En realidad, aquella tarde Tarzán, Gaby y Karl sólo querían dar una vuelta por la feria, pero de la pequeña excursión va a surgir una gran aventura. Tarzán observa por casualidad cómo unos ladrones muy buscados por la policía desde hace tiempo, roban unos valiosos cuadros en una villa. Nuestros cuatro amigos de la banda PAKTO, a la que, por supuesto, también pertenece Oscar, quieren desmantelar la banda ellos solos. ¿Qué papel juega el extraño hermano del profesor de dibujo, el antipático Pauling? ¿Están en relación con estos atracos los rockeros? ¿Qué pasa en la villa señorial de Albóndiga, donde se ataca al chófer, desapareciendo el lujoso coche a continuación? Suceden muchas cosas extrañas que no tienen explicación. Nada puede detener a nuestros cuatro amigos en la atrevida caza de los bandidos, que terminará con una gran sorpresa para todos.

Con un doble peligro amenazan unos chantajistas desconocidos. 1 000 000 marcos debe pagar un supermercado —en caso contrario, envenenarán los alimentos. Pero eso no esto no, también le hacen chantaje a la ciudad, una importante población. «¡Un millón de marcos!, —exigen los chantajistas—, o contaminaremos el agua potable y esparciremos veneno en todos los lugares públicos». Eso indigna a todo el mundo, pero mucho más a la banda PAKTO. Los cuatro amigos ayudan a la policía y encuentran una pista tras la que deciden seguir, ésta les lleva al circo SARANI…

Tarzán, el jefe de la banda PAKTO, acaba de visitar a su madre. De vuelta al internado se topa, literalmente, con una nueva aventura. Su tren choca contra unos gruesos pedruscos que alguna persona desconocida ha colocado sobre los raíles en el túnel del Diablo. Tarzán, que ayuda a los heridos, no puede sospechar que este diabólico atentado iba destinado al expreso «Flecha de Plata». En efecto, poco después, un chantajista llama por teléfono a la compañía nacional de ferrocarriles. Exige un millón de marcos y amenaza con nuevos atentados si no se le entrega el dinero. El comisario Glockner, padre de Gaby, dirige la investigación y nuestros amigos de PAKTO siguen, como siempre, sus propias pistas...

El aburrimiento es imposible cuando los amigos de PAKTO pasan sus vacaciones juntos —y eso aunque se trate de estar en un albergue juvenil junto al mar. Allí tendrán que intervenir en una serie de aventuras de lo más peligroso. Para empezar, acusan a Albóndiga —precisamente a Albóndiga— de haber cometido un robo en un gran almacén. El peligro asoma cuando unos fantasmas molestan una noche tras otra a una vieja abuelita, hasta que la banda PAKTO pone fin a esas apariciones. Aumenta cuando un odioso torturador de animales amenaza al divertido Oscar, el cócker de Gaby, sin olvidar que también tienen que enfrentarse a los rockeros. Y alcanza su mayor intensidad cuando Gaby está a punto de ahogarse en un pozo y una chica minusválida, a pesar de su silla de ruedas, demuestra lo que es capaz de hacer…

Al colegio de PAKTO va también ANKE, una niña de 14 años. Un les cuenta a Tarzán y a sus amigos una extraña historia: unos delincuentes están haciéndole chantaje a su padre. Como tiene miedo de avisar a la policía, pide ayuda a PAKTO. Ellos siguen la pista del jefe de una banda de ladrones que acaba de salir de la cárcel. Albóndiga y Patitas hacen de reporteros del periódico escolar y conocen a tres personas muy singulares: el dueño de un castillo, una coleccionista de antigüedades y un noble. ¿Qué relación hay entre los tres? ¿Qué los vincula a los ladrones? Tarzán y sus amigos darán respuesta a estas preguntas después de muchas aventuras.

