Una noticia inesperada y terrible reaviva el recuerdo de una mala experiencia en el pasado de William y hace que empiece a obsesionarse con su novio. Troy siente que hay algo extraño en todo esto. Y pronto empezará a sentirse agobiado... ¿Conseguirá averiguar lo que le pasa a William? ¿O sucumbirá bajo el peso de demasiado amor?

Troy está convencido de que William le ha sido infiel con Jordan. Lo da por perdido, y se marcha con la idea de asumirlo y de ver cómo va a seguir adelante. Mientras está fuera conoce a Daryl, un chico alegre, dulce y mimoso, que se le pone en bandeja, y con quien tendrá la oportunidad de vivir una aventura… Por su parte, William está fuera de sí de inquietud. No sabe dónde está Troy, ni si regresará o no, ni cuándo. La incertidumbre es terrible. Más aún cuando Seth le recuerda que tienen una actuación para dentro de pocos días. Por si esto fuera poco, también tiene a Jordan Grant derrochando amabilidad y atenciones con él, y ofreciéndose descaradamente. William siente que Jordan va ganando terreno con cada día que va pasando, y se ve peligrosamente cerca de sucumbir a la tentación y de acabar en su cama… ¿Vivirá su aventura Troy? ¿Conseguirá William resistir las dotes de seducción de Jordan? ¿Regresará Troy, alguna vez?

Troy afronta la incertidumbre de no saber nada de William, y tampoco de la investigación policial que está en curso. Por su parte, William va descubriendo más cosas de sus captores, a la vez que intenta hacer planes de fuga, y se entera de modo indirecto, y por la persona más insospechada, de lo que ha estado haciendo su novio. Mientras tanto, Reggie hace frente a uno de sus grandes miedos: llamar a Troy. También tiene un enfrentamiento con Jordan. Y luego tiene un primer desencuentro con Dan… Que culminará en una confesión, inesperada para los dos, y en algo más…

Troy está convencido de que William está prisionero en el Averno, así que se dirige allí para hablar con Jordan y pedirle que lo libere. Está dispuesto a todo para conseguirlo, incluso a arriesgar su propia vida. Mientras tanto, William está aislado, encerrado con sus captores en un apartamento en el Bronx. Lo único que sabe de ellos es que son unos tipos que hablan lo indispensable y que le tratan a empujones. Está muy preocupado por Troy, y le angustia pensar en el futuro. ¿Qué va a ser de él? ¿Logrará Troy encontrarle y rescatarle? Al mismo tiempo, a pocos pasos de William, Reggie y Dan Nobody hacen cada uno por separado un descubrimiento que puede cambiarles las vidas… Y que puede ser decisivo para el futuro de William, y el de toda la operación.

William se ha enterado de que la prensa rosa especula que él puede ser la pareja de Jordan Grant. En un primer momento, siente pánico al pensar que Troy también haya visto esas fotos y que haya creído el rumor. Eso podría significar el fin definitivo para su relación. Por su parte, Troy teme que el rumor sea verdad. Teme que William haya dado su relación por perdida y que haya decidido decirle que sí a Jordan y ser su pareja. Llama a sus amigos, y ellos le tranquilizan bastante y le dan fuerzas para hacer lo que tanto había temido el día anterior: llamar a William al Averno. El reencuentro entre los dos por teléfono es nervioso, emocionado, y les hace mucho bien. Sienten que, no solo no se han perdido el uno al otro, sino que además, su relación puede estar en vías de arreglarse. Sienten que hay esperanza. Después de hablar con William, Troy regresa con Daryl para hacer frente a su segunda tarea difícil del día: la despedida. En cuanto a William, decide hablar con el servicio de la mansión para desmentir el rumor. Y son ellos los que le mencionan de nuevo el sótano, despertando así su curiosidad. William sabe que no va a regresar al Averno. Quizás no tenga otra oportunidad de ver ese famoso estudio de grabación. Así que, ¿por qué no bajar a investigar? Tal vez logre descubrir la razón por la que Jordan se ha esforzado tanto por mantenerlo en secreto… Esta decisión de William acarreará una cadena de consecuencias que él todavía no puede ni imaginar… Y Jordan Grant se verá obligado a tomar, él también, sus propias decisiones.

Jordan Grant es uno de los guitarristas de los Red Devils. Es guapo, famoso e inmensamente rico, y está acostumbrado a conseguir lo que quiere. Pero hay dos cosas que no tiene: no tiene el talento de Troy, ni tampoco tiene a William. Y se encuentra con un problema, porque se entera de que tiene que tocar con ellos ante un estadio. Desde ese momento, Jordan emprende su particular gesta para quitar de en medio a Troy, separarlo de William y atraer a este hacia sí. Lo quiere en su grupo y en su cama, y lo va a conseguir, cueste lo que cueste. Por su parte, Troy y William están más unidos que nunca como pareja, y una ruptura entre ellos parece imposible. Troy quiere proteger a William a toda costa, y William tiene muy presente por qué se unió a los Dragon Riders, porque desde el principio estaba enamorado de Troy. ¿Será esto suficiente para mantenerlos unidos? ¿Logrará Jordan conseguir su objetivo? ¿Resistirá la pareja las artes del diablo?

