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Literatura de stephanie lovecraft
colmillos malditos (libro)
Supo que estaba en peligro antes de verlo, avanzó hacia Larael dispuesta a proteger a su hermano y lo único que obtuvo fue el cadáver vacío de este. La hermosa dama tomó el can
convénceme de que me odias (libro)
Asegura que no me desea, me lo ha repetido tantas veces que he llegado a creérmelo. No le gusto ni un poquito y, a decir verdad, a mí me resulta repelente. Tiene absolutamente
mi luna de sangre (libro)
No le quedan lágrimas que derramar o excusas que esgrimir, no le quedan fuerzas para ponerse en pie o palabras que lanzar contra quienes aseguran que Fran, el hombre que ama y
pídemelo bajo la luna (libro)
¡Comentan las malas lenguas que han atentado contra la vida de lady Emily! Aunque nadie lo diría cuando, seis meses después, una misteriosa debutante entra en la sala de baile
colmillos malditos (libro)
Supo que estaba en peligro antes de verlo, avanzó hacia Larael dispuesta a proteger a su hermano y lo único que obtuvo fue el cadáver vacío de este. La hermosa dama tomó el candelabro y… El hambre la consume, la rabia la domina y Larael la lanza contra los únicos que pueden destruirla, abandonándola en medio de una guerra que no le pertenece. Lady Catherine está perdida, o al menos eso parece hasta que su enemigo se convierte en su mayor protector. ¿Y si quien debe darte caza deja su corazón en tus manos?
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convénceme de que me odias (libro)
Asegura que no me desea, me lo ha repetido tantas veces que he llegado a creérmelo. No le gusto ni un poquito y, a decir verdad, a mí me resulta repelente. Tiene absolutamente todo lo que odio en un hombre y un poquito más, de eso que tienes ganas de tirarle algo a la cabeza «sin querer», solo que te tomas tu tiempo en apuntar y aplaudes si aciertas. ¿Entonces? ¿Cuál es el problema? El problema es que lo busco y me responde, me busca y yo le contesto, sin importar la cantidad de veces que asegure que no volveré a caer. Mi cuerpo me traiciona necesitándole e, incluso mi mente, cada vez que toma el control, se lo imagina acercándose y tomando mis labios como si fuese el dueño de ellos. ¿Cuántos gemidos he de regalarle para comprender que algo está jodidamente mal? Quizás por sacarme la tirita decidí quedar con él, verle y asegurarme de que nada de eso era real. Una bofetada brutal que me quitase la tontería, sería perfecto, ¿verdad? El plan era sencillo: quedar para tomar algo, meterme un poco con él y retirarme indemne. ¿Qué cojones podría salir mal, aparte de involucrarme en un grave caso de maltrato en el que no solo está en juego la vida de una pobre mujer, sino también la nuestra?
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mi luna de sangre (libro)
No le quedan lágrimas que derramar o excusas que esgrimir, no le quedan fuerzas para ponerse en pie o palabras que lanzar contra quienes aseguran que Fran, el hombre que ama y yace muerto en una fría tumba, era corrupto. Desacreditada y con el alma hecha pedazos, vaga por la ciudad sin saber qué es lo que busca o por qué regresar a su piso le resulta insoportable. Todo su mundo se ha paralizado, al menos hasta que un hermoso lobo blanco necesita su ayuda y ella, sin pretenderlo, regresa al ojo del huracán. Una secta peligrosa, una serie de injustos asesinatos y una inspectora con más agallas que cualquiera de ellos sería una mezcla peligrosa por sí misma, ¿verdad? Los ojos de Hiroko se abren a una nueva realidad en la que, por cierto, su insoportable vecino no se despega de su culo. Una y mil veces niega desearlo, una y mil veces rechaza sus avances, una y mil veces cae en la tentación.
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pídemelo bajo la luna (libro)
¡Comentan las malas lenguas que han atentado contra la vida de lady Emily! Aunque nadie lo diría cuando, seis meses después, una misteriosa debutante entra en la sala de baile con andar seguro y un secreto en su corazón. Ataviada con un vestido de seda color esmeralda y un sofisticado peinado, adornado por decenas perlas, la joven irrumpe en escena con ganas de guerra. Su pose orgullosa y mirada sincera provoca que muchos eviten su contacto, aunque su belleza opaca cualquier posible defecto. Solo un hombre se muestra inmune a sus mordaces respuestas. Lord Sebastian no solo se acerca a ella, sino que se comporta como si fuera mucho más que uno de sus pretendientes. ¿Qué oscuro secreto mantiene a la dama a su vera? ¿Por qué lady Emily luce tan diferente? A medida que la verdad comienza a desentrañarse, ambos descubren que sus sentimientos van mucho más allá de la incansable búsqueda de justicia. No obstante, el peligro acecha en cada esquina y, el amor, podría ser la mayor de las amenazas.
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