Literatura de mark halloran
aquel jueves negro (libro)
La canícula se había anticipado. Apearse del coche, que estaba refrigerado, era como meterse en un baño turco. Steve contempló el mar con envidia. Miró la hora en su reloj: las
archivo secreto (libro)
Fred detestaba el ajenjo. —Otro —pidió. Otro ajenjo. Detestaba el ajenjo, pero era lo que se creía obligado a beber. Había notado que el sujeto tocado con boina no le quitaba o
ataúd en el espacio (libro)
La rubia cruzó laspiernas y se rascó distraídamente una rodilla con la uña del dedo índice.Llevaba las uñas pintadas de color blanco plateado. En el brazo izquierdo, porencima
balas contadas (libro)
BRAND preguntó a media voz: —¿Está usted ahí, Hansen? No obtuvo respuesta. Había alguien en la habitación, pese a que ahora guardara silencio. Seguro. Brand le había oído mover
barrio francés (libro)
Lo tenía todo: Soberbia figura, un rostro de exótica belleza, donde los almendrados ojos se abrían como pozos de misterio, una tez mate, aterciopelada, de incomparable tersura,
cadáver con faldas (libro)
CUANDO Dudley J. Chase llamó por teléfono para anunciar con voz entrecortada que temía haber matado a una mujer, Johnny Stokes estaba precisamente pensando en él. Pensaba en él
cha cha cha (libro)
El bimotor «Martín» de pasajeros había rodado a lo largo de la única pista del aeropuerto y ahora estaba parado frente a la estación. Detrás de éste parecía como si ya comenzas
cita con la muerte (libro)
Todo fue un puro capricho del Azar, una arbitraria encadenación de coincidencias. Pullock no tuvo la culpa. Cuando después de cruzar Times Square, se metió en aquel bar estrech
con la vida marcada (libro)
El cuentakilómetros del «Thunderbird» marcaba los ciento cincuenta por hora. Era una carrera loca. Una carrera hacia la muerte. ¿Por qué? Todo había comenzado cuando, apoyado e
cota 30 (libro)
El día D se acerca y el capitán Richard Brown ha sido elegido por el teniente coronel Spencer para formar parte de los paracaidistas que tendrán que saltar tras las líneas enem
cruce peligroso (libro)
Los policías eran dos: un veterano, Charlie Richmond, y un novel, Tom Gilmore. Este último efectuaba su primera ronda y se la había tomado muy en serio. Richmond manejaba el vo
danza macabra (libro)
Fue por causa del calor. Así son a veces las cosas: aumenta la temperatura, o desciende, aunque sólo sean unos grados, y queda trastocado el destino de un hombre. Es risible. U
duerme bien, querida (libro)
Boyd Musgrave es un agente del servicio secreto de los Estados Unidos en un país sin identificar del norte de África, muy posiblemente Egipto. Anda por allí con su compañero Gu
el asesino ha muerto (libro)
Las pistolas humeaban todavía cuando James Stewart dijo: —Un hombre en mi situación, querida, no podía hacer otra cosa. Atrajo a la muchacha hacia sí, y en aquel momento comenz
el sentimental (libro)
Se debió a un punto corrido. Nancy lo notó justo al salir del ascensor: sssssst, unas cosquillas casi imperceptibles que ascendían por su pierna izquierda. No precisamente unas
en la lista negra (libro)
Roma, que está llena de tumbas y de formidables, monumentos a gente desaparecida, es una buena ciudad para morir; pero ni Raymond Link ni Mohamed Kasser la eligieron adrede. Cu
enterrad vuestros muertos (libro)
Habría en Torzado cincuenta mil habitantes, o más, de los cuales cuarenta y cinco mil no contaban. Los restantes lo eran todo: dinero, política, gobierno, diversiones, placeres
eslabón de sangre (libro)
Johnny tuvo que cerrar los ojos para verle. Cuando una persona está lejos en el tiempo y en el espacio, es cerrando los ojos como mejor se la ve. Hay que apelar a la memoria, y
fácil de matar (libro)
Hacía ya unos meses que Frank Leslie había muerto. Aquella noche, Harry no pudo resistir más y salió al jardín. La reunión le resultaba insoportable y comenzaba a asfixiarle el
funeral por un traidor (libro)
A la derecha había un carro al que faltaba una rueda, un barril vacío de los que se emplean para envasar arenques, y a continuación una valla. A la izquierda, un seto; más allá
ha llegado un hombre (libro)
La ancha y trillada pista, en el punto donde la llanura comenzaba a perder su uniformidad, se arrimaba a las grandes moles basálticas esparcidas, en todo lo que abarca la mirad
horror atómico (libro)
