Literatura de tom wolfe
bloody miami (libro)
Edward T. Topping IV, blanco, anglo y sajón, miembro de una pequeña dinastía —es el cuarto de su familia que lleva este nombre y que ha estudiado en Yale—, va con Mack, su muje
el coqueto aerodinámico rocanrol color caramelo de ron (libro)
Tom Wolfe no es arquitecto, ni crítico, ni cosa parecida, es simplemente un periodista al que le gusta explicar los sucesos culturales de nuestra sociedad actual. Pero sus escr
el nuevo periodismo (libro)
En los ensayos que forman la primera parte de este libro, Tom Wolfe realiza un provocativo análisis de un fenómeno surgido hacia la mitad de la década de los sesenta que convul
elegidos para la gloria (libro)
Elegidos para la gloria, posiblemente el libro más importante de Tom Wolfe, nos ofrece el resultado de seis años de tarea apasionante: investigar en qué había consistido realme
la banda de la casa de la bomba y otras crónicas de la era pop (libro)
En este libro, Tom Wolfe examinó provocativamente, sobre el terreno, los recientes monstruos sagrados, las instituciones de la era pop, los representantes de la nueva cultura:
la hoguera de las vanidades (libro)
Tom Wolfe debutó triunfalmente como novelista con «La hoguera de las vanidades», que fue calificada como la novela de Nueva York. El protagonista es un «yuppie», un asesor fina
ponche de ácido lisérgico (libro)
Este es el mito fundacional de los hippies, la historia de Ken Kesey y los Alegres Bromistas.Estamos en los años sesenta y Ken Kesey, el autor de Alguien voló sobre el nido del
soy charlotte simmons (libro)
Charlotte Simmons, una brillante estudiante de la diminuta y puritana población de Sparta, en Carolina del Norte, obtiene una beca para estudiar en la prestigiosa y selecta Uni
todo un hombre (libro)
El mundo de Charlie Croker se desmorona: en la cima del mayor imperio inmobiliario de Atlanta, solicita, en un arranque de megalomanía, un crédito bancario que no puede pagar.
bloody miami (libro)
Edward T. Topping IV, blanco, anglo y sajón, miembro de una pequeña dinastía —es el cuarto de su familia que lleva este nombre y que ha estudiado en Yale—, va con Mack, su mujer —también Yale— a cenar a un restaurante. Y mientras se desocupa una plaza para aparcar su pequeño y ecológico coche —como toca a personas progresistas y cultivadas como ellos—, un esplendoroso Ferrari, conducido por una latina no menos esplendorosa y cargada de oro y oropeles, les birla el lugar. Y luego la conductora se burla descaradamente de Mack. Quizá porque, como afirma Wolfe, Miami es la única ciudad de América, y quizá del mundo, donde una población venida de otro país, de otra cultura, con otra lengua, se ha hecho dueña del territorio en sólo una generación, y lo demuestra en las urnas, y en el posterior ejercicio del poder. Y por eso Ed Topping ha sido enviado a Miami a reconvertir el «Miami Herald» en un periódico digital, sin edición en papel, y lanzar «El Nuevo Herald» para las masas latinas. Y en esa Miami y en este diario viven y trabajan dos personajes fundamentales de esta inmensa, intensa, divertida novela: el joven John Smith, un periodista que persigue la gran exclusiva que hará que deje de ser novato y desconocido, y Nestor Camacho, policía, veintidós años, miembro de la segunda generación de cubano-americanos nacidos en Miami, que se expresa mucho mejor en inglés que en español, y será el protagonista de la exclusiva de John. Pero hay