Troy regresa a casa creyendo que William se ha quedado a vivir para siempre con Jordan Grant y que ahora es el cantante de los Red Devils. Se lleva una buena sorpresa cuando ve que William regresa también pocos minutos después que él, poniéndole en la difícil tesitura de tener que contarle que le ha sido infiel. La noticia es como un jarro de agua fría para William, que sin embargo, una vez pasada la primera impresión, intenta pelear por su pareja. Pero Troy es esquivo y le huye. No sabe qué le duele más, si el hecho de que William le haya sido infiel con Jordan, o el hecho de que le echara de su propio grupo. Por su parte, Jordan no se queda inactivo. El inesperado regreso de Troy le ha estropeado todos los planes, y emprende la tarea de hundirlo con más ahínco que antes. Llegará a recurrir a uno de sus propios técnicos de sonido para sabotear el concierto de los Dragon Riders. Esto tendrá consecuencias terribles para la relación entre Troy y William… ¿Conseguirá el amor que se tienen vencer a las dudas y al orgullo herido? ¿O acabará yéndose cada uno por su lado? ¿Podrá la pareja reavivar las ascuas de lo que fue? ¿O vencerá el Diablo?

Los Dragon Riders regresan por un par de días a su ciudad natal porque Troy tiene que ir a visitar a su familia. Lleva demasiado tiempo sin verlos, y están empezando a impacientarse y a estar molestos con él. Pero la reunión familiar no transcurre exactamente como todos ellos esperan. La actitud de su hermano hace que Troy se vea obligado a elegir entre su novio y su familia. Y él hace mucho tiempo que ya ha elegido. En este libro descubrimos más cosas del pasado de Troy, de su infancia y la relación con su familia. Por su parte, él descubre hasta qué extremos es capaz de llegar para proteger a William. Y William descubre que Troy le importa más que su propia vida. Mientras tanto, la carrera del grupo está dando un giro inesperado. Su mánager les tiene preparadas varias sorpresas. Pero la mejor de todas se las dará la radio, y vendrá justo en el momento en que ellos más lo necesitan. Un libro intenso, cargado de emociones, en el que Troy se pondrá al borde de la ley y William se verá a punto de morir. Los dos harán cosas que jamás creyeron que harían. Y estarán el uno para el otro, hasta las últimas consecuencias.

Un relato corto ambientado en Halloween. La historia transcurre en el universo “Rockstars”, entre los libros 1 y 2 de la serie. Los chicos del grupo se enteran de que tienen que dar un concierto la noche de Halloween y de que... ¡Tienen que ir disfrazados! Troy se niega. Entonces comienza la gesta de sus compañeros por intentar hacerle cambiar de idea. El más interesado es William, y por más de un motivo. También quiere seducirle y arreglar cierto asuntillo con él. ¿Lo conseguirá? ¿Estará dispuesto Troy a dejarse embrujar? ¿O acabará William siendo el embrujado aquí?

Una historia de Navidad de la serie Rockstars. Es Navidad, y los chicos disfrutan de unos días de vacaciones. William y Troy están muy ilusionados porque esta va a ser su primera Navidad juntos, y además la pasarán a solas en Nueva York. Troy tiene algún que otro problemilla a la hora de comprar los regalos. William recibe sorpresas maravillosas. Y descubren algo que no podían ni sospechar: sus amigos Seth y Austin se gustan, pero aún no se han confesado mutuamente. ¿Conseguirá William emparejarlos? ¿O lo hará Troy? Una historia divertida, con escenas disparatadas, momentos íntimos, y mucho sabor a Navidad.

