ha llegado un hombre (libro)
La ancha y trillada pista, en el punto donde la llanura comenzaba a perder su uniformidad, se arrimaba a las grandes moles basálticas esparcidas, en todo lo que abarca la mirada, como dados arrojados al azar por mano de gigante. Parecía buscar su sombra. Hasta allí no había habido más que sol, el insoportable del sol sobre una plataforma pétrea salpicada de yucas, ocotillos y polvorientos mezquites.