Nuestro amigo Tarzán y el Dr. Bienert, profesor de Inglés y Educación Física, a la vez que entrenador de voleibol, vuelven de un partido jugado por el equipo escolar del internado. De repente, al pasar el coche en el que viajan los dos por debajo de un puente, un desconocido tira una piedra de gran tamaño contra el parabrisas. Éste se rompe en mil pedazos, el Dr. Bienert pierde el control, el coche empieza a patinar y da una vuelta de campana. Por fortuna, el profesor sólo resulta herido, y todo queda en un susto enorme para Tarzán. Así empieza todo. Por las carreteras regionales y por las autopistas anda un fantasma que tira piedras desde lo alto de los puentes y que lanza bolas de acero contra los coches en marcha. La policía parece impotente para solucionarlo, nadie ha visto jamás al desconocido. Sólo se sabe que tiene una moto.

Vayan adonde vayan, nuestros amigos de PAKTO siempre se verán envueltos en una emocionante aventura. Esta vez se cruza en su camino el príncipe El Hamid, el Terrible. Después de huir de una rebelión en su país, simula un accidente de aviación para que lo den por muerto y se esconde con sus sanguinarios seguidores en una región inaccesible. Cuando El Hamid se entera de que Tarzán y sus amigos le siguen la pista, decide eliminarlos. Perseguidos por los árabes, Tarzán. Karl, Albóndiga y Patitas tienen que huir a la desesperada, adentrándose cada vez más en el infierno verde.

En una tarde fría de invierno, Tarzán ayuda al anciano coronel Grewe contra dos atracadores en el parque municipal; todavía no se imagina que éste es el principio de una peligrosa aventura. Tarzán encuentra después una bolsa de cuero con los utensilios que suelen utilizar los drogadictos. El misterio se va aclarando poco a poco cuando los cuatro amigos de PAKTO observan a su compañero de clase Daniel Egge con Nariz Rota, un verdadero gángster, que esconde un extraño paquete con una calavera en una consigna de la estación. Esta aventura llega a convertirse en un verdadero caso para PAKTO, porque están tras la pista de una banda de traficantes de drogas sin escrúpulos, una banda que no retrocede ante ningún delito y que arroja a los jóvenes a la miseria. Las aventuras se suceden una tras otra hasta que Tarzán y sus amigos logran acercarse al misterio, ocurre una siniestra noche en el cementerio del oeste. Un caso para PAKTO.

Karl, la Computadora, está muy contento porque sus padres se han comprado una vieja y preciosa villa en las afueras de la ciudad, pero algo extraño ocurre en esta casa. Cuando un día los cuatro amigos de PAKTO van en sus bicicletas hacia el lugar donde está la casa, tan agreste y retirado que en él se pueden practicar toda clase de juegos, sorprenden a unos ladrones desconocidos. Nadie se lo puede explicar. ¿Qué busca esa gente en una casa vacía? Como siempre que algo le intriga, Tarzán no abandona el asunto y junto con sus amigos Albóndiga, Karl y Gaby, acompañados de Oscar, el cócker, se arriesgan sin miedo a descubrir el secreto. ¿Está implicado el rubio borracho de la piscina cubierta? ¿O el ladrón Kaupa y su amiga Dolores? Sólo después de la lucha que mantienen una noche en la villa deshabitada, los amigos de PAKTO llegan a saber la relación del chatarrero Labutzka, ya muerto, y antiguo propietario de la villa, con el tesoro robado que hay en el fondo del lago.

Tarzán está en el internado, tumbado en su cama. No se puede dormir y mira hacia fuera, es una noche muy oscura. De pronto, ve que una estrella se mueve muy rápidamente. Una estrella fugaz, piensa. ¡No! De golpe, aparece en el cielo una bola de fuego; el estruendo provocado por una explosión llega hasta el dormitorio de Tarzán. Al día siguiente, tiene noticia de que una avioneta había caído en la ciénaga, muy cerca de la ciudad. El aparato era de uno de los jeques del petróleo, y a bordo llevaba un cofre repleto de oro y joyas, que han desaparecido sin dejar rastro. En la ciénaga, únicamente se encuentran los restos del avión. Todos se ponen a buscar como locos el valioso tesoro. También acuden a la ciénaga nuestros amigos de PAKTO. Allí se topan con extraños personajes: el dueño del kiosco, Funke, que vende bebidas alcohólicas a menores, y el vagabundo Stulla. ¿Qué relación tienen con el tesoro desaparecido?