Podía haberse ocultado en cualquier parte y esperar allí. La muerte esperando allí. Detrás de la cresta rocosa que tenía forma de dragón dormido, más allá de la masa de algas,
johnny puma (libro)
La sirena del “Mermaid Queen” lanzó dos toques de aviso. La quilla del buque rozó el fondo y quedó en la arena un poco más allá. Tres marineros maniobraban a proa para tender l
jugando a muertos (libro)
Estaba empapado en sudor, y vacío, agotado, con la boca seca. Se daba cuenta de todo esto de una manera lejana.Al intentar moverse, apenas lo consiguió. Sintió como si tuviera
keller, jugador de ajedrez (libro)
Allí estaba todavía y la entrevista no tenía trazas de terminar. El agente Strong, mirando de nuevo hacia la puerta de la oficina del comandante, dio lumbre a su pipa y se enco
la ciudad condenada (libro)
La muchacha era mestiza. El hombre era el único blanco del local. Estaban borrachos los dos. En la parte del fondo de la sala se jugaba el fantan, pero casi no se oía el menor
la hora de los traidores (libro)
Sam Blaine se detuvo más allá del seto y, a la luz de un farol, contó los billetes. Uno... dos... tres... cuatro... ¡cinco! Quinientos pavos. Los dobló y los beso. Luego los gu
la llamada de la muerte (libro)
La muchacha, vuelta de espaldas, cubierto el rostro con las manos, sollozaba en silencio. Había que adivinar el llanto en las ligeras sacudidas que estremecían su cuerpo juveni
la pantera rubia (libro)
Ella regresó de la puerta, después de cerrarla.—Un telegrama.En aquel momento supo Sterling que todo había terminado.El telegrama decía:«Cotización inmobiliarias baja dos enter
llega la muerte (libro)
—¿De modo que no queda ninguna cabina individual?Helena Checkwick disimuló apenas un gesto de contrariedad, y se dispuso a adquirir lo que le ofrecía el empleado. La tarde era
lobos en harlem (libro)
Un inspector de policía investiga un caso de asesinato, donde el fallecido, un joven amigo del investigador, estaba relacionado con el mundillo del boxeo y las apuestas que lo
los diamantes de kwan (libro)
Rex Champion apretó a fondo el acelerador del «jeep», que saltaba como una gacela loca sobre las desigualdades del terreno, e imprimió al volante un violento giro hacia la dere
los gangsters mueren jóvenes (libro)
Fred Carco ascendió los peldaños acompañado del guardián. Por fin, al cabo da tres años, iba a salir de aquella «ciudad de veraneo». Ahora solo le faltaba la visita al alcaide
los muertos caen hacia adelante (libro)
El hombre de rostro anguloso llegó a Albuquerque en el tren de las diez de la noche. Su potro, un alazán soberbio, de larga cola y largas crines, fue sacado del furgón de ganad
los muertos viajan (libro)
Debe ser muy agradable volver al hogar, tras unos meses de ausencia, y encontrarse con que una mujercita morena le está esperando a uno con los brazos abiertos y un montón de s
mi pésame, nena (libro)
La rubita se lamentó: —¡Qué calor! ¡Qué noche de bochorno! Chapman, muy serio —siempre estaba muy serio, probablemente adrede, para compensar el efecto un poco cómico que causa
misión cumplida (libro)
Hacía acaso diez años, o más, que una cosa parecida no ocurría. El Noroeste se había mantenido en relativa calma, el tiempo fue deslizándose por encima de él sin transformar en
morir es muy fácil (libro)
Lou Denis había estado cenando con Sadie Moran en el «Yokohama Hotel», bebiendo con ella unas copas en el «Yellow Spot», bailando con ella en el Club de Prensa, y durante todo
muerte bajo los focos (libro)
La muchacha de la tercera mesa era morena. Sam entornó los párpados y, siempre a través del espejo, dejó resbalar la mirada por sus hombros y sus brazos desnudos. Tenía la tez
muerte en el vacío (libro)
Stan la veía a través del espejo, al cual se miraba él para peinarse; instalada en la otomana, sentada sobre sus piernas cruzadas, la espalda y la cabeza apoyadas en la pared,
muerte para dos (libro)
La palabra mágica, llena de esperanzas, había sonado. Saltó de celda en celda sin que ninguna voz humana la pronunciase, pero todos la oyeron. Aquella noche, en el odiado presi
murieron de pie (libro)
El pequeño «Renault», niquelado y bonito como un juguete, rodaba lentamente por la avenida de España. Moría la tarde, y en la inmensa luz azul del cielo africano se había incen
murmullo de muerte (libro)
El tercer hombre se alejó. El coche estaba discretamente colocado a la sombra de un árbol, a un centenar de metros del parador. Era un coche robado dos horas antes; un sedán nu