más, mucho más: está Magdalena, la muy guapa Magdalena, novia o algo parecido de Nestor, y su amante, un psiquiatra famosillo, especializado en el tratamiento de las adicciones sexuales y hábil trepador, que se aprovecha de uno de sus pacientes, un poderoso millonario que vive masturbándose con tal intensidad que tiene el pene casi deshecho, para circular entre la más selecta sociedad de Miami. Y hay mafiosos rusos, un alcalde latino y un jefe de policía negro. Y los fastos y las fiestas donde se congregan todos los que hacen que el mundo y Miami giren en la vida y en esta novela, tan torrencial como, a menudo, esperpéntica…
el coqueto aerodinámico rocanrol color caramelo de ron (libro)
Tom Wolfe no es arquitecto, ni crítico, ni cosa parecida, es simplemente un periodista al que le gusta explicar los sucesos culturales de nuestra sociedad actual. Pero sus escritos son tan sugerentes que han hecho ver a los arquitectos fenómenos en la ciudad, la arquitectura y el diseño que ellos por sí mismos fueron incapaces de detectar. Él ha sido el «descubridor» de Las Vegas o de la arquitectura electrográfica. Pero los cuatro escritos aquí publicados no tocan solamente aspectos de la arquitectura y del diseño, sino también de muchos otros campos en los que se reflejan los sucesos culturales que se produjeron a lo largo de los años sesenta. Se recomienda este libro en especial a aquellos que se interesen por los dragsters, la tabla hawaiana, la moda del vestido y del peinado, los coches «pichicateados», el arte culto y popular o el modo en que disfrutan el tiempo libre jóvenes y mayores, en particular en la Costa Oeste de Estados Unidos.
el nuevo periodismo (libro)
En los ensayos que forman la primera parte de este libro, Tom Wolfe realiza un provocativo análisis de un fenómeno surgido hacia la mitad de la década de los sesenta que convulsionó el panorama literario norteamericano: la aparición del llamado Nuevo Periodismo, que según Wolfe arrebata el centro a la esterilizada y agonizante Novela y se convierte en el género literario más rico de la época. Para los Nuevos Periodistas, que se sumergían donde «pasaban las cosas», había que «tomar contacto con completos desconocidos, meterse en sus vidas de alguna manera, hacer preguntas a las que no tenías derecho natural a tener respuesta, pretender ver cosas que no se tenían por qué ver, etc.» y, ante la incapacidad de los novelistas para enfrentarse al cambio vertiginoso experimentado por la sociedad norteamericana, «tuvieron, para ellos solos, los locos años sesenta, obscenos, tumultuosos, mau-mau, empapados en droga, rezumantes de concupiscencia». Y de este modo el Nuevo Periodismo retornó la tradición de la gran novela realista de siglos precedentes, dice Wolfe, aunque «lo único que pretendía decir al empezar era que el Nuevo Periodismo no puede ser ignorado por más tiempo en un sentido artístico. Del resto me retracto… Al diablo con eso… Dejemos que el caos reine… Más alta la música, más vino… Al diablo con las categorías…». La antología de textos de Rex Reed, Terry Southern, Nicholas Tomalin, Barbara L. Goldsmith, Norman Mailer, Joe McGinnis, John Gregory Dunne y el propio Tom Wolfe, en la segunda parte del libro, ilustra espléndidamente las tesis del autor. «Una cosa que tenemos que leer todos los periodistas, en especial los llamados columnistas, que es como se nos dice ahora a los articulistas de toda la vida». (Francisco Umbral).