En la ciudad se han instalado unos gánsters chinos que campan por sus respetos. Se dedican a vender droga, especialmente a los jóvenes. Un día un traficante, perseguido por la policía, obliga a Lam Wing Chung —propietario de un restaurante chino y amigo de Tarzán— a esconder un paquete de heroína «hasta que desaparezca el peligro». ¿Qué hacer? Si Lam la entrega al comisario Glockner es hombre muerto, porque los traficantes no perdonan. A Tarzán se le ocurre una solución, sin imaginar que va a poner a Patitas en grave peligro. Los traficantes la secuestran, y nuestros amigos se llevan una desagradable sorpresa al encontrarla. ¿Será éste el misterio del dragón amarillo?

Víctor Krause, compañero de clase de Tarzán, siempre había sido tímido y reservado. Sus amigos no lograban ganarse del todo su confianza. Un día Volker no viene a clase: unos criminales le han secuestrado y piden a sus padres un rescate muy alto. Los señores Krause tienen mucho dinero, y se dice que la madre de Víctor no está muy bien de la cabeza. Cree en apariciones sobrenaturales y tiene mucha amistad con un espiritista ciego, Raimondo, que le transmite mensajes extraños del más allá. Nuestros cuatro amigos de la banda PAKTO no confían en ese Raimondo. ¿Ha sido él quien secuestró a Víctor? ¿O fue el dueño de un restaurante italiano, que se comporta de un modo bastante sospechoso? Tarzán, Albóndiga, Karl y Patitas buscan por su cuenta a su compañero de clase. Y cómo no, Oscar, el fiel cócker spaniel de Gaby, también ayuda como puede. Los chicos pasan de unas situaciones peligrosas a otras y el caso cada vez se reviste de mayor misterio —un caso para PAKTO.

Thea, la nueva amiga de PAKTO, invita a los cuatro a la finca que poseen sus padres, el conde Gebacht von Durstilitsch y la condesa Eugenia, cerca del lago Waiga. Pero de repente el lugar se convierte en el reino del terror. El conde y la condesa no se llevan bien, y un loco hace de las suyas por las cercanías del lago. Aterroriza a la comarca, arruina los campos e incendia las granjas. Todos los indicios apuntan a que el «Monstruo del Lago Waiga», que es como todos lo llaman, se interesa por la finca del conde Durstilitsch. Y aún más. La región se ve amenazada por nuevos peligros cuando Poldgar Prüffe, un delincuente de fana internacional, se fuga de la cárcel y su pista conduce hacia el lago. Para colmo de males, Prüffe es un amor de juventud de la condesa, que se sigue sonrojando cuando oye su nombre…

El doctor Heilmann, que trabaja en el «Instituto para las enfermedades tropicales y las epidemias asiáticas» es, además, el médico del internado en el que estudian nuestros amigos de PAKTO. Acaba de recibir de la India un paquete con un contenido singular: bacterias vivas de la terrible peste negra. La cosa no hubiera ido más allá si no es porque un delincuente buscado por la policía, Detlef Knobel, adicto a las pastillas, decide robar en casa del doctor y encuentra por casualidad el paquete, más destructivo que una bomba atómica en sus manos…

Unos tipos sin escrúpulos aterrorizan a los dueños de perros de la ciudad. Cuando leen en el periódico que se busca un animal que se ha escapado y que se ofrece recompensa, llaman por teléfono, dicen que han secuestrado al perro y exigen un rescate. Y realmente les sale bien… Hasta que empiezan a secuestrar realmente a los perros. Por supuesto, principalmente perros de raza de gente rica. Pero cuando una de estas fechorías fracasa, los ruines tipos quieren advertir a todos los propietarios de perros con una acción diabólica: van a matar a un perro, tirándolo de un edificio alto. Pero un pequeño huérfano que se ha escapado del orfelinato observa a los tipos y ellos a él. A partir de ese momento, su vida corre peligro. Los amigos de Pakto entran en acción. No sólo salvan al pobre niño…

