para ella. O no lo era hasta que un tal lord Radcliff, un verdadero libertino, la puso por accidente al borde de la deshonra. En realidad, ninguno de los dos podía imaginar que terminarían enredados en un lío tan grande que la única manera de salvar la reputación de Emma —y la de su hermana menor— sería casarse con él. Aunque apenas conoce al conde de Radcliff, Emma está dispuesta a poner al mal tiempo buena cara. Al fin y al cabo, aprende deprisa. Quizá pueda aprender a ser una buena esposa y una condesa competente. Por desgracia, el conde esconde algunos secretos. Emma no sabe cuáles son, pero uno de esos secretos hace que Radcliff aborrezca el campo, y eso no puede ser. Ella detesta Londres y está dispuesta a hacer cualquier cosa para quedarse en el campo, cerca de su familia y sus amigos. De alguna manera, mientras afronta las nuevas experiencias —y deseos— que conlleva su matrimonio repentino, habrá de persuadir a su flamante marido de que la campiña es el lugar ideal para ellos.

«El hecho de que una de ellas sea ahora vizcondesa no borra el estigma del escándalo que portan esas repelentes hermanas Chadwick. No entiendo por qué nos dignamos en relacionarnos con ellas». Lady Bromsley, condesa de Marlbury. A Julia no le interesa lo más mínimo que un flamante duque se haya instalado en su aletargado pueblecito, y menos aún cuando se entera de su escandaloso comportamiento en Londres. El guapísimo duque de Weston llega envuelto en rumores de deudas de juego, relaciones ilícitas y reyertas de taberna. Pero además pretende construir un molino en el paraje natural favorito de Julia, lo que dejará sin hogar a sus queridas nutrias. Diga ella lo que diga, el testarudo lord Weston se niega a renunciar a su proyecto. Sin embargo, esta «sabihonda» no se rendirá fácilmente. Ayudada por sus hermanas, Julia habrá de encontrar la manera de persuadir a lord Weston de que busque otra forma de aumentar sus rentas. Todo sería más sencillo si el apuesto duque no disfrutara tanto haciéndola rabiar. O si no se empeñara en seducirla y en fingirse interesado en ella. Aun así, toda esa cháchara sobre su gusto por las pelirrojas y las pecas no hará que Julia se olvide del peligro que corren sus queridos animales. ¿O sí?

El conde de Henleigh no tiene ni el tiempo ni el deseo de estar con mujeres. Pues… eso es mentira. Tiene el deseo, pero desde su desastroso compromiso, ha evitado al sexo opuesto a cualquier precio. Aunque es una pena que la señorita Haversham no haya recibido el mensaje. La tenaz reportera se niega a dejar en paz a Guy, convencida de que detrás de él hay una historia. Tal vez la haya, pero él no piensa permitir que ella se acerque a su Club de Secuestros. Ni a su cama… Ninguna mujer ha deseado nunca eso de él, y ella no será diferente. Freya Haversham quiere una sola cosa del sombrío, moreno y endiabladamente apuesto conde de Henleigh. Respuestas. Pero él se niega a complacerla. La historia de la desaparición de varias mujeres de la nobleza podría hacer despegar su carrera y liberarla de tener que escribir insípidas columnas sociales, por no hablar de que podría hacerle ganar suficiente dinero como para cuidar de sus ancianos padres. Está convencida de que el conde sabe algo, pero él la esquiva cada vez. Es decir, cuando no la está besando hasta dejarla sin aliento. O rescatando a su perro. Ah, sí, y cuidando a su madre. ¿Acaso es posible que ese heroico conde esté involucrado en algo tan siniestro como el secuestro y la muerte de mujeres de la alta sociedad? Freya no puede distraerse de la historia, por más tentador que le resulte ceder a la atracción entre ambos. La conquista de la solterona es una picante novela de amor de la época de la Regencia con un héroe virgen que no puede dejar de desempeñar el papel de salvador y una heroína que desprecia todo aquello que el acaudalado conde representa. ¿Tenderá el amor entre ambos un puente sobre la grieta que los separa, mientras luchan por salvar vidas y dejar de lado sus prejuicios?