elegidos para la gloria (libro)
Elegidos para la gloria, posiblemente el libro más importante de Tom Wolfe, nos ofrece el resultado de seis años de tarea apasionante: investigar en qué había consistido realmente la carrera espacial y quiénes eran realmente sus más directos protagonistas: los astronautas. Los astronautas procedían del mundo de los pilotos de pruebas, un mundo que fomentaba imágenes míticas, muy distintas a las del pasivo robot que deseaban los técnicos y burócratas del Programa Mercury. El piloto de pruebas, el capitán total de su nave, era el que tenía, por antonomasia, lo que hay que tener: no sólo valor, sino también una mezcla de destreza, orgullo y lacónico humor, bajo las más terribles y continuas presiones. Su simbolismo era aún el del vaquero fanfarrón. Pero en la maquinaria del mundo futuro, en el cerebro multiforme de la Máquina, no hay sitio ya para el vaquero fanfarrón: el ideal es el autómata, y a la condición de autómatas y de conejillos de Indias quieren reducir a los bravos vaqueros. Este libro nos narra su lucha por conservar la dignidad humana. Y nos explica también las incidencias del gigantesco combate singular publicitario en que se convierte la llamada «carrera espacial» y lo mucho que influyeron en el pueblo norteamericano los repetidos fracasos iniciales de su programa (los nuestros siempre fallan) y la eficiencia implacable del soviético. Y también nos habla de la gigantesca maquinaria publicitaria e informativa, que inicia paralelamente su tarea con los astronautas, que necesita héroes y símbolos; imágenes míticas que fabrica y prefabrica, convirtiendo en fichas a los seres humanos. Pero aun así, y aunque en las fauces del monstruo publicitario no sólo caigan los astronautas sino también sus familiares directos, este mecanismo del sistema aporta a sus víctimas algo muy importante: poder. Frente al tecnócrata anónimo y al funcionario de la ciencia, el astronauta es un héroe individualizado; su apoyo puede significar mucho para un político en unas elecciones, o convertirse él mismo en aspirante, como el muy reciente caso de John Glenn (uno de los protagonistas de este libro); su vida toda se convierte en información valiosa; su imagen, en la mejor publicidad. Todo esto y muchas cosas más nos cuenta Tom Wolfe en este libro, en el que, a través de un estilo ágil e irónico y una prosa simple y directa, hace resplandecer su característica menos imitable: su extraordinario talento. No cabe duda de que Elegidos para la gloria se convertirá —como La canción del verdugo, de Mailer, y A sangre fría, de Capote— en uno de los clásicos mayores de la literatura norteamericana contemporánea.
la banda de la casa de la bomba y otras crónicas de la era pop (libro)
En este libro, Tom Wolfe examinó provocativamente, sobre el terreno, los recientes monstruos sagrados, las instituciones de la era pop, los representantes de la nueva cultura: los surfistas, los locos de la moto, los Muchachos de la Melena y la estética de lo rancio, Hefner («Playboy»), el rey de los reclusos voluntarios, la «topless» trucada con silicona, el revoltijo mcluhaniano, los «Swinging London», las heathfields y las dollies, los hoteles climatizados, la decadencia del cocktail-party y la aparición de la cena con mono, la nueva etiqueta de la nueva café-society neoyorquina. Entre los sorprendentes fenómenos sociales que estimulan a Tom Wolfe aparece un tema recurrente: la búsqueda de estatus por parte de las nuevas generaciones o (lo que es el reverso de la medalla) el ocaso de las jerarquías sociales tradicionales. En conexión con este fenómeno se testimonia la aparición de fórmulas artísticas y códigos de conducta absolutamente ajenos al viejo establishment.
la hoguera de las vanidades (libro)
Tom Wolfe debutó triunfalmente como novelista con «La hoguera de las vanidades», que fue calificada como la novela de Nueva York. El protagonista es un «yuppie», un asesor financiero que se ha convertido en la estrella de una firma de brokers, pero que se ve inmerso en rocambolescas dificultades jurídicas, matrimoniales e incluso económicas a partir de la noche en que se pierde por las calles del Bronx cuando llevaba a su amante del aeropuerto Kennedy a su nido de amor. A partir de esta peripecia, Tom Wolfe va hilando una compleja trama que le permite presentar el mundo de las altas finanzas, los restaurantes de moda y las exclusivas parties de Park Avenue, así como el submundo picaresco de la policía y los tribunales del Bronx, y también el mafioso universo de Harlem y las nuevas sectas religiosas. Un hilarante e irrepetible fresco, diseccionado con desenvuelta crueldad y acerada ironía por un Tom Wolfe en plenitud de facultades. El personaje central resulta ser finalmente la gran capital del mundo en este final de siglo: Nueva York, con todos sus esplendores y todas sus miserias, retratada en la prosa de tecnicolor, vistavisión y sensorround que es la marca de fábrica de ese maestro de periodistas y, como demuestra aquí, personalísimo y magistral novelista que es Tom Wolfe.