Tarzán y Patitas están esperando a su compañera de clase Kathie. Querían ir juntos al cine, pero Kathie no llega. Finalmente, Tarzán la encuentra desmayada en un parque oscuro. Los siniestros cazadores de cabelleras la han rapado al cero. ¿Quiénes son estos brutales malhechores que atacan a las chicas por la noche sólo para cortarles el pelo? Los muchachos de PAKTO vuelven a hacer de detectives. Una pista los conduce a Bad Finkenstein, y allí la cosa se complica: la fiebre de los ovnis ha trastornado a la pequeña ciudad. La gente asegura haber visto platillos volantes. Dicen que incluso ha aterrizado un ovni. Cuando unos robots secuestran a un investigador espacial —el profesor Oberthür—, el pánico cunde entre la población. ¿Son chifladuras o una peligrosa amenaza exterior? PAKTO quiere descubrir la verdad…

Alicia, hija de un famoso científico, está pasando unos días en casa de su amiga Patitas y va a participar en las clases del internado como alumna invitada. Pero entonces dos criminales armados secuestran el autobús que conduce a las dos muchachas al colegio. Los delincuentes exigen una importante suma como rescate. Y, en efecto, la van a recibir. Sin embargo, en ese momento es cuando empieza de verdad esta peligrosa aventura, sobre todo para Tarzán, Karl y Albóndiga.

La profesora más querida del internado, según la opinión de nuestros cuatro amigos de PAKTO, es la profesora Miller- Borello. Siempre está de buen humor y da muy buenas notas. Sólo últimamente la profesora Mibo parece muy triste, y en la clase de 8° A le están haciendo la vida imposible. Presel y Beger, dos malos alumnos y bastante gamberros, son los cabecillas. ¿Por qué? Tarzán ve a los dos en un bar junto con «King» Seibol, un rockero conocido en toda la ciudad, que se dedica a aterrorizar a los hijos de los trabajadores italianos. El hecho de que «King», cuyo padre lleva un garaje mugriento, conduzca un elegante Porsche y esté compinchado con Antonio Borello, aumenta el misterio del asunto. Antonio es el marido de la profesora Mibo, pero ella quiere divorciarse de él y está intentando poder quedarse con su hijo Marco. Un caso para PAKTO.

Un día en que Tarzán y Albóndiga están observando los animales en la reserva de aves, descubren algo horrible: un hombre pelirrojo, posiblemente cazador furtivo, asesina a un águila ratonera de aspecto inofensivo. Los dos chicos se lo cuentan a Gaby y a Karl, sus amigos de la banda PAKTO. No sólo porque Gaby es una gran amante de los animales (al fin y al cabo, ella recogió de la calle a su cócker Oscar), sino también porque los cuatro detestan cualquier forma de violencia con los animales; de modo que no quieren que se quede sin castigo el asesinato del águila. Sin embargo, nos es fácil; unos tipos muy raros les amenazan, y se ven envueltos en una serie de aventuras inquietantes. Primero roban una peligrosa serpiente venenosa de un Zoo de Reptiles, más tarde se dispara a un indefenso perro-guía. Una y otra vez aparecen el pelirrojo cazador furtivo y Cara de granos, dos tipos siniestros capaces de hacer cualquier cosa. Y el intrigante traficante Schlitzer, con sus saltones ojos de mongol. A pesar de las dificultades, los cuatro amigos de PAKTO no abandonan el caso; finalmente solucionan el misterio en el fantasmal palacete del señor de Pichiritiki.

Tarzán recibe una noticia: ¡su madre ha desaparecido sin dejar huella! Susana trabaja en una gran ciudad para la empresa Química 2000. ¿Habrá sido víctima de un delito? Sus amigos están desconcertados. Tarzán se fuga a escondidas del internado para ir a buscarla. Por supuesto, Patitas, Karl y Albóndiga lo acompañarán.