Aunque no lo parezca, la estricta señorita Lucinda Evans fue una vez toda una aventurera. Tanto que estuvo a punto de meterse en un buen mundo de problemas. Ahora que se acerca a la edad de ser solterona, Lucinda está decidida a que su testaruda hermana pequeña no corra la misma suerte. Todo lo que tiene que hacer es vigilar cuidadosamente a Mary-Anne y mantener su propia apariencia y comportamiento. Puede que sea una existencia aburrida, pero al menos es segura. Por lo menos hasta que conoce al marqués de Kirbeck. Lord Alexander Moncrieff ha hecho todo lo posible por evitar una existencia aburrida desde que heredó el título. Puede que haya vuelto a casa, al tranquilo pueblo en el campo, a instancias de su madre, pero no tardará en volver a su habitual estilo de vida temerario. Pero mientras él intenta comportarse, al menos durante un tiempo, por alguna razón inexplicable, todas las mujeres de Inglaterra han acudido en masa al aburrido pueblo. Alexander se encuentra rodeado de mujeres de toda clase, suficientes incluso para satisfacer sus gustos libertinos. Entonces, ¿por qué demonios se interesa por la remilgada y estricta señorita Lucinda Evans? Tal vez porque, a pesar de su aspecto aburrido y su empeño en regañarlo a cada paso, no puede evitar sentir que esconde algún escándalo bajo esos altos cuellos...

La señorita Lavinia Chadwick, la única de las hermanas Chadwick que no tiene fama de sabihonda, está destinada a casarse con un partido excelente. Al menos, según su madre. Y, desde luego, no va a casarse con un escocés. Al menos, según su madre. Con la temporada a la vuelta de la esquina, la señora Chadwick está decidida a que Lavinia encuentre por fin a un duque con el que casarse. O a un conde. Puede que incluso se conforme con un vizconde. Pero, primero, Lavinia ha de cumplir con su deber y ayudar a entretener a un famoso escritor que está de visita en su apacible pueblecito. Con ayuda de sus hermanas, habrá de asegurarse de que su estancia sea perfecta. Pero, por desgracia, sus hermanas son un estorbo, más que una ayuda. Igual que lo es su atracción por el apuesto laird escocés que ha venido expresamente a conocer a su escritor favorito. Sus hermanas, no obstante, están convencidas de que el rudo escocés es perfecto para Lavinia y se empeñan en que su incipiente relación clandestina vaya a más. Claro que, con hermanas así, lo más probable es que Lavinia acabe deshonrada y desilusionando a toda la familia. ¿Será capaz de armarse de valor para luchar por lo que realmente desea y sobrevivir a los tejemanejes de sus hermanas?

Lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia, orgullo. Los hermanos Cynfell son la encarnación misma de una existencia pecaminosa. ¿Pero podría la mujer adecuada cambiar eso? Pereza La señorita Lila Radley estaba destinada a ser la belleza del baile este verano. Con sus encantadores modales, hermoso aspecto y excelentes conexiones, todos anticipaban que recibiría innumerables propuestas. Sin embargo, nadie esperaba que fuera secuestrada. Después de presenciar un asesinato, Lila se encuentra en manos de dos hermanos abrumadoramente atractivos, completamente en contra de su voluntad. Sin embargo, aunque los hermanos gemelos Cynfell puedan ser igualmente devastadores en apariencia, solo uno la intriga: el sombrío Lord Ash Cynfell. Desafortunadamente, él es la razón misma por la que ella está en peligro. Ya luchando con sus propios demonios, Ash se encuentra con una carga adicional que llevar: la seguridad de la señorita Lila Radley. No puede simplemente abandonarla, ya que fue debido a su inacción que un hombre terminó muerto y un asesino en serie ahora la está persiguiendo. Desafortunadamente, mantener protegida a la vivaz Lila hasta que se encuentre al asesino lo pondrá a prueba de todas las formas posibles. ¿Podrá resistir su encanto y belleza, consciente de que un hombre sin valor como él no es bueno para una mujer como ella? Todo lo que sabe es que cuando Lila dirige su sonrisa soleada hacia su hermano gemelo, él se encuentra incapaz de invocar su actitud habitualmente relajada. ¿Ha encontrado Ash Cynfell, el hermano más reclusivo, finalmente algo por lo que vale la pena luchar?

Lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y orgullo. Los hermanos Cynfell son la encarnación misma de una existencia pecaminosa. Pero, ¿podría la mujer adecuada cambiar eso? Avaricia No sucede todos los días que una duquesa se encuentra con un hombre desnudo al borde del camino. No sucede todos los días que una duquesa lleva a casa a dicho hombre desnudo. Pero Evelyn Chesworth difícilmente puede dejar al pobre hombre completamente desprovisto en el peligroso camino a Londres. Especialmente cuando es tan atractivo... Lord Pierce Cynfell está en serios aprietos. Con su hermano amenazando con dejarlo sin apoyo y sus deudas de juego en aumento, su hermosa salvadora no podría haber llegado en mejor momento. No puede evitar sentirse atraído por la mujer madura y experimentada. Así que definitivamente no va a decir que no cuando ella le ofrece saldar sus deudas a cambio de una sola cosa: su cuerpo. Sin embargo, pronto queda claro que está involucrado más que su cuerpo. Mientras todos los demás podrían pensar que está allí solo por el dinero, la hermosa viuda lo atrae lentamente hacia algo más profundo, hasta que quiere descubrir todos los secretos enterrados bajo esos apretados corsés. Evelyn podría permitir que Pierce llegue más allá de sus corsés, pero está decidida a que no sea más que eso. Ha amado y perdido dos veces en su vida y no permitirá que eso vuelva a suceder. Mientras tanto, tiene demasiadas otras cosas de las que preocuparse, como la preservación de las tierras de su hijo. Cuando Pierce comienza a mostrarse como algo más que un amante hábil, Evelyn tiene una elección: permitirse ser vulnerable nuevamente o alejar al hombre que enciende un fuego en su cuerpo, corazón y alma.

Él sólo quiere venganza. Ella sólo quiere proteger a su clan. Nunca habían esperado otra oportunidad para el amor… Alana ve a Morgann por primera vez desde hace años y ¿qué es lo que hace él? ¡La secuestra! Pero Alana se niega a ir de manera sumisa con el guerrero sexy de las Highlands. El secuestro de ella volverá a encender las desavenencias que existen entre los dos clanes desde el día en que el padre de Alana acusó a Morgann de robar y ella no quiere que su padre sea herido en la guerra inevitable que surgirá. Morgann tiene sus propias razones por secuestrar a Alana y no tienen nada que ver con matrimonio o guerra. Él quiere usarla para revelar un secreto del pasado, el secreto que le hizo ser acusado de robo. Si tan sólo no encontrase a su amiga de la infancia tan atractiva. Cuando las circunstancias les fuerzan a estar juntos, la vida de Alana corre peligro y la guerra es inminente. ¿Podrá Morgann revelar la verdad sin perder a Alana?

Lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y orgullo. Los hermanos Cynfell son la encarnación misma de una existencia pecaminosa. Pero ¿podría la mujer adecuada cambiar eso? Orgullo El elusivo hermano menor de los Cynfell es el único soltero que queda. Y Gideon tiene la intención de que siga siendo así. Después de haber conocido de primera mano lo frágil que era el matrimonio de sus padres, no le interesan las mujeres para nada más que un breve romance. Sin embargo, Cleo Talbot está dispuesta a cambiar eso. Amigos desde la infancia, Gideon y Cleo siempre habían disfrutado de una relación fácil. Hasta que ella se comprometió con un hombre tonto. Gideon no puede evitarlo. Está furioso de que ella se rebaje a casarse con el idiota. Cleo tampoco está muy contenta de estar comprometida con Niall Harper. Él es bastante inofensivo, pero después de decir que sí, el arrepentimiento llega rápidamente. ¿Por qué se dejó presionar para hacer tal acuerdo? ¿Podría la ruina ser realmente tan terrible? ¿Y por qué de repente Gideon está tan interesado en sus planes de boda? Cuando queda claro que su inofensivo prometido no es tan inocente después de todo, Gideon y Cleo deben unir fuerzas para asegurarse de que no la obliguen a casarse con él. Con la ayuda de una persona del pasado de Gideon, alguien que representa un desafío para él, obligándolo a confrontar la mentira en la que ha estado viviendo, y con la colaboración de sus hermanos, ¿podrán llevar al criminal ante la justicia o Gideon y Cleo se quedarán con muchos remordimientos, sabiendo que quizás eran más que buenos amigos después de todo?

No tienen otra opción que romper todas las reglas. Con suerte, sus corazones se salvarán de padecer el mismo destino. Millicent Strong no tiene tiempo para la nobleza y sus tonterías. Está completamente centrada en tener su tienda lista para la Navidad. De modo que cuando aparece un aristócrata atormentado y marcado por la guerra y afirma que ella es la hija de un duque, Millie se siente tentada de mandarlo a pasear. Pero hay algo en él que le impide negarse a cualquier cosa que le pida. Gabriel está desesperado. La única manera de salvar a su hermana de un matrimonio peor que la muerte es utilizar a Millicent para presionar a su malvado padre. Lo que menos esperaba es que ella se mostrara dispuesta a colaborar con su alocado plan y le propusiera hacer participar al Club del Secuestro, una idea aún mejor. Ahora él solo tiene que pensar en cómo contener sus ansias de besar a su más que dispuesta víctima. Pero un falso secuestro puede llevarlos a experimentar sentimientos muy reales y problemáticos. Cuando esté todo dicho y hecho, Millicent y Gabriel necesitarán algo más que la magia de la Navidad para vivir felices para siempre.