William tiene miedo. La agresión que sufrieron en Nueva York le ha hecho temer que alguien descubra su relación con Troy y que le hagan daño. Quiere protegerle a toda costa, así que se niega a tener muestras de afecto en público. Por su parte, Troy no comprende nada, y pelea y porfía... William siente que sus hombros son demasiado frágiles para una carga tan pesada, por lo que empieza a beber, en un esfuerzo por olvidar el problema y volver a estar como antes. A Troy le preocupa esta nueva afición de su pareja a la bebida. Aunque sigue sin comprender nada, quiere saber y quiere ayudar. Discuten y hacen las paces. Le salva del desastre cuando la resaca hace que William patine en una entrevista... William se aferra a la esperanza, pero el miedo se le escapa de las manos en el momento en que recibe una carta anónima en tono amenazante. Sus pesadillas se vuelven atroces. Sigue bebiendo. Troy le muestra otra manera de lidiar con el miedo y de sentirse a salvo, en un intento desesperado por arrancar a su novio de las garras del alcohol. Pero William recibe un segundo anónimo y se siente sobrepasado. Es inevitable que todo ello empiece a afectar a su trabajo. Y también es inevitable que Troy acabe por estallar y que la relación salte por los aires. ¿Qué ocurrirá? ¿Será suficiente el amor que se tienen para superar esta situación? ¿Lo conseguirán y verán su relación fortalecida con todo ello? ¿O por el contrario ganarán el miedo y el orgullo? ¿Se salvará la estrella de Troy de ser consumido por sus demonios?

Troy y William se esfuerzan mucho por adaptarse y convivir con el miedo que les genera esta situación de incertidumbre en la que se encuentran. Tratan de centrarse en su relación y de pasar más tiempo juntos. Viven unas horas maravillosas durante la tarde del miércoles, a solas, en la habitación de música… Mientras tanto, Jordan ya lo tiene todo preparado para poner en marcha su plan. La operación Fuego del infierno acaba de comenzar.

Una historia de amor y amistad que abarca dos generaciones. En el primer libro, conocemos a la primera generación, y vemos nacer y crecer a la segunda. Tres amigos están enamorados de la misma chica, pero ella todavía no se ha decidido por ninguno de los tres. ¿A quién elegirá? ¿O escogerá a otra persona? ¿Y qué será de los otros chicos? ¿Qué tendrán que hacer para ganarse a la dulce Gloria?

Los chicos del grupo se han independizado de sus familias y están grabando su segundo disco. En apariencia, Troy y William son una parejita feliz, pero de puertas para dentro, la historia es muy distinta. Troy se niega a compartir cama con William, y este no sabe por qué. Además, últimamente está observando que su productor musical, Harold, está empezando a llevarse demasiado bien con Troy. Es un hombre mayor, y podría usar su influencia para hablarle mal de él a su novio y sembrar la cizaña entre ellos. William hará lo que haga falta para apartar a ese tío de su bomboncito...Y Troy hará lo que haga falta para conservar a William.

Troy pasa una tarde de infarto. La noticia del secuestro de William ha salido en la tele, y todos sus conocidos se han enterado. El teléfono no para de sonar. Pasará mucho rato hasta que por fin consiga hablar directamente con el secuestrador. Durante ese primer contacto, este le expondrá sus extrañas condiciones… Mientras tanto, William descubre más cosas del lugar donde se encuentra y de sus captores. Los tendrá cara a cara, o al menos, a dos de ellos, y hará un intento fallido de fuga. Por su parte, Reggie y Dan continúan conociéndose mejor. Se apoyarán y cuidarán el uno al otro, compartirán momentos difíciles, y… También otro tipo de cosas…

William está obsesionado con Troy. No le deja ni a sol ni a sombra. Y Troy se siente cada vez más asfixiado de amor y aplastado por sus propios dilemas. Por este motivo, decide irse a pasar unos días al rancho de Harold, antes de que empiecen en serio los trabajos de promoción del disco. Ni que decir tiene, William no acoge la noticia con entusiasmo. Su disgusto es tal, que acaban yendo los cuatro. Los tres días que pasan en el rancho serán muy importantes para ellos. No solo pasean a caballo, hacen hogueras y prueban una sauna. Además de todo ello, William descubre que Harold no es el malo de la película. Y Seth le revela el secreto que podría salvar su relación. Por su parte, Troy se entera de algo que cambiará su vida para siempre. Y también su futuro con William, y el futuro de su grupo.

Troy cree tener sus ideas muy claras en algunas cosas. Sabe que le gustan las chicas, y sabe que quiere llegar a ser una estrella del rock algún día... Hasta que su mejor amigo William le besa por primera vez, y empieza a hablarle de cosas que no se había planteado nunca antes. A medida que avanza la relación, William hará que Troy vaya descubriendo muchas más cosas... Y también conseguirá que se cuestione su sexualidad, su visión del mundo, e incluso su propia cordura.