ponche de ácido lisérgico (libro)
Este es el mito fundacional de los hippies, la historia de Ken Kesey y los Alegres Bromistas.Estamos en los años sesenta y Ken Kesey, el autor de Alguien voló sobre el nido del cuco, ha reunido a su alrededor a los «bromistas», una desmadrada corte de jóvenes radicales embarcados en novísimos proyectos de vida. Recorren los Estados Unidos de costa a costa en un autobús que conduce Neal Cassady (el mítico Moriarty de En el camino, de Kerouac, amado por Allen Ginsberg y por algunos de los mejores espíritus de su generación), y celebran la vida, el éxtasis orgiástico, las drogas que abren las puertas de la percepción. Y tienen a las fuerzas del orden y al F.B.I. en los talones… La utilización de monólogos interiores, diálogos y múltiples puntos de vista, recursos todos ellos provenientes de la literatura de ficción, combinados con técnicas propias del periodismo, como la investigación exhaustiva, las entrevistas minuciosas, el gusto por «la exclusiva» y un ojo agudísimo para el detalle revelador, dan como resultado este espléndido Ponche de ácido lisérgico. Calificada por los críticos de obra maestra de la «novela de no ficción», es la mejor crónica que se ha escrito jamás sobre el épico viaje de Ken Kesey y sus compañeros, verdadero «núcleo duro» del movimiento hippie, y une al interés de una historia fascinante, contada con escrupulosa fidelidad, la seducción de una atmósfera y unos personajes reales dignos de las mejores ficciones de Updike o de Bellow.
soy charlotte simmons (libro)
Charlotte Simmons, una brillante estudiante de la diminuta y puritana población de Sparta, en Carolina del Norte, obtiene una beca para estudiar en la prestigiosa y selecta Universidad de Dupont, en Pensilvania. Charlotte, que deja atrás el mundo de granjeros pueblerinos aficionados a mascar tabaco y trasegar cerveza, no tarda en descubrir que el espíritu de Dupont se parece más al de Sodoma que al de Atenas, y que el sexo, las drogas y el alcohol desempeñan un papel mucho más destacado que el saber y los libros de texto. La virginal estudiante de provincias inicia una alocada carrera sexual que la lleva a relacionarse con lo más selecto del campus. Una visión mordaz del mundo de las universidades estadounidenses de élite, con sus deportistas mimados, sus genios becados y sus líos de dormitorio, así como sus conflictos de raza y clase.
todo un hombre (libro)
El mundo de Charlie Croker se desmorona: en la cima del mayor imperio inmobiliario de Atlanta, solicita, en un arranque de megalomanía, un crédito bancario que no puede pagar. Además, con 60 años recién cumplidos -y una segunda esposa de apenas 28- este hombre, hecho a sí mismo, empieza a detectar los primeros signos de vejez. Perseguido por la entidad bancaria que antes lo adulaba y que ahora empieza a acosarlo, Croker deberá recorrer un largo calvario durante el cual se verá vinculado a otros dos personajes principales: Roger White II, un abogado negro y amigo de la infancia del alcalde de Atlanta, y Conrad Hensley, un joven honesto que trabaja en un almacén de alimentos congelados propiedad de Charlie y que resiste como un estoico los embates de la vida. A medida que desarrolla el mundo interior y las acciones en que se implican estas figuras, Tom Wolfe realiza una feroz crítica de la sociedad y sobre todo de las parcelas de poder y los signos de riqueza, al tiempo que acusa la falta de valores morales y su sustitución por valores materiales en la sociedad contemporánea.