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Literatura de winston mcneil
el regreso de «pócimas frank» (libro)
—Nunca te olvidaré, Terry... Pese al tiempo transcurrido, la frase se repetía en los oídos de Frank Taylor, pronunciada por la voz silenciosa de su pensamiento. No, nunca la ol
gatillo de oro (libro)
Era una basura de tipo. Una escoria humana. Un hijoputa como la copa de un pino. Una mierda sobre dos patas. Un peligro para sus semejantes. Un deshecho. Era, además, delgado.
herencia vestida para matar (libro)
Tenía el rostro curtido, bronceado al sol que le estuvo flagelando despiadado durante muchos años mientras se dedicaba a las más duras tareas; a aquellas que le habían llevado
la leyenda de la bruja (libro)
En 1854, los negociantes de. Chicago habían fundado la ciudad en la estafeta de Grosse Point que fuera establecida en 1826 en un puerto natural formado por un alto escarpado. L
memorias de un sheriff (libro)
Pocas personas llegaron a comprender a Johnny Hamilton, aunque muchas, muchísimas, llegaron a temerle. Quizá, porque hombres como Johnny Hamilton, existieron pocos, poquísimos,
«pócimas» frank (libro)
—¡Sí, damas y caballeros! ¡Claro que sí! Están ustedes de suerte... de enhorabuena diría yo. ¡«Pócimas» Frank ha llegado a Garden City! ¿Y qué les trae «Pócimas» Frank? Su reen
el regreso de «pócimas frank» (libro)
—Nunca te olvidaré, Terry... Pese al tiempo transcurrido, la frase se repetía en los oídos de Frank Taylor, pronunciada por la voz silenciosa de su pensamiento. No, nunca la olvidaría. Era obvio que con el paso del tiempo otras mujeres habrían de aparecer, de cruzarse en su camino. Incluso, era posible que llegase a amar a otra.
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gatillo de oro (libro)
Era una basura de tipo. Una escoria humana. Un hijoputa como la copa de un pino. Una mierda sobre dos patas. Un peligro para sus semejantes. Un deshecho. Era, además, delgado. De facciones duras. Ojos lascivos en los que solo tenían cabida las imágenes de sangre, violencia y sexo. Labios crueles torcidos en expresión repulsiva. Este era Steve Randall.
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herencia vestida para matar (libro)
Tenía el rostro curtido, bronceado al sol que le estuvo flagelando despiadado durante muchos años mientras se dedicaba a las más duras tareas; a aquellas que le habían llevado a construir su actual imperio. Sus rasgos faciales acusaban un fuerte temperamento. Una indómita personalidad acompañada de un buen porcentaje de violencia. Sus ojos eran grises y muy vivos aún para un tipo rudo que acababa de ser sentenciado a muerte. Y los clavó ahora, furioso, tras la engañosa sonrisa, en la estúpida cara de Jackson.
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la leyenda de la bruja (libro)
En 1854, los negociantes de. Chicago habían fundado la ciudad en la estafeta de Grosse Point que fuera establecida en 1826 en un puerto natural formado por un alto escarpado. La colonia fue rebautizada en honor de John Evans, antiguo ciudadano y uno de los fundadores de la Universidad de Northwestern, inaugurada en 1855.
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memorias de un sheriff (libro)
Pocas personas llegaron a comprender a Johnny Hamilton, aunque muchas, muchísimas, llegaron a temerle. Quizá, porque hombres como Johnny Hamilton, existieron pocos, poquísimos, en la violenta y amplia historia del salvaje Oeste americano. No fue un vengador, ni un pistolero, ni un gun-man, ni uircow-boy, ni un sheriff, en realidad, aunque en distintos lugares se le pusiera sobre el pecho la estrella que lo acreditaba como tal. Johnny Hamilton fue, y puede que no seamos del todo exactos al decirlo, un pacificador.
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«pócimas» frank (libro)
—¡Sí, damas y caballeros! ¡Claro que sí! Están ustedes de suerte... de enhorabuena diría yo. ¡«Pócimas» Frank ha llegado a Garden City! ¿Y qué les trae «Pócimas» Frank? Su reencuentro con la salud que creían perdida, con el bienestar, con la tranquilidad que les había abandonado, con la nueva juventud, con el amor... «Pócimas» les trae, en suma, ¡la alegría de vivir! Yo sé, damas y caballeros, que ustedes me esperaban ansiosamente, rabiosamente. Yo sé que hacían votos por mi llegada y que los creyentes, incluso rogaban al Señor para que guíase mis pasos hasta este lugar. Yo sé...
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