Troy y William vuelven a estar juntos, y están decididos a sanar las heridas de su relación, a reconstruirla, y a poner los dos de su parte para que todo vuelva a ser como antes, e incluso mejor si es posible. Troy quiere dejar que sea William quien marque los ritmos, porque es el más joven y es el que ha sufrido el trauma en el Averno. Por su parte, William quiere exprimir todo el tiempo que pueda pasar con su novio. Ahora siente que el tiempo es un bien muy escaso. Han estado a punto de perderse mutuamente, y siente que necesita recuperar estos días atrás que han estado separados. Además, la nueva amenaza que se yergue sobre Troy le hace valorar mucho mejor los momentos agradables que puedan pasar juntos. Los dos sienten que algo ha cambiado en el otro. Pero a la vez, se conocen muy bien y esa vieja familiaridad está siempre presente, mezclada con el cariño, el deseo y una nueva apreciación el uno del otro, y de su relación. En cuanto a Jordan, continúa obcecado en atraer a William a su casa y a su grupo y en hacer que Troy disuelva el suyo. Ahora siente que ha encontrado en Max a un aliado, y no dudará en usarlo como tal, y en recurrir a todos los medios a su alcance para lograr su objetivo. Tiene prisa, el tiempo se le escurre entre los dedos, y se le están agotando las ideas. Pronto no tendrá más remedio que empezar a hacer las cosas por las malas. Max no sabe todavía en el lío en que se ha metido. Cree de veras que Jordan es un benefactor para su grupo, y no entiende la actitud de los chicos. Sin que él sea consciente de ello, el joven Grant empieza a utilizarle para elevar su apuesta… Troy descubrirá a la fuerza que no es perfecto, y que no siempre puede proteger a William. También aprenderá que hay algo en lo que este le supera. Y William se verá a sí mismo librando una titánica batalla contra el diablo. Y lo hará para proteger a Troy. ¿Conseguirán Troy y William reconstruir su relación con éxito? ¿La harán más fuerte? ¿O Jordan se encargará de terminar de pulverizarla, aprovechando que se encuentra en su momento más vulnerable? ¿Vencerá el amor que se tienen los dos, o el odio de Jordan?

Troy y William regresan renovados de su excursión a la playa. Los cuatro Dragon Riders están más unidos que nunca, dispuestos a enfrentar lo que sea que esté preparando Jordan Grant. No se puede decir lo mismo de los Red Devils. El grupo está dividido y en crisis. Dos de los chicos están en contra de Jordan y a favor de Troy, y los otros dos son absolutamente fieles a Grant. Este, mientras tanto, está ultimando sus planes para hacer algo que no se ha visto obligado a intentar nunca antes: secuestrar a William, y utilizarlo como rehén para obligar a Troy a disolver su grupo antes del concierto.

Una historia de San Valentín de la serie Rockstars. Los Dragon Riders se enteran de que tienen una actuación el día de San Valentín. A Troy y Austin no les importa, pero Seth está disgustado, y William está furioso. Lleva meses soñando con poder celebrar ese día de forma muy especial con Troy, y no quiere tener que sacrificar ese sueño por culpa de su trabajo. ¿Conseguirán Austin y Troy compensar a sus respectivas parejas de alguna manera? ¿Qué puede llegar a hacer Troy por amor? ¿Y qué hará William por Troy? Un relato corto sobre el amor y la amistad, con intrigas, sorpresas y un final inesperado y dulce. Puede disfrutarse tanto solo, como acompañado de una bebida favorita y algo de chocolate.

La reconciliación entre Troy y William avanza, lenta pero segura. William está decidido a conseguir que compartan más cosas como pareja. En cuanto a Troy, por fin encuentra la ocasión de hablarle de Daryl, y eso ayudará a que su compañero consiga sanar esa herida. Mientras tanto, Jordan no se queda inactivo. Invitará a Max a su casa y le hará una oferta a la que no podrá resistirse…

Troy llega a casa de Daryl hecho un lío a causa de su problema con William. Decide no pensar en sí mismo por unos días y regalarle un sueño al chico. Todavía no sabe que será Daryl quien le ayudará a disolver la desconfianza que sentía hacia William, y a recuperar la esperanza de que su relación pueda llegar a tener arreglo. Por su parte William regresa al Averno, y será allí donde, de modo insospechado, él también recuperará la esperanza de arreglar su relación con Troy. Mientras tanto, Jordan tiene su propio sueño por cumplir. Y no piensa parar hasta conseguirlo…

Es domingo por la mañana. Troy y Daryl salen de excursión por los alrededores del pueblo para visitar el lugar, hacer fotos, y hablar de temas importantes que tienen pendientes, sobre todo de ellos dos y su relación. Troy quiere decirle a Daryl que necesita tratar de recuperar a William. Por su parte, William va con Jordan a visitar a un amigo de este a su yate de recreo, donde descubrirá un universo totalmente nuevo para él. Ya por la tarde, después de haber hablado y después de almorzar, Troy y Daryl emprenden el regreso a Smalltown. Y será allí donde a Troy le dé en toda la frente la fría realidad: la prensa rosa acaba de publicar unas fotos de William con Jordan, y ha corrido el rumor de que son pareja. Mientras Troy se debate con la tormenta emocional que le genera la noticia, de vuelta en el Averno, William se enfrenta a otro tipo de problemas…