Enviado a una misión de rescate, Finn Mac Chaluim está dispuesto a cumplir con su obligación, entregar a la doncella y regresar a su casa. Pero el destino tiene otros planes. En medio de una invasión nórdica, Catriona escapa a duras penas y casi pierde la vida. Haciéndose pasar por su hermana, ella acaba en manos de Finn que tiene intención de entregársela al prometido de su hermana, el Señor de Gillean. Con el propósito de traer la paz a su gente, Catriona está decidida a seguir adelante con el engaño, incluso si significa que acepta el matrimonio y negar su creciente atracción por un hombre que oculta su dolor tras una sonrisa cautivadora. Si la hada verde, Tèile se sale con la suya, Catriona y Finn acabarán juntos, pero sólo en el momento correcto. Gracias a su último intento de ser casamentera, se cambiaron muchos destinos y ahora depende de ella corregir eso. ¿Podrá la hada ayudar a Finn, que aprendió de la manera difícil que compartir tu vida con alguien sólo acaba en dolor, podrá ella superar sus dudas? Y, ¿podrá Catriona, marcada pòr la guerra, aceptarle en su corazón? Cuando las atenciones del Señor de Gillean hacia Catriona se vuelven peligrosas, tanto Finn como Tèile se encontarán con que tienen una tarea muy difícil ante ellos.

Lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y orgullo. Los hermanos Cynfell son la personificación misma de una existencia pecaminosa. ¿Pero podría la mujer adecuada cambiar eso? Lujuria Cuando Lord Harris Cynfell resulta herido al ayudar a su hermano gemelo a rescatar a una damisela en apuros, ¿cómo es agradecido? Es abandonado en un notorio antro de vicio. Que resulta ser propiedad de la mujer más hermosa que ha conocido: la caída Miss Anna Dubois. Desafortunadamente, su encanto Cynfell falla y Anna parece inmune a él. Cuando se encuentran nuevamente varios meses después, él no puede resistir intentar romper esa fachada helada. A pesar de que su lesión suscite lástima entre las encantadoras damas de la sociedad, Harris no ha encontrado interés en nadie más recientemente. Anna está en Londres por una sola razón: encontrar al hijo que se vio obligada a abandonar años atrás. Ella ciertamente no está interesada en Harris Cynfell, un seductor y encantador notorio. Ha tenido suficiente de hombres encantadores y si logró resistir su atracción mientras lo cuidaba, ciertamente no iba a ceder ahora. Entonces, ¿por qué es tan difícil luchar contra la atracción entre ellos? Ha lidiado con todo tipo de hombres que han pasado por la puerta del antro de vicio que dirige, y sin embargo, Harris Cynfell parece meterse bajo su piel y, si se lo permitiera, ciertamente estaría bajo su corpiño. Después de todas sus experiencias con hombres, sabe que él no es diferente, pero cuando comparten un beso apasionado, no puede evitar preguntarse... ¿sería tan perjudicial entregarse a un poco de placer con el apuesto lord?

Lorna lo perdió todo en la guerra. Su casa, su riqueza... su amante. Y ahora quiere venganza. Cuando su plan apresurado le pone a la merced de los hombres de su enemigo, ella tiene pocas esperanzas de volver con los suyos y teme a la muerte. Pero, ¿podría ser que su salvación descansara en los brazos de su captor oscuro? Logan tiene poco tiempo que perder con una mujer noble cabezota. Sus órdenes son prepararase para la guerra. Su señor, el hombre al que le debe la vida, tiene intención de unir sus fuerzas con los nórdicos y traer una batalla a Escocia que cambiará el destino de su país para siempre. Marcado con cicatrices, y sin memoria de su pasado, Logan está dispuesto a forjarse un nuevo futuro además de demostrar su lealtad al señor. Pero la chica hermosa le hace cuestionarse su vida previa y sus aspiraciones. Cuando ella empieza a afirmar que él la habia amado en su día, él sabe que le están manipulando y que ella está aprovechando de su falta de memoria. ¿Entonces, por qué es tan difícil resistir la idea de haber sido su amante en el pasado? Con la amenaza de una guerra inminente, una batalla que promete la muerte a la familia de ella, ¿podrá Lorna persuadir a Logan a que la crea, y si vale la pena siguiera salvar al hombre amargado en que se ha convertido?