no se admiten coronas (libro)
Greene leyó dos o tres veces la página, preguntándose quiénes serían Heinlein, Leslie, Yorke y Keogh y qué relación tendría Byrne con ellos y con Solomons. Luego se echó al bol
obligado a morir (libro)
Debajo de la manta había un cuerpo humano. Seguro que era un cuerpo: las formas resultaban inconfundibles. Un cuerpo completamente inmóvil. Wall maldijo su suerte mientras desd
pagado con plomo (libro)
El rifle en la mano derecha, la izquierda sosteniendo las bridas del ruano y prendida por el pulgar en el cinto-canana, el más viejo de los dos hombres adoptaba en la silla una
pronóstico mortal (libro)
Johnny Richmond, nuestro protagonista, descubre en la habitación de su hotel de París el cuerpo de un desconocido asesinado con un cuchillo clavado en la espalda. Richmond, un
r.i.p. en dakar (libro)
Cosa rara: llovía en la estación seca. Un chubasco tropical había comenzado a caer ya entrada la noche. Bill Paige vio estrellarse las primeras gotas sobre la amplia acera del
rastro de sombras (libro)
La brisa agitaba las cortinas de muselina de la puerta que daba paso al balcón. La puerta estaba abierta. Por ella penetraban el rumor del tránsito y la frescura deliciosa de l
reactores malditos (libro)
El rótulo rezaba: “Hotel Moderno”. Era un engaño. El edificio debió de ser construido hacia 1890 y llevaba quizá cuarenta años convertido en hotel. El revoque de la fachada se
requiem por nan (libro)
El multicolore se juega en el famoso Café de París y es uno de los muchos sistemas, acaso el más recientemente introducido, que se practican en Montecarlo para vaciarle el bols
sangre latina (libro)
En conjunto, Richard resultaba de una elegancia excesiva, malsana, decadente. Su traje oscuro bien cortado, su corbata, el pañuelo blanco cuyas puntas pendían del bolsillo supe
silencios de tumba (libro)
Los extraños llaman a esta zona el Barrio del Hambre. Es la «corte de los milagros» de Nueva York.La policía sabe de sobra que aquello es una república independiente de la Ley,
sin aliento (libro)
Mono, casco, el fardo del paracaídas a la espalda. Los tres igual. Los tres contemplando con silenciosa avidez el paisaje por la lucerna abierta en el vientre del «Super-warrio
sin chaqueta roja (libro)
El más alto de los dos hombres que ascendían penosamente entre los abetos, se detuvo jadeando. Estaba muy cansado. El sudor se deslizaba a lo largo de su cara, privándole casi
soldados secretos (libro)
Si algún curioso hubiese pretendido averiguar las actividades de Bertram Lane preguntando a sus conocidos del Club Xaima, se hubiera llevado un soberano chasco. Nadie en el ele
tabaco inglés (libro)
El gran «Clipper Super VI», procedente de Nueva York, sobrevoló, majestuoso, el aeropuerto de San Francisco de California. Dio una vuelta por el campo antes de enfilar la pista
tarde para morir (libro)
En la esquina de las calles Chatham y Lowell había un buzón público, el poste indicador de una parada de autobús, y un hombre. Eran las seis y cuarto: el hombre estaba allí des
un cuchillo espera (libro)
Como si tuviera fuerza propia, como si se llevara consigo la vida que había alentado en el ser al cual perteneció, la sangre avanzaba serpenteando sobre las tablas del suelo de
un misterio y dos hermanas (libro)
Los dos hombres mantenían la vista fija en el fuego, como si hubiese en él algo muy interesante. No lo había, desde luego. Las llamas que acariciaban los leños eran iguales a o
una rubia en parís (libro)
Un agente del FBI, veterano de la II Guerra Mundial, que combatió junto a la resistencia francesa contra la ocupación nazi, vuelve a Francia para esclarecer la muerte de un com
¡bienvenida, muerte! (libro)
Ahora que sabía que iba a morir en aquel lejano mundo sucio, frío y sin gracia, el hombre que se hacía llamar Lichtwitz dedicó un fugaz pensamiento a su madre, otro a su patria
¡opio fresco! (libro)
La cosa empezó en Manila, un día de bastante calor —el delicioso calor filipino—, pero ya al caer de la noche, cuando se sentía en el aire el primer fresco. A aquella hora, el
¡volad, insectos de plomo! (libro)
Podía tener veinte años, pero sus ojos eran los de un hombre de cincuenta. Sus acusadas facciones, cortadas en ángulos duros, y el extraño tono de su piel